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Dólar: ¿qué es el cepo cambiario y qué dijo Luis Caputo sobre su salida?

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Santiago Bausili, anunciaron la segunda etapa del programa económico que conlleva la “emisión monetaria cero” y fijaron condiciones para salir del cepo cambiario “en una tercera etapa”.
  • El cepo cambiario es un término coloquial que se usa en la Argentina para referirse a las restricciones a la compra de dólares.
  • Para los especialistas, el cepo le permite al BCRA acumular reservas, pero desalienta la inversión extranjera, perjudica la eficiencia de la industria (por las restricciones a las importaciones de bienes de capital) y genera un mercado paralelo de divisas.

Tras la aprobación de la Ley de Bases, el presidente Javier Milei (La Libertad Avanza) dijo en una entrevista en La Nación + que una vez que el gobierno logre “ponerle fin a la cuestión de los pasivos remunerados y converger en materia de inflación, están dadas las condiciones para levantar el cepo”. 

Horas más tarde, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central de la República Argentina, Santiago Bausili, brindaron una conferencia de prensa en la que anunciaron que la entidad monetaria dejará de emitir dinero para el pago de pasivos remunerados y que esta deuda pasará del Banco Central al Tesoro, en lo que fue presentado como la “segunda etapa” del plan económico.

Sobre la salida del cepo cambiario, Caputo señaló que se realizará cuando “estén dadas las condiciones” y adelantó que eso formará parte de una “tercera etapa”.

Esto ocurre luego de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) presentara el Staff Report correspondiente a la octava revisión del acuerdo que tiene con la Argentina, y sugiriera que nuestro país “está elaborando un marco para una relajación de los controles de divisas para finales de julio”.

Pero ¿qué es el cepo cambiario? Te lo explicamos en esta nota.

¿Qué es el cepo cambiario?

Es un término coloquial que se usa en la Argentina para referirse a las restricciones que existen para la compra de monedas que no sean del curso legal del país, como, por ejemplo, los dólares. Pero no se traduce sólo en restricciones a la compra de divisas: también deriva en limitaciones a movimientos de capitales fuera del país como, por ejemplo, la importación de bienes y servicios.

Estas medidas son implementadas en su gran mayoría por el Banco Central y por otros organismos que ejercen control sobre estas operaciones, como la Comisión Nacional de Valores (CNV).

El concepto se lo conoce en economía como control de capitales y la Argentina no es el único país que los emplea.

El Fondo Monetario Internacional define a los controles cambiarios como “una serie de medidas que se toman sobre determinados aspectos de los flujos de capital que entran y salen de un país”. Para el organismo estas medidas se adoptan, entre otras razones, como “un medio para promulgar políticas monetarias anticíclicas y mitigar la acumulación de riesgos ante entradas persistentes y cuantiosas de flujos de capital”.

¿Qué tipos de cepo existen en la Argentina?

En el país hubo muchos controles cambiarios en las últimas décadas. Sin embargo, el término “cepo” empezó a tener relevancia desde las restricciones establecidas en 2011 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (Frente para la Victoria). Desde entonces, el cepo se ha vuelto más restrictivo por la cantidad de medidas que se fueron adoptando, según explicaron a Chequeado los especialistas.

Guido Zack, director del área de Economía de la fundación Fundar (dirigida por Martín Reydó), explicó a este medio que la acumulación de restricciones se pueden dividir en 3 categorías: el cepo al comercio exterior, el cepo financiero y el cepo cruzado.

El cepo al comercio exterior está relacionado con restricciones a las importaciones y exportaciones de bienes y servicios. Entre ellas, se pueden mencionar el impuesto PAIS del 17,5% a la importación de bienes y servicios, y del 30% si es para la compra de moneda extranjera, gastos con tarjeta de débito y crédito en moneda extranjera y servicios turísticos en el exterior. También entran en esta categoría la obligación a los exportadores de liquidar sus ventas al dólar oficial y el pago de retenciones.

El cepo financiero apunta a restricciones a la compra de divisas, como el límite de compra de U$D 200 mensuales para personas físicas al tipo de cambio oficial (con un 60% de impuestos) y la imposibilidad de compra para quienes hayan recibido algún tipo de beneficio del Estado, como subsidios. Por el lado de las empresas, una de las restricciones es la imposibilidad de transferir dólares al exterior, ya sea a cuentas propias o de terceros, ni pagar deudas financieras con sus casas matrices.

