Trabajo independiente: representa el 26% del empleo en la Argentina

Los trabajadores independientes incluyen a los dueños de empresas y trabajadores por cuenta propia, que nuclean tanto a profesionales -como médicos o abogados-, como a pequeños comerciantes o personas que hacen “changas”. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en América Latina la gran mayoría de los independientes son cuentapropistas no profesionales, al igual que en la Argentina, donde representan el 75% del empleo independiente.

Como se explicó en esta nota, dentro de los trabajadores registrados (que hacen aportes para cobrar jubilación), el empleo independiente aumentó mientras los asalariados privados cayeron desde 2015. Si se considera el último dato disponible (mayo 2019), se ve que los asalariados privados cayeron en 151 mil, mientras que los monotributistas aumentaron en casi 120 mil.

En América Latina, de acuerdo con el estudio de la OIT, el promedio de los últimos dos años (2017-2018) muestra que el trabajo independiente representa el 40% del empleo total; con Bolivia a la cabeza, con 62% y Chile al final, con 23%. La Argentina está en el anteúltimo puesto con el 26%.

En otras regiones, por otro lado, el empleo independiente tiene un peso mucho menor. Por ejemplo, en los Estados Unidos, Noruega y Canadá el empleo independiente no supera el 10% y el promedio para Europa es de 14%.

“El panorama parece sugerir que la elevada incidencia del autoempleo en la región no es resultado de un mayor ‘espíritu emprendedor’ en relación con países más desarrollados, sino un reflejo de insuficientes oportunidades de empleo asalariado”, explica el informe de la OIT.

El estudio analizó el comportamiento del grupo de trabajadores independientes de seis países de la región, entre ellos la Argentina, entre 2002 y 2015. A través de análisis econométricos, observaron los movimientos de estos trabajadores al interior del mercado de trabajo en comparación con los dos grupos de asalariados, empleados formales e informales y concluyeron que los trabajadores autónomos:

• Tienen más probabilidad de quedar desempleados que los asalariados formales y menos que los asalariados informales, lo cual indica que tienen un nivel de inestabilidad intermedio entre estos grupos.
• Cuando abandonan su situación inicial de independientes, tienen pocas probabilidades de insertarse como trabajadores formales. Tienen mayores chances de insertarse nuevamente como independientes, como inactivos (persona que no tiene ni busca trabajo) o como trabajadores informales.
• Los jóvenes que se insertan como independientes tienen menores chances de pasar a empleos asalariados formales que los adultos, por lo que sostienen que la hipótesis de que el empleo “independiente es una puerta de entrada al mercado de trabajo no parece verificarse en ningún país”.

“El empleo no asalariado en los últimos años en la Argentina ha venido creciendo levemente en la estructura total del empleo”, explicó a Chequeado Roxana Maurizio, la autora del informe e investigadora del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) y CONICET. Y agregó que “en general, se comporta contracíclicamente”, es decir que cuando crece la economía, este tipo de empleo disminuye y cuando cae la economía, se incrementa.