Quintana: “El gasto social creció un 43,5%, eso significa que la inversión hacia los que menos tienen es lo que más creció en el presupuesto”

“El gasto social en los primeros cinco meses del año, con respecto al año pasado, creció en un 43,5%, eso significa que toda la inversión hacia los que menos tienen es lo que más creció en la asignación presupuestaria en la Argentina”, aseguró el secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete de Ministros, Mario Quintana, en una entrevista en el programa Animales Sueltos.

Los datos oficiales señalan que la erogación que más creció en comparación con el año anterior fue la Deuda Pública. Además, el porcentaje mencionado por el secretario de Gabinete responde a una nueva metodología, que no es la utilizada históricamente y deja afuera ciertos gastos de Servicios Sociales que también llegan a los sectores más desfavorecidos, como Educación, Salud y Vivienda.

Dentro del Presupuesto, el Gasto Social es considerado como la suma de los gastos de la finalidad Servicios Sociales de la Administración Pública Nacional, y está destinado a brindar servicios de “salud, promoción y asistencia social, seguridad social, educación y cultura, trabajo, vivienda y urbanismo, agua potable y alcantarillado, y otros servicios urbanos”, de acuerdo con el documento del Ministerio de Economía de la Nación “El sistema presupuestario en la Administración Nacional”.

Esta metodología oficial es además la misma que utilizan fuentes alternativas, como la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) en sus documentos.

Hasta mayo de 2016, el Gobierno nacional ejecutó $391.580 millones en Gasto Social, mientras que el año anterior la administración de Cristina Fernández de Kirchner había destinado a ese sector $290.999 millones. Si se comparan ambas erogaciones, el gasto en Servicios Sociales aumentó un 34,6% entre enero y mayo de 2015 y el mismo período de este año, es decir un porcentaje menor al mencionado por Quintana y que está por debajo de la inflación interanual calculada por la mayoría de las fuentes oficiales y alternativas.

En cuanto al cálculo al que se refirió el secretario de Gabinete, el Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Nación elaboró una planilla donde calcula un aumento del 43,5% de las “Políticas de Ingreso” entre mayo de 2016 y el mismo mes de 2015, e incluye dentro de ese concepto programas como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y Embarazo (AUE), las asignaciones familiares, el Plan PROG.R.ES.AR de educación, las jubilaciones y pensiones contributivas y no contributivas, y el Plan Argentina Trabaja. Ante la consulta de Chequeado, Quintana citó esta información como la fuente de sus dichos referidos al “gasto social”, es decir, que incluyó dentro de gasto social únicamente a las Políticas de Ingreso.

Si se consideran las dos funciones que incluyen a estos programas (“Promoción y Asistencia Social” y “Seguridad Social”), el aumento interanual -según los datos oficiales– fue de un 40,7 por ciento. Sin embargo, este cálculo deja afuera los gastos en Salud, Educación y Vivienda, entre otros, que también llegan a los que menos tienen, porque el sistema público de escuelas y hospitales es mayormente utilizado por los ciudadanos de menores ingresos.

Además, desde el punto de vista metodológico, el cambio no respeta la definición establecida en el documento oficial ya mencionado. “Salvo que se introduzca un cambio bien fundamentado y en línea con las mejores prácticas, lo recomendable es mantener las categorías y series de tiempo”, señaló a este sitio Gustavo Sibilla, director de Investigaciones de la ASAP, quien en un chequeo anterior sobre déficit fiscal había señalado que cualquier cambio heterodoxo a una metodología presupuestaria “afecta la comparabilidad intertemporal, interna y externa”.

Por otro lado, de acuerdo con un informe de la ASAP -que utiliza información oficial del Sistema Integrado de Información Financiera (SIDIF)-, la erogación que más creció en comparación con el año anterior fue la Deuda Pública, no los Servicios Sociales ni la suma de las funciones Promoción y Asistencia Social y Seguridad Social. Al mes de mayo se había destinado al primer rubro $57.122 millones, un 91,9% más que al mismo mes de 2015. Los otros rubros que más crecieron fueron la Administración Gubernamental (36,1%) y, en tercer lugar, Servicios Sociales (34,6%).

Si se considera la suma de Promoción y Seguridad Social, el aumento fue del 40,7%, es decir,  segundo en aumento luego del gasto en Deuda Pública.

La afirmación de Quintana surge de observar la planilla del Ministerio de Hacienda de la Nación, donde se puede ver el aumento que tuvieron las “Políticas de Ingreso” (43,5%) comparado con la Administración Gubernamental (36,8%), Defensa y Seguridad (25,3%), y Sector Económicos y Productivos, que registraron una caída del 7% entre 2015 y 2016. Lo llamativo es que este análisis no tiene en cuenta la categoría “Deuda Pública”, y presenta una nueva metodología sólo para el rubro “Servicios Sociales”.

Cabe destacar además que parte del Gasto Social mencionado es automático, dado que -por ejemplo- la Ley N°26.417 de Movilidad Jubilatoria establece dos aumentos anuales y la Ley N°24.714 estableció que las asignaciones familiares y por hijo se actualicen de acuerdo con el aumento de las jubilaciones.

Además, históricamente, este rubro representó la mayor parte del gasto del Presupuesto. “Los aportes a la previsión social, que representan un gran porcentaje dentro de la categoría, van a crecer en los próximos años. El país está superando el bono demográfico y el envejecimiento de la población va a presentar un desafío a la sostenibilidad del sistema previsional”, señaló a Chequeado Gala Díaz Langou, directora del programa de Protección Social del Cippec.

Además, concluyó: “Para enfrentar este desafío es particularmente relevante fortalecer la inversión social, propiciando el desarrollo de mayor capital humano, especialmente en la infancia”.