El Estado y el fútbol en el mundo

El 7 de febrero último empezó en la Argentina un nuevo torneo del fútbol de primera división, esta vez denominado “Torneo Nietos Recuperados – Copa Raúl Alfonsín”. Luego de anuncios y reuniones para definir cambios, finalmente la producción de las transmisiones del programa “Fútbol Para Todos” seguirá igual, con el Estado a cargo y con la empresa de camiones Iveco como único auspiciante privado durante los partidos.

A propósito del debate que se generó, ¿cómo son las transmisiones en otros países y que incidencia tiene el Estado? ¿Quién paga a quién por los derechos de televisación y de qué forma se pueden ver los partidos? Un análisis de las principales ligas de América Latina y Europa.

La primer transmisión televisiva nacional de fútbol fue en noviembre de 1951, menos de un mes después de que se inaugurara el Canal 7 estatal, y estuvo auspiciada por YPF. En 1954 los dirigentes y futbolistas empezaron a reclamar una compensación por aparecer en pantalla y, al año siguiente, el canal público comenzó, con idas y vueltas, a pagarle a la AFA por los derechos de televisación, como detallan Pablo Alabarces, doctor en Sociología por la Universidad de Brighton, y Carolina Duek, doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires, en un trabajo conjunto.

Durante la década del ‘80, mencionan los investigadores, el empresario Carlos Ávila crea Torneos y Competencias (TyC), y en 1985 “firmará un contrato de exclusividad con la AFA para transmitir y comercializar los partidos de Primera División, a partir del cual todas las imágenes futbolísticas serán propiedad de Ávila, obligando al resto de los productores de imágenes (por ejemplo, los noticieros) a sujetarse a sus pautas de programación”. Ese mismo año nace Fútbol de Primera, también de TyC, con un resumen de los goles de la fecha.

En agosto de 2009, la AFA rompió el acuerdo que mantenía con la empresa Televisión Satelital Codificado (propiedad de TyC), que tenía vigencia hasta 2014, y negoció un nuevo contrato con el Estado, que se hizo cargo de los derechos de televisación por una suma inicial de $600 millones y comenzó a transmitir los partidos del torneo por canales de televisión abierta como parte del programa Fútbol Para Todos.

¿Qué pasa en los demás países del continente?

Uruguay: Los derechos de televisación de los campeonatos de fútbol pertenecen desde 1998 a la empresa Tenfield, cuyo dueño es Francisco “Paco” Casal. A su vez, los partidos son transmitidos por las señales de cable VTV y GolTV. Ambos canales también pertenecen a Casal. En 2012, el empresario extendió su contrato con la Asociación Uruguaya de Fútbol hasta 2021 por una cifra anual de 71 millones de dólares.

Chile: Los derechos de explotación y comercialización de las transmisiones de fútbol los tiene el Canal del Fútbol (CDF). En 2003, cuando venció el contrato que la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) tenía con Fox Sports, Sky y TVN, se adoptó un modelo atípico: los clubes crearon su propio canal de cable. El CDF es propiedad de la ANFP (80%) y de Jorge Claro (20%), empresario que ideó este nuevo sistema.

El modelo funciona de la siguiente manera: Claro paga una suma cercana a los US$3,5 millones anuales por los derechos, mientras que la ANFP, además, percibe ingresos que pagan los abonados al canal. La señal transmite siete partidos por fecha.

Como negocio aparte el CDF negocia los derechos a transmitir antes que nadie los goles y jugadas destacadas, del mismo modo que hacía TyC con Fútbol de Primera. En este caso, la televisión estatal, TVN, ganó la licitación para las temporadas 2013, 2014 y 2015, por un total de US$ 5,3 millones por año, a lo que se suma el compromiso por parte de TVN de emitir mientras dure el contrato promociones del CDF por US$ 24 millones. Se incluyen los goles de la Primera División, la Primera B y la Copa Chile.  

Brasil: Hasta 2012, la cadena Rede Globo era la propietaria de los derechos televisivos del Club de los 13, una agrupación de 20 clubes (en un principio eran 13), los más importantes, que negocia los derechos televisivos sin intervención de la Confederación Brasileña de Fútbol. En 2012 la cadena RedeTV! adquirió los derechos para transmitir los partidos por televisión abierta luego de que Globo decidiera retirarse de esa licitación. Sin embargo, los clubes más importantes del Club de los 13 decidieron despegarse de esta agrupación para negociar individualmente sus partidos con Globo, la emisora con mayor audiencia del país.

Paraguay: Las transmisiones de primera y segunda división estuvieron en manos de TeleDeportes, parte de Cablevisión Paraguay y propiedad del Grupo Clarín, hasta que en julio de 2012 fue comprado por Tigo, de Millicom International Cellular. Así, los derechos quedaron a cargo de esta empresa, que vende a los cableoperadores la señal donde poder ver los partidos. Existen críticas de los cableoperadores por el precio que pone Tigo, sumado a que la empresa planea brindar TV satelital en el interior del país, algo que estos consideran peligroso como virtual monopolio.

