Pobreza infantil: ¿cómo evolucionó en la gestión de Alberto Fernández?

En la Argentina, el 51,5% de las niñas y niños son pobres por ingresos, es decir viven en hogares cuyos ingresos no alcanzan para cubrir la canasta básica de alimentos y servicios. El dato surge de las últimas cifras disponibles del INDEC, que corresponden al primer semestre de 2022. 

Además, si se suman las privaciones no monetarias, como el acceso a la educación, la protección social, a una vivienda o un baño adecuado, al agua o a un hábitat seguro -lo que se conoce como pobreza infantil multidimensional– el valor de 2022 asciende al 66% de las chicas y chicos del país, según el nuevo informe de UNICEF. 

En esta nota, te contamos cómo evolucionó la pobreza infantil durante la gestión de Alberto Fernández (Frente de Todos) y cómo las dificultades económicas impactaron en alimentación, educación y aspectos emocionales de los niños y las niñas de la Argentina. 

Cómo evolucionó la pobreza por ingresos 

Desde que Fernández asumió como Presidente, en diciembre de 2019, la pobreza infantil disminuyó. 

Según los datos oficiales del INDEC, en el primer semestre de 2020, el 56,3% de los menores de 14 años eran pobres por ingresos en la Argentina. Este número bajó en el primer semestre de 2021, al 54,3%. Finalmente, en el primer semestre de 2022 (último dato disponible), la pobreza infantil bajó hasta el 51,5%. 

Como muestra el gráfico anterior y como señaló el Presidente el día de su primer discurso, Mauricio Macri dejó el país con un 52,6% de pobreza infantil. Es decir, por primera vez en su gestión, la pobreza infantil presentó una cifra inferior a la que dejó el anterior gobierno. 

Qué ocurre con la pobreza infantil multidimensional

Dos de cada 3 niñas y niños de Argentina (66%) son pobres por ingresos o están privados de acceder a derechos básicos como la educación, la protección social, una vivienda o un baño adecuado, al agua o un hábitat seguro. Los datos surgen del nuevo informe de Unicef sobre pobreza multidimensional, publicado el 15 de febrero último.   

Además, 3 de cada 10 chicas y chicos viven en hogares con ingresos insuficientes y, al mismo tiempo, tienen al menos un derecho básico vulnerado. Esta situación, que refleja el núcleo más duro de la pobreza, se mantiene desde hace más de 6 años, de acuerdo con el estudio “Pobreza monetaria y privaciones no monetarias en niñas, niños y adolescentes en Argentina”, de Unicef. 

Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión de Unicef Argentina, explicó que “la tasa de pobreza de niñas y niños que residen con personas ocupadas formalmente disminuye al 32%, y aumenta al 60% cuando viven con adultos ocupados en la informalidad”. 

Y agregó: “Este dato nos permite observar que no se sale de la pobreza creando cualquier tipo de empleo, sino empleo decente, es decir, protegido y de calidad”. 

Cómo impactan las dificultades económicas en el bienestar de los niños y niñas

Como explicó Chequeado en esta nota, de acuerdo con la Encuesta Rápida sobre la situación de la niñez y adolescencia 2022 de Unicef Argentina, durante el último año se registró un cambio hacia una alimentación menos balanceada, producto de las dificultades económicas. 

Luisa Brumana, representante de Unicef Argentina, advirtió en diálogo con este medio sobre las consecuencias de la malnutrición: “El sobrepeso y la obesidad afectan al desarrollo y producen un aumento de las enfermedades no transmisibles como la diabetes”.

En lo que refiere al impacto en la educación, el 50% de los hogares en donde viven niños, niñas y adolescentes no tienen los ingresos suficientes para cubrir todos sus gastos escolares, como la compra de libros y útiles. Esta proporción llega al 65% en los hogares de beneficiarios de la Asignación Universal por Hijos (AUH).