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¿Día de la Soberanía Nacional?

¿Es correcta la denominación de “Día de la Soberanía Nacional” al combate de La Vuelta de Obligado? Tratemos de recordar lo ocurrido. El 20 de noviembre de 1845 una flota anglofrancesa se trabó en combate contra unas 3500 tropas argentinas que intentaban impedir, mediante unos lanchones y cadenas cruzadas sobre el Paraná y una veintena de cañones en la costa, que los navíos de guerra y mercantes de esas nacionalidades avanzaran corriente arriba. Juan Manuel de Rosas impedía así el tránsito por un río internacional, pero que él consideraba interior, ya que no reconocía la independencia de Paraguay ni significativa la existencia de poblaciones brasileñas en el Matto Grosso que dependían de esa comunicación fluvial.

Según el historiador británico John Lynch, quien siguiendo a H. Ferns ha estudiado el tema con mucho detenimiento, el motivo fundamental para la actitud de Rosas era su no negociable decisión de que cualquier navío comercial que remontara el Plata hiciera aduana en Buenos Aires con el objeto de que esta provincia recaudara los gravámenes correspondientes, los únicos ingresos fiscales significativos de la época. Adicionalmente a ello, al hacer aduana ya la mercadería era por comodidad habitualmente vendida a quienes eran sus amigos y aliados: los comerciantes locales, en una alta proporción ingleses radicados en la ciudad portuaria, quienes luego la comercializaban en el resto de la Confederación.

¿Qué llevó a los ingleses a un duro enfrentamiento con alguien que hasta ese momento les había posibilitado hacer razonables negocios, ser los principales compradores de los productos locales y tener un casi monopolio de provisión a la Argentina de artículos industriales? Según Lynch, en este caso el conflicto se habría producido como resultado en primer lugar, de una puja entre los comerciantes ingleses de Buenos Aires y los radicados en Montevideo, quienes habrían persuadido al gobierno de Londres de las hipotéticas ventajas para la ampliación del comercio de traficar directamente y sin intermediación con las ciudades ubicadas río arriba (Santa Fe, Paraná, Corrientes, Asunción). Un segundo motivo adicional que sin duda alimentó el conflicto fue la alarma británica ante el peligro de una guerra argentino brasileña, como resultado del apoyo irrestricto de Rosas, con aporte masivo de tropas argentinas, a un bando en la guerra civil entre blancos y colorados en Uruguay. A tal punto era notoria esta intervención que el mejor general de Rosas, J. J. de Urquiza, obtuvo una decisiva victoria en la batalla de India Muerta a comienzos de 1845. Brasil protestaba enérgicamente por esta abierta intervención argentina ya que temía que en el marco de la misma una victoria de los blancos al mando del general Oribe sobre los colorados comandados por Rivera le hiciera perder la independencia a Uruguay, condición básica del acuerdo que un par de décadas atrás había sellado la paz entre la Argentina y el Imperio. Gran Bretaña había sido garante en la resolución de aquel conflicto y sobre todo temía que de renovarse sería muy dañino para sus intereses comerciales en ambas naciones sudamericanas. Por ello intervención de Rosas en el Uruguay se contemplaba con alarma, y la idea de darle algún tipo de lección comenzó a imponerse.

Según Ferns y Lynch la batalla de La Vuelta de Obligado, si bien dura para ingleses y franceses, terminó con una masacre para las tropas argentinas. Los aliados de ultramar no solo se abrieron paso con relativa facilidad sino que tuvieron tan solo nueve muertos y dieciocho heridos. Las bajas argentinas -según relatos del vencedor- aparentemente se contaron por centenares, y un grupo de prisioneros ingleses tomados allí por los marinos vino a confirmar que no pocos comerciantes de esta nacionalidad en Buenos Aires se enrolaron en las tropas locales en defensa de lo que creían eran sus legítimos intereses comerciales, que evidentemente primaban sobre cualquier otra consideración.

