Cinco claves para entender qué es y cómo funciona el INCAA
El Gobierno nacional impulsó la última semana, luego de una denuncia de corrupción realizada en el programa Animales Sueltos, el desplazamiento del titular del Instituto Nacional del Cine y las Artes Audiovisuales (INCAA), Alejandro Cacetta, al que siguió la renuncia de otros empleados, como el titular de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), Pablo Rovito. Cacetta fue respaldado por distintas entidades del sector, que señalaron que las acusaciones fueron formuladas “con absoluta liviandad y falta de rigor”. A propósito este tema, cinco claves para entender qué es y cómo funciona el INCAA.
1) Qué es y qué hace el INCAA
Según explica su sitio oficial, el INCAA “es un ente público no estatal que funciona en el ámbito del Ministerio de Cultura de la Nación”, cuya principal función “es promover, fomentar, fortalecer y regular la producción audiovisual” (esto incluye, entre otras cosas, subsidiar películas y presentaciones en festivales). Además, destaca que “una de sus tareas primordiales es la administración del Fondo de Fomento Cinematográfico (FFC), cuya principal función es el fomento de la cinematografía argentina mediante el otorgamiento de créditos, subsidios” y otras herramientas. El INCAA es un ente autárquico, es decir, que el Gobierno nacional no define sus acciones.
2) Cómo se financia
Para 2017, el instituto cuenta con un total de recursos de $2.855 millones, según muestra su presupuesto oficial, un monto mayor al de los ministerios de Modernización y Turismo, y similar al de Comunicaciones (mirá los presupuestos acá). La mayor fuente de ingresos del INCAA es el FFC, que según la Ley 24.377/94 se compone por el 10% de cada entrada de cine, 10% del precio de venta de “videogramas grabados” (como DVD’s) y el 25% de lo recaudado por el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), a partir del gravamen a la facturación de los canales de televisión y servicios de cable, y otros ítems menores.
Estos fondos (FFC) representan más de la mitad del presupuesto del INCAA y, al tratarse de un ente autárquico, son transferidos diariamente por el Banco Nación. Además, casi un 18% de su presupuesto son aportes del Tesoro Nacional, según datos oficiales.
3) Cuántos empleados tiene y cómo evolucionó su personal
Según el Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA), que depende del Ministerio de Cultura, entre 2006 y 2014 (primer y último año con información oficial disponible) el INCAA pasó de contar con 376 empleados, entre personal contratado, permanente y transitorio, a 593 empleados. Por lo tanto, en ese período los empleados del instituto aumentaron un 58%, un porcentaje mayor a la suba que hubo en todo el sector de entes y empresas públicas culturales del Gobierno nacional (43%), entre los que se encuentran Radio y Televisión Argentina SE (RTA, compuesta por TV Pública y las radios nacionales) y la agencia de noticias Telam SE, entre otras.
4) Qué pasó con la producción del cine nacional
Según los últimos datos disponibles publicados por el propio INCAA, en 2015 hubo poco más de 52 millones de espectadores de películas nacionales y extranjeras en todo el país, cifra récord desde 2005, el primer año con datos. Si se miran solo los espectadores de las películas nacionales, su participación pasó de 12,5% a 14,5% entre 2005 y 2015. Sin embargo, la cantidad de estrenos de películas nacionales creció más: de 27% a 42,5% entre 2006 y 2015. Esto muestra que hubo un mayor crecimiento en la producción nacional que en los espectadores que vieron estos filmes.
Santiago Marino, director de la maestría en Industrias Culturales de la Universidad Nacional de Quilmes, señaló a Chequeado que en otros países también se fomenta la realización cinematográfica, aunque existen diferencias. “En los Estados Unidos se realizan mayormente exenciones impositivas. El sistema argentino otorga directamente fondos a las producciones, lo que garantiza que haya más películas (de otra manera, muy pocas realizaciones alcanzarían la cantidad de entradas para ser sustentables, unas 700 mil), se genere trabajo y haya cierta diversidad”.
Para Marino, cuya tesis doctoral analiza las políticas sobre cable y cine en las últimas décadas, la legislación responde a las necesidades de la producción local, aunque “no afecta la concentración y centralización en la distribución ni en las salas de exhibición”.
5) Irregularidades en la gestión anterior
Un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) de febrero de 2016, que lleva la firma de Ricardo Echegaray, el ex titular de dicho organismo y ex número uno de la AFIP, señaló irregularidades en la gestión del INCAA entre 2008 y 2012, período en el que el instituto estuvo presidido por Liliana Mazure, hoy diputada nacional por el Frente para la Victoria (FpV).
Entre los resultados de la auditoría, el documento de la AGN -órgano de control externo del Estado nacional- concluyó, entre otros puntos, lo siguiente:
– “El INCAA carece de instructivos referidos a circuitos y sistemas de control interno de las áreas que intervienen en la administración del FFC”.
– “El porcentaje de recaudación del gravamen a favor del INCAA (Ley 26.522 del 10/10/2009) recién comenzó a aplicarse en 2011, con la consiguiente merma de recursos durante más de un año. Por otra parte, el INCAA solicitó remesas de fondos a la Tesorería General de la Nación en el período auditado, para finalidades que deben ser abonadas con el FFC”. No se informa qué sucedió con estos fondos.
– “Los expedientes en los que tramitaron créditos y subsidios a productores cinematográficos, presentaron debilidades (falta de uniformidad en su ordenamiento y de información requerida en las normas aplicables), lo que obstaculiza validar la procedencia de la erogación y el control de la gestión de pago”.
A su vez, en el informe “El estado del Estado” que publicó el Gobierno nacional en junio de 2016 sobre la situación heredada al asumir la gestión se menciona que, entre otras cosas, en el INCAA se detectó “la ausencia de sistemas informatizados de compras y contrataciones, desactualizaciones de inventarios, incumplimientos de normativas sobre sumarios, (…) y la ausencia de sistemas para entrecruzar información sobre beneficiarios de subsidios contra deudores con el organismo”.
Cacetta asumió en enero de 2016, luego del consenso de todas las entidades del sector cinematográfico. Al conocerse el informe periodístico en Animales Sueltos y el pedido de renuncia que le hizo el ministro de Cultura, Pablo Avelluto, el ex CEO de Patagonik Group fue respaldado por distintas entidades del sector, que señalaron que las acusaciones fueron formuladas “con absoluta liviandad y falta de rigor”.
Fecha de publicación original: 18/04/2017
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