El cepo cruzado es la combinación de restricciones tanto financieras como al comercio exterior. Por ejemplo, la prohibición total para comprar dólares en el mercado oficial por 6 meses para personas o empresas que adquieran dólares en el mercado financiero y el dólar blend, un régimen para exportadores que les permite liquidar sus ventas al exterior un 80% al tipo de cambio oficial y el 20% restante al valor del contado con liquidación.

Para Zack, estas 2 medidas buscan evitar que se amplíe la brecha cambiaria: en el caso de la primera, para reducir la demanda del dólar oficial, mientras que la segunda es para aumentar la oferta de divisas en el dólar paralelo.

¿Qué efectos tiene el cepo sobre la economía?

Nicolás Urtubey, economista de Quantum Finanzas (consultora dirigida por Daniel Marx), destacó a Chequeado que el efecto principal del cepo es “que limita la capacidad de los agentes para comprar dólares, lo que le permite al BCRA vender menos divisas y, de esta forma, mejoran las reservas sin que haya una devaluación”.

Sin embargo, como contrapartida, el especialista destacó que por el cepo “cae fuertemente la inversión del exterior, por la prohibición de girar los dividendos a sus casas matrices y también genera complicaciones en la industria, puesto que se limita el acceso a bienes importados, que en su mayoría son de capital”.

Por último, Urtubey destacó que el cepo también da lugar a un mercado paralelo del dólar, “que genera incentivos para acceder al dólar oficial, lo que aumenta su demanda, y para no venderlos al precio oficial, lo que reduce su oferta”.

Para Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, “el surgimiento de un dólar paralelo producto del cepo genera problemas de arbitraje que tergiversan el sistema de precios”, a la vez que vuelve “muy imprevisible la actividad productiva en muchos sentidos por la incertidumbre de las restricciones a las importaciones”, entre otros efectos.

¿Qué condiciones deben darse para salir del cepo?

Lucio Garay Méndez, economista de Eco Go Consultores (consultora dirigida por Marina Dal Poggetto), explicó a este medio que para levantar el cepo es necesario, en primer lugar, que haya “una alta demanda de pesos, es decir, que locales y extranjeros confíen en la moneda y haya cierta estabilidad. Para esto, se necesitan largos períodos de baja inflación”.

Además, afirmó que el gobierno debe tener resueltos los vencimientos de deuda en moneda extranjera. “No necesariamente tener el dinero para pagar, pero sí el acceso a ese mercado para poder, al menos, refinanciar dichos compromisos”, explicó. Y en segundo lugar, consideró que el gobierno “debe tener reservas que puedan enfrentar una fuerte salida de capitales, algo que hoy luce lejano, ya que el BCRA está descapitalizado”.

En el mismo sentido, Matías Surt, economista de la consultora Invecq, explicó a Chequeado que para salir del cepo con una devaluación administrada del tipo de cambio como la actual (del 2% mensual) se necesitan reservas suficientes para satisfacer la demanda de dólares: “Si hoy el Gobierno saliera del cepo y por un motivo como, por ejemplo, una corrida contra la moneda, tuviera que poner dólares, no tiene la cantidad suficiente como para defender una paridad total”.

El especialista destacó, además, que la solución del Gobierno sería “ir a un esquema de flotación libre, donde el dólar varía su cotización de acuerdo con la oferta y la demanda, pero en el corto plazo eso colisiona contra el objetivo de bajar rápido la inflación”.

Por el contrario, para Urtubey lo único realmente necesario para salir del cepo “es la expectativa o consenso de que el levantamiento será permanente o al menos duradero. Eso hoy se cumple, ya que el nivel actual de monetización, inflación y demanda reprimida de dólares ya es razonable”.

El especialista agregó que si bien el gobierno “podría seguir aprovechando los beneficios del cepo, tales como la recaudación por impuesto PAIS y las reservas, los aspectos negativos de mantenerlo empiezan a hacerse más evidentes y continuarán creciendo, como una brecha que ya se volvió a instalar entre el 40% y el 50%, equivalente al nivel del cepo entre 2011 y 2015, y con expectativas de devaluación crecientes”.

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