¿Qué se investiga en el Conicet?
Durante el kirchnerismo se creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y el área pasó a ser una bandera que siempre menciona el Gobierno para destacar su gestión. A continuación, un repaso por el Conicet, principal organismo dedicado al fomento de la investigación científica del país, quiénes lo integran y las áreas a las que se les dio prioridad en estos años.
Investigadores y becarios
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) es un organismo que funciona de forma autárquica aunque dentro de la órbita del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Cuenta con 7.902 investigadores divididos en cuatro grandes áreas de conocimiento, de acuerdo con los últimos datos disponibles de 2013, la mayoría dedicado a las Ciencias Biológicas y de la Salud, y las Ciencias Exactas y Naturales. Además, hay una dependencia transversal de Tecnología.
“El organismo nuclea a la mayor parte de los investigadores que trabajan en el país, ya sea en los institutos propios, como el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular (Ingebi), unidades ejecutoras, o en universidades públicas y privadas. A estos les paga -íntegramente o en parte- el sueldo”, explicó Melina Furman, Ph. D. en Educación de la Ciencia por la Universidad de Columbia.
“El Conicet otorga becas para doctorados y postdoctorados, y una vez que uno lo termina puede postularse para ingresar a la carrera de investigador, que tiene varios escalones”, agregó la también Investigadora Asistente del organismo, profesora de la Universidad de San Andrés y organizadora del TEDx Río de la Plata.
Los 7.900 investigadores de 2013 son el doble de los 3.700 de 2003, y más de los 5.000 de 2007, año en el que se creó el actual Ministerio de Ciencia y Tecnología, a cargo de Lino Barañao, que hasta entonces tenía rango de Secretaría. Desde la cartera informaron además que actualmente hay más de nueve mil becarios, siete mil para doctorados y dos mil para postdoctorados.
Pablo Kreimer, investigador principal del Conicet y doctor en Ciencia, Tecnología y Sociedad por el Centro STS, Francia, destacó que entre 1989 y 1996 estuvo cerrado el ingreso de nuevos investigadores al Conicet, mientras que desde la creación del Ministerio hubo una política activa de incorporación de investigadores y becarios.
“Fue acompañado con un aumento considerable de los sueldos entre 2007 y 2010, que venían muy retrasados. Sin embargo, el salario de los investigadores en la Argentina es hoy el más bajo de América Latina: en países como México, Colombia, Chile, Brasil o Uruguay los salarios son entre el doble y el triple que en nuestro país”, agregó Kreimer en base a cálculos propios.
Un Investigador Adjunto del Conicet cobraba en 2013 unos $13.500 por mes. Un becario de doctorado, a su vez, recibe desde agosto de 2014 $9.000 mensuales mientras uno de posdoctorado llega a los $11.000, en ambos casos sin contar la cobertura médica ni adicionales.
¿Qué investigan los que investigan?
“En los concursos de becas o de proyectos de investigación por un lado están los ‘temas abiertos’, pero además el Directorio puede impulsar concursos específicos en temas estratégicos”, explicó el doctor en Biología por la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador principal del Conicet Diego Golombek, y agregó que “el Directorio también fomenta el desarrollo de la investigación con criterios geográficos, para una distribución más equitativa”.
Entre los temas estratégicos actuales están los alimentos (mejoramiento genético de semillas para cultivos, insecticidas, etc); las tecnologías para el petróleo y gas; la producción de medicamentos; la informática; y el hábitat (planificación de la expansión urbana y nuevos materiales de la construcción de viviendas).
Sin embargo, Kreimer consideró baja la priorización de áreas temáticas por parte del Conicet, ya que los ingresantes se reparten en su mayoría equitativamente entre las distintas disciplinas. Las becas 2014, por ejemplo, tienen por criterio una división en partes iguales entre las áreas, con un 75% por orden de mérito dentro de cada disciplina, y el 25% restante según las regiones geográficas y áreas temáticas prioritarias.
“Un cambio importante es la jerarquización del área de vinculación tecnológica del Conicet, que ayuda a evaluar las investigaciones que tienen resultados aplicables, patentables o interesantes como para hacer convenios con empresas. También hay una interesante tendencia a que otras áreas del Estado consulten al Conicet sobre temas específicos”, repasó Golombek.
En esta línea, Kreimer destacó que “el Ministerio y el Conicet vienen impulsando una mayor aplicación de las investigaciones estimulando y flexibilizando los convenios de transferencias con empresas u otros adoptantes, o los Programas de Desarrollo Tecnológico y Social (PDTS)”, aunque criticó que la evaluación se siga haciendo básicamente según la publicación de artículos en revistas científicas y no por su relevancia o utilidad social.
El año último, el Conicet alcanzó el puesto 79 entre casi cinco mil instituciones de producción científica e investigación más importantes del mundo, según el ranking SciMago. De esta manera, quedó segundo a nivel latinoamericano, después de la Universidad de San Pablo (10°) y antes de la Universidad Nacional Autónoma de México (126°). En lo que hace a innovación, se ubicó 192, también detrás de la Universidad de San Pablo (130°).
Fecha de publicación original: 23/01/2015
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