Retenciones al campo: mirá cómo evolucionaron desde la vuelta de la democracia
- El Gobierno bajó momentáneamente las retenciones de los granos de soja y otros productos para fomentar que entren más dólares al país.
- Los especialistas destacan que, además de las retenciones, hay que tener en cuenta otros impuestos, el valor del dólar y los precios internacionales.
- Qué pasó con las retenciones durante el gobierno de Mauricio Macri y qué medidas tomó Alberto Fernández.
Última actualización: 01/10/2020
Luego de las modificaciones en el cepo cambiario y la caída en las reservas internacionales, el Gobierno anunció hoy, entre otras medidas, que bajará el porcentaje de las retenciones para diversos sectores, entre los que se destaca el de la soja: del 33% actual en octubre caerá al 30% y aumentará progresivamente, ya que en noviembre será el 31,5%, en diciembre 32% y en enero de 2021 volverá al 33%. ¿Cómo variaron las retenciones al campo en las últimas décadas? En esta nota te lo contamos.
Derechos de exportación en la democracia: más de 2 cambios por año
Desde el regreso de la democracia en 1983, hubo cerca de 80 modificaciones en las legislaciones sobre los derechos a la exportación (conocidos como “retenciones”) de los principales productos agropecuarios, según los datos de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Los valores más altos se dieron en el caso de la soja en 1989 y 2008, más del 40%, mientras que los porcentajes más bajos se registraron en la década del ‘90, cuando se eliminaron las retenciones para varios de los principales productos y para la soja fue del 3,5%.
Baja (y suba) con Cambiemos
Las retenciones se mantuvieron en el mismo nivel desde fines de 2008 hasta finales de 2015, cuando asumió Mauricio Macri (Cambiemos) la Presidencia. En ese momento se eliminaron las retenciones para el trigo, maíz y girasol, en línea con una promesa de campaña. La soja bajó del 35% al 30% y a partir de 2018 fue bajando 0,5% por mes, llegando al 26% en agosto de ese año.
Sin embargo, en septiembre de 2018, tras la fuertes devaluaciones que hubo en marzo y agosto de ese año, se modificó el sistema provisoriamente hasta fines de 2018. Las retenciones para el trigo, maíz y girasol pasaron a ser del 12% o $ 4 por dólar vendido, según cuál era menor. Es decir, como se daban 2 opciones, la retención efectiva pasaba a depender del precio del producto. Para la soja pasó a ser del 18% más un 12% o $ 4 por dólar, el que fuese menor (es decir, un 30% o menos).
Según un estudio de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), a pesar del aumento de las retenciones, entre la cosecha 2014/2015 y la 2018/2019, aumentaron las hectáreas sembradas en 2,4 millones de hectáreas (gracias al aumento del maíz y el trigo, que compensaron la baja en la plantación de soja). En este sentido, la producción total aumentó -principalmente gracias al maíz y al trigo-, lo que significó alrededor de US$ 3 mil millones más.
Qué hizo Alberto Fernández
Luego de asumir en diciembre de 2019, Alberto Fernández (Frente de Todos) eliminó la opción de los $ 4 por dólar, dejando así sólo los porcentajes del 12% para el trigo, el maíz y el girasol, y del 30% para la soja.
En marzo decretó nuevos cambios: el porcentaje de retención para los granos de trigo y maíz se quedó en 12%, para el girasol bajó al 5% y para la soja aumentó al 33%. Igualmente, según comunicó el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, este aumento al 33% de retenciones será sólo para los que exportan más de 1.000 toneladas (un 26% de los productores, según el análisis oficial), mientras que para los de menor producción las retenciones se mantendrían en 30% o incluso para los de aún menor producción (el caso más beneficioso) bajarían al 20%.
Además, hubo otras bajas a productos con mayor elaboración (como los aceites de girasol y maíz, o la harina de trigo) o a algunos productos puntuales de las llamadas “economías regionales”, como arroz, legumbres o maní.
Hoy el Gobierno anunció que bajará momentáneamente las retenciones para los granos de soja del 33% actual al 30% en el mes de octubre. Este porcentaje aumentará progresivamente: en noviembre será el 31,5%, en diciembre 32% y en enero de 2021 volverá al 33%. También se bajarán provisoriamente los porcentajes para derivados de la soja, como aceites, harina o biodiesel.
Las retenciones no son lo único que importa: impuestos, dólar y precios
Además de las retenciones, hay otros factores que intervienen en cuánta plata reciben los productores. “A las retenciones se les tienen que sumar otros impuestos, así como también hay que tener en cuenta el precio internacional que cobra el productor o el tipo de cambio real, es decir, el valor del dólar”, explicó a Chequeado David Miazzo, economista jefe de la FADA.
Esta fundación estudia cómo influyen estos distintos componentes en la rentabilidad de los productores de soja, maíz, trigo y girasol. El último dato de septiembre de 2020 muestra que de cada $ 100 de renta que genera una hectárea agrícola (es decir, el valor de la producción menos los costos), $ 62 se lo llevan los distintos niveles de gobierno, contabilizando tanto retenciones como otros impuestos, según el análisis que realiza trimestralmente.
El porcentaje de participación del Estado bajó casi 6 puntos en los últimos 3 meses y esto, según FADA, se debe principalmente al aumento de los precios internacionales. Como se ve en el gráfico, el 62% actual todavía está lejos de los niveles más altos registrados a fines de 2015 e incluso es menor que en algunos momentos de Cambiemos, como en 2017.
Finalmente, el último estudio de FADA destaca el impacto negativo que tiene la brecha cambiaria en el sector. Actualmente el tipo de cambio oficial está cercano a los $ 80, mientras que un dólar blue cotiza por encima de los $ 140.
“La brecha cambiaria provoca un desincentivo a la inversión y la producción, ya que cada dólar ganado, luego de afrontar costos y riesgos, vale menos. Por ejemplo, si la producción de una hectárea de soja genera un resultado después de impuestos de 140 dólares oficiales, en realidad son 80 dólares billete”, sostiene el informe.
Además, el estudio afirma que “este tipo de brechas generan expectativa devaluatoria debido a que el precio de referencia en las expectativas pasa a ser el tipo de cambio libre”. Justamente esas expectativas devaluatorias son las que el Gobierno intenta combatir con esta baja momentánea de las retenciones. Si el productor estima que en un par de meses el dólar valdrá más, tratará de esperar y vender su producción luego. El Gobierno espera, con esta baja de retenciones, que el campo liquide en estos meses su producción y así aumentar la cantidad de dólares disponibles.
Actualización 01/10/2020: esta nota se publicó inicialmente el 12 de marzo de 2020 y luego se actualizó con los últimos datos disponibles.
Fecha de publicación original: 01/10/2020
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