CFK habló de las mujeres en el poder. ¿Por casa cómo andamos?

En una entrevista con el diario italiano L’Osservatore Romano, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, se refirió a la participación de las mujeres en los cargos de poder. “Hay un lindo récord de presidentas [en América Latina], pero no hay que pensar que así es en toda la sociedad. Creo que todavía falta mucho, el poder es principalmente patrimonio masculino. En los medios masivos, en las cúpulas de las grandes empresas, en las instituciones internacionales, no hay paridad en el comando”, dijo.

Sin embargo, según un relevamiento que hace la CEPAL, la proporción de mujeres en el gabinete ministerial de la Argentina viene en descenso. Durante el mandato de Néstor Kirchner las mujeres representaban el 22,2% de los ministros, en el primer mandato de Fernández de Kirchner pasaron a ser el 21,4% y, en el segundo, el 19 por ciento.

“No hubo políticas activas durante la gestión de Fernández de Kirchner para aumentar la proporción femenina en cargos de poder”, señaló a Chequeado Natalia Gherardi, directora de la ONG Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA). Y agregó: “De hecho, ni siquiera se elevó el rango institucional del Consejo Nacional de la Mujer”.

En línea con lo que ocurre en el Ejecutivo, en el Poder Judicial al contabilizar sólo los cargos más importantes (jueces o camaristas) los hombres representan el 71%, de acuerdo con un informe de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

El ámbito en el que las mujeres llegan a ocupar casi el 40% de los lugares es en el Congreso nacional, donde representan el 36,2% de las bancas en la Cámara de Diputados y 38,9% en el Senado. Esto se explica porque la ley de cupo femenino, que fue sancionada en 1991, establece que el 30% de los candidatos que cada partido presente en sus listas debe ser mujer.

Más allá de la política, la representación de las mujeres en la Argentina también es débil. El Índice de Participación Femenina (IPM) mide “la proporción de mujeres que ocupan cargos de máxima autoridad, con reconocimiento público, en las instituciones u organismos públicos o privados en tres espacios de poder: la política, la economía y la sociedad”. El IPM fue realizado en 2010 por ELA y concluyó que era del 15,2%, es decir que de cada diez puestos de máxima autoridad relevados, menos de dos están ocupados por una mujer. En el sector privado, de acuerdo con el mismo estudio, la proporción es mucho menor: en comisiones directivas es del 6,5% y del 3% en cargos directivos.