¿Qué significa que el dólar esté atrasado o no?

Distintos economistas aseguran (ver acá) que el dólar está atrasado en relación con la inflación, mientras que otros sostienen (ver acá) que se ubica tan sólo 1% por debajo del registrado en diciembre de 2015, año base de las mediciones, cuando la gestión de Mauricio Macri (Cambiemos) levantó el cepo cambiario instaurado durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner (Frente para la Victoria).

En esta nota, analizamos qué implica un retraso cambiario, cuál es el diagnóstico de distintos especialistas y cómo ha evolucionado el tipo de cambio argentino en relación a distintas variables, como la inflación local y la de los Estados Unidos y otras monedas. 

Qué es un atraso cambiario y cuáles son sus consecuencias

El Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) es el precio relativo de los bienes y servicios de una economía con respecto a los de un grupo de países en los cuales se realizan transacciones comerciales. Así es como lo define el Banco Central de la República Argentina (BCRA) en su Diccionario Financiero. 

Este indicador es una herramienta útil para observar cómo las fluctuaciones relativas en el valor del peso influyen sobre la estructura de la demanda interna y de la producción, sobre el patrón del comercio internacional y sobre la competitividad (es decir, si el peso argentino se aprecia contra otras monedas, las exportaciones de nuestro país pierden competitividad porque los productos se encarecen) de nuestra economía, puntualiza la autoridad monetaria en su sitio web.

En otras palabras, un retraso cambiario se produce cuando una moneda (por ejemplo, el peso argentino) se aprecia frente a otra, como podría ser el real brasileño. Siguiendo este ejemplo, los productos argentinos se encarecen y pierden competitividad con respecto al principal socio comercial del país en la región. 

Santiago Manoukian, jefe de Research de la consultora Ecolatina -fundada por el ex ministro Roberto Lavagna-, explicó que, “cuando los precios en la Argentina suben de manera continua por encima del tipo de cambio, el país se vuelve caro, pierde competitividad y se ven resentidas las exportaciones, al mismo tiempo que se alientan las importaciones; una situación preocupante sobre todo porque el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) requiere fortalecer reservas y para eso se necesita tener una balanza comercial positiva [N. de la R.: es decir, que ingresan más dólares de los que se van] y, más globalmente, una posición externa favorable”. 

Existen distintas metodologías para calcular este indicador. La medición oficial -el TCRM publicado por el BCRA- se obtiene “a partir de un promedio geométrico ponderado de los tipos de cambio reales bilaterales de los principales socios comerciales del país”, que son Brasil, Unión Europea, China y los Estados Unidos. 

El Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano también establece el tipo de cambio real aunque con una metodología diferente: se calcula la evolución del dólar y se le agrega la inflación en los Estados Unidos medida por el índice de precios de bienes al productor. Luego, se divide por la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) argentino para el rubro “Servicios”.

¿Hay retraso cambiario en la Argentina?

El TCRM medido por el Banco Central se ubica en 91,86 puntos (según el último dato disponible del 8 de septiembre de 2022), tomando como base de referencia el 100 (fijado el 17 de diciembre de 2015, último día del cepo cambiario anterior). Es decir, está 8 puntos por debajo de esa base. Esto quiere decir que existe un atraso cambiario, aunque es menos significativo que en otros períodos.

Analizando esta serie histórica, se observa que el mayor retraso cambiario se produjo el 4 de mayo de 2017 -durante el gobierno de Cambiemos)-, ya que el tipo de cambio se ubicó en los 82,61 puntos; mientras que el máximo nivel por encima del valor base, lo que se considera como depreciación cambiaria, se registró el 14 de agosto de 2019 (tras las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias -PASO- en las que ganó el Frente de Todos) cuando el TCRM alcanzó los 148,66 puntos.  

El director del CENE y ex director del INDEC (1984 – 1987), Víctor Beker, destacó a Chequeado que “un retraso cambiario comienza a ser preocupante cuando el índice se ubica más de 15 puntos por debajo, porque se deteriora la competitividad de nuestras exportaciones. Hoy no existe un retraso significativo con respecto a la paridad que tomamos como base en 2015”, agregó. 

De acuerdo con la medición del CENE, el tipo de cambio real para el mercado oficial se ubicó en junio a 99,09, un 1% inferior a la base. La cifra representa una baja del 3,4% respecto de junio y un 3,8% con relación al registrado en igual mes de un año antes. 

“Aunque hubo un retroceso en julio a raíz de una combinación de un pico inflacionario en el país y un retroceso inflacionario en EE.UU., el nivel alcanzado por el tipo de cambio real se ubica tan sólo 1% por debajo del registrado en diciembre de 2015”, destacó Beker. 

Por su parte, Manoukian consideró: “Existe un cierto atraso cambiario, que es consecuencia principalmente de la fuerte apreciación del tipo de cambio del año pasado, cuando el tipo de cambio actuó como ancla inflacionaria en coincidencia con un año electoral. Esa apreciación continuó en 2022, aunque más moderada”. 

Por lo tanto, ambos especialistas coinciden en que existe un atraso cambiario. Sin embargo, el diagnóstico de Manoukian está en línea con el TCRM publicado por el Banco Central mientras que Beker analiza la situación en base al cálculo elaborado por el CENE. Este último difiere con la medición oficial porque considera variables distintas.

El Jefe de Research de Ecolatina dijo que el atraso cambiario debe analizarse asimismo en términos de tendencia y en base a eso consideró que “en la situación actual el país registra un proceso de fuerte apreciación cambiaria, aunque en la foto el nivel no resulta excepcionalmente bajo con respecto a otros períodos; pero hay que prestar atención a la dinámica del sector externo para advertir en qué momento el retraso cambiario comienza a complicar la situación”.

En este sentido, Manoukian destacó que, aunque el atraso no sea significativo en este momento, es importante tener en cuenta que el TCRM muestra una apreciación del 25% con respecto a fines de 2019, cuando se inició el mandato presidencial de Alberto Fernández (Frente para Todos).