Y la continuación de la expedición anglofrancesa dio la razón a sus argumentos: si bien obtuvieron la victoria militar, comercialmente fue un fracaso total. Es que, tal como afirmaban Rosas y los comerciantes ingleses porteños, el dinero y los recursos comerciales estaban en Buenos Aires, y no en las pobres ciudades del interior. La sangre derramada en el combate fue totalmente inútil, pronto se harían las paces, los negocios volverían a florecer y Rosas recaudaría sus impuestos aduaneros sin que Buenos Aires tuviera que compartirlos con nadie. H. Ferns sostiene que en el mejoramiento de las relaciones con Londres mucho intervino la banca Baring, ya que el Restaurador manifestaba enfáticamente (y lo hacía cuando tenía fondos disponibles) que estaba dispuesto a honrar los compromisos de deuda contraídos en su momento con ellos por B. Rivadavia, e incluso proponía trocar la cancelación de esa deuda por su reconocimiento de la soberanía británica sobre las disputadas Islas Malvinas. Como se ve tan solo muchas décadas más tarde los historiadores revisionistas comenzarían a adornar el casi olvidado combate de la Vuelta de Obligado con otras posibles connotaciones.

*Historiador.

Comentarios

  • Juan Manuel21 de noviembre de 2012 a las 2:52 amNo puedo discutir los datos y sucesos citados en esta nota porque se sustentan en textos de autores a los cuales no he leído (aún). Sin embargo considero que lo expuesto sobre el empréstito con la Baring y el reconocimiento de la soberanía inglesa en las Malvinas, es tendencioso. Ya que estos temas no son relevantes para lo que se explica en la nota: Es decir, porque se le dice "Día de la soberanía" a la conmemoración de la batalla de La Vuelta de Obligado. Comentario personal: La masacre no fue totalmente inútil porque justamente lo que se pretendió fue no permitir que vulnerara la soberanía sobre nuestras aguas. Y en definitiva Inglaterra tuvo que comerciar con Buenos Aires.
    • Juan Finn21 de noviembre de 2012 a las 3:35 pmSi, es tendenciosa, pero lo que pasa es que Chequeado también tiene su postura y no puede ser 100% objetivo con todos los temas. La referencia a las Malvinas se explica porque liga el conflicto por la soberanía con el comercio, es decir, refuerza la ida de que lo que tan “noblemente” se llama “la defensa de la soberanía” no es más que la “defensa de los intereses comerciales”. Así, la disputa territorial por Malvinas, queda relacionada a un tema comercial (Yendo muy lejos y exagerando mucho, se podría plantear que: “Renunciamos a los reclamos de soberanía si nos liquidan toda la deuda eterna, perdón externa”)
    • cacho21 de noviembre de 2012 a las 4:28 pmsin ser historiador, y también sin haber leído a esos autores, opino que citar solamente historiadores ingleses en una nota sobre el día de la soberanía es casi una broma...
    • Mariano T.22 de noviembre de 2012 a las 12:47 amSi pensás que Buenos Aires es la Argentina (en una época en que era una Confederación) estas en lo cierto.
    • Pablo Almada23 de noviembre de 2012 a las 7:44 pmLa posición que tenia J. M. de Rosas en relación al Imperio Británico no es tendenciosa. Fue cuestión de negocios de un representante de los ganaderos bonaerenses. De hecho su días terminaron en un granja británica. Hay correspondencia entre Rosas y Urquiza en la que le sugiere que se radique en Londres.
  • Eliana rivero21 de noviembre de 2012 a las 4:57 pmHola pienso, qe esto es una mie..... y q¿'e la de poloitica me tiene los huevos llenos
  • Juan Pedro21 de noviembre de 2012 a las 5:20 pmSan Martín aplaudió la acción de Rosas en Obligado diciendo que demostró "que los argentinos somos empanadas que se comen con solo abrir la boca"