El panorama europeo

España: Los derechos de transmisión de la Liga de Fútbol Profesional española están repartidos entre los grupos privados Canal+ y Mediapro. Canal+, del Grupo Prisa, transmite ocho partidos a través de Canal + Liga y uno a través de Canal + 1, que tiene la exclusividad del partido más importante de la jornada (Barcelona o Real Madrid en condición de local). Mediapro transmite ocho partidos a través de Gol T, canal pago de Televisión Digital Terrestre, y uno en televisión abierta a través de La Sexta.

La TVE, señal de aire que pertenece al Estado español, sólo participó de los derechos televisivos del fútbol nacional hasta la década del ’80. A partir de ese momento, los valores se tornaron cada vez más altos y el canal estatal alegó no poder afrontar los costos.

Francia: Las transmisiones de la Ligue 1 están a cargo de dos canales satelitales pagos. Los derechos televisivos son propiedad compartida del Canal+, emisora del Grupo Prisa, y de beIN Sport, señal deportiva de Qatari Sports Investments, propiedad de la cadena televisiva Al Jazeera. Esta empresa de origen árabe es, a su vez, dueña del Paris Saint-Germain, uno de los clubes de fútbol más importantes de Francia.

Canal+ transmite dos de los tres partidos más importantes de la fecha y el resto se emiten por beIN Sports. La cadena catarí se incorporó en 2012, pagando 608 millones de euros por los derechos televisivos de los partidos que transmite. Quien desea ver la totalidad de los partidos de la liga francesa debe pagar 11 euros mensuales por beIN Sport y 25 por el paquete básico de Canal+.

Alemania: La cadena de televisión pública alemana ARD renovó los derechos de transmisión para emitir el resumen de las imágenes de cada jornada de la Bundesliga, liga alemana de fútbol. Además, está autorizado a emitir sólo siete partidos por temporada. La cifra que paga el Estado alemán es de 124 millones de euros por año para la obtención de ese paquete.

Los derechos de transmisión de todos los partidos de la liga alemana están en manos del canal satelital privado Sky Deutschland, propiedad de la empresa 21st Century Fox, cuyo dueño es el australiano Rupert Murdoch. El contrato, firmado en 2013, tiene vigencia hasta 2017 y la inversión anual de la empresa será de 485,7 millones de euros por temporada.

Inglaterra: Es un caso similar al alemán. La cadena estatal, la BBC, llegó a un acuerdo en 2012 para obtener los derechos del resumen de cada una de las fechas de la Premier League. El contrato es válido por tres temporadas y tuvo un costo de 180 millones de libras. Además, el mismo incluye un programa de fútbol semanal (Match Of The Day) que ya lleva más de 50 años en el aire de la cadena.

Italia: Hasta 2015, los derechos de transmisión de la liga de fútbol italiana estarán en manos de las privadas Sky Italia (propiedad de Murdoch), canal satelital que transmite todos los encuentros de la Serie A, y Mediaset (Berlusconi), señal de cable que transmite todos los partidos de 12 clubes seleccionados al comienzo de la temporada. Entre las dos empresas, pagaron 817 millones de euros anuales por la temporada 2012/2013 y abonarán 841 millones en la temporada 2014/2015, último año de contrato.

Sin embargo, el canal estatal, RAI, posee los derechos para emitir los mejores partidos de la jornada en forma completa, pero sólo ocho días después del evento.  

Sobre Fútbol Para Todos

“El caso argentino es el único donde el Estado tiene directamente un contrato para transmitir en TV abierta la totalidad de los partidos, al menos si se tiene en cuenta América, Europa y Asia”, señaló a Chequeado Alabarces, también titular del Seminario de Cultura Popular y Masiva en la UBA. “No se ha construido un monopolio de la transmisión pero sí hay ciertas elecciones (el relator, sus equipos, entre otros elementos) que podrían estar condicionados por afinidades ideológicas”, concluyó en su trabajo con Duek.

Para Santiago Marino, director de la Maestría en Industrias Culturales de la Universidad Nacional de Quilmes, el programa Fútbol Para Todos se da en el país por una decisión gubernamental que entiende que este deporte es un contenido de relevancia cultural y además un mecanismo para difundir políticas públicas.

“Entre los aspectos positivos, se puede señalar el objetivo de universalización del contenido, y la incorporación de nuevos profesionales (como mujeres en las transmisiones), aunque esto convivía con las figuras más vinculadas al proceso privado-comercial, como Marcelo Araujo. Como negativo, hay que destacar la erogación excesiva de dinero, más alta de lo que el producto vale, con el error de no incluir publicidad privada y sin controlar el destino de los fondos. Además, no se cambió la forma de contar el fútbol, y existe un abuso de la publicidad oficial con línea gubernamental”, expresó Marino.