    “Debemos aceptar la paz que quiere Rosas, porque seguir la guerra nos resulta un mal negocio”, dijo Palmerston en el Parlamento pidiendo la aprobación del tratado Southern. Y el Reino Unido no se estremeció por ello.
    Así Rosas dio al mundo la lección de cómo los pequeños pueden vencer a los grandes, siempre que consigan eliminar los elementos internos extranjerizantes y atinen a manejar con habilidad y coraje sus posibilidades.
    (Extracto del Historiador de Felipe Pigna)
  • Mariano T.22 de noviembre de 2012 a las 12:55 amEn realidad, más que el día de la soberanía nacional, es el día de la soberanía porteña.
    El derecho de navegación no puede, ni podía ser nunca, un derecho del navegante extranjero. Es y era un derecho de las provincias(y de Paraguay), que se permitiera a los mercantes llegar hasta sus ciudades, y recaudar ellos sus propios derechos aduaneros.No existía un estado nacional, sino estados provinciales y un "encargado de relaciones exteriores".
    Por una relación de fuerza, Buenos Aires era la aduana en la que debían tributar todas las mercaderías que fueran después a las provincias o a Paraguay. Lo mismo que las exportaciones provenientes de esos lugares.
  • lr623 de noviembre de 2012 a las 1:30 pmcitar a historiadores ingleses y pigna es más o menos lo mismo; es la misma moneda sino que la entregan personas distintas... la soberanía que se pretendía era porteña, para acrecentar su centralismo, de la cual el interior lo sufría y lo sufre hasta el día de hoy...
    • Pablo Almada23 de noviembre de 2012 a las 7:47 pmcoincido plenamente. Cabe preguntar por que los levantamientos fueron del interior y entre ellos un federal que fuera lugarteniente de Rosas, no ?
  • Lucia23 de noviembre de 2012 a las 8:52 pmLa libertad de los rios nos habia sido impuesta despues de una larga lucha en la q intervinieron Francia, Inglaterra y el imperio d los Braganzas. Y en lo q no se habia podido imponer por las armas en Obligado, Martin Garcia, Tonelero; por los imperios mas poderosos de la tierra, fue concedido (como parte del precio por la ayuda extranjera) por los "libertadores" argentinos que aliados con Brasil vencieron en Caseros (y en lo sucesivo).
    "La libre navegacion de los rios" FUE UNA DERROTA argentina que nos enseñan...como una VICTORIA!!
    Entiendan ahora por q se oculta la Vuelta de Obligado, donde, a pesar d la derrota, impusimos nuestra soberania sobre los rios, y se celebra en cambio, Caseros, donde fuimos vencedores...y la perdimos!! ¿? Arturo Jauretche "Argentino"
    • cacho24 de noviembre de 2012 a las 1:43 amtambién lo menciona en el manual de zonceras de los argentinos.
  • juancho26 de noviembre de 2012 a las 12:10 pmDesde cuando los rios son internacionales. En que pais se puede transitar por sus rios libremente con cualquier pabellón. Porque primero no leen sobre legislación marítima?.
  • juancho26 de noviembre de 2012 a las 12:13 pmPorque no intentan navegar los rios de inglaterra con una corbeta o un portaviones?. Van a ver que internacionales que son....
  • roloyan26 de noviembre de 2012 a las 10:51 pmNunca había oído hablar del egregio professore Lotersztain, que sólo cita dos autores británicos, Lynch y H. Ferns para parlotear de un tema que a todas luces malconoce. Ahora bien, yo leí -efectivamente- el libro de Ferns y me pareció un cascote redactado por un ignorante, por no decir un impostor. Llega a afirmar que la Argentina no tiene derechos sobre las Malvinas pues éstas se hallan más cerca del Africa que de nuestro país (sic). Por lo tanto, citar como fuente a un charlista de salón como H. Ferns, no habla muy bien del professore Lotersztain. Saludos
  • Nacionalypopular27 de noviembre de 2012 a las 8:41 amSiempre me he preguntado ¿porque los peronistas intentan rescatar a una figura nefasta de la historia argentina como la de Rosas?. ¿Acaso no estan en contra de los oligarcas? Este señor fue uno de los mayores oligarcas de la epoca ¿No estan a favor del federalismo? Este señor, si bien se decia federal, queria claramente que todo el poder este en Buenos Aiares. Dictador, asesino, ¿25 años de gobierno y la una accion rescatable es perder una guerra? Para despues exiliarse en Inglaterra. Que falta de criterio, busquen a otro para que sea un heroe nacional.

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