Mundial de fútbol femenino: cuál es la situación de las jugadoras en la Argentina
- Más del 40% de las jugadoras de la Primera División argentina aún son amateurs. El sueldo mínimo está por debajo de la canasta básica, y la brecha salarial que existe con un futbolista de la máxima categoría del fútbol masculino es del 40,5%.
- De los 20 equipos que integran la máxima categoría, únicamente 5 tienen más de 20 jugadoras profesionales. Ninguno de estos clubes cuenta con un plantel 100% profesional.
- Además, de las 577 jugadoras que están inscriptas en el torneo de primera división, 19 son madres (3,3%). El 90% de las jugadoras -según un estudio internacional- consideran “complicado conciliar la maternidad con el deporte de élite”.
El 20 de julio próximo arranca el Mundial de Fútbol Femenino que tendrá lugar en Australia y Nueva Zelanda. La Selección argentina participará de su cuarto mundial en la historia (2003, 2007, 2019 y 2023), el primero desde que el torneo femenino es profesional en nuestro país. El partido debut será el 24 de julio frente a Italia y se jugará en Auckland, Nueva Zelanda.
Sin embargo, a pesar de que el fútbol femenino es profesional en la Argentina desde 2019, según los datos y las especialistas consultadas existe aún una desigualdad histórica y estructural que persiste entre el fútbol femenino y el masculino (el cual se profesionalizó en 1931; es decir, 88 años antes).
Actualmente, por ejemplo, mientras en la Liga Profesional de Fútbol masculino los clubes están integrados al cien por cien por jugadores profesionales, en la rama femenina sólo 5 de los 20 equipos que integran hoy la máxima categoría tienen más de 20 jugadoras profesionales. No hay contratos para todas las jugadoras y el sueldo mínimo de las futbolistas está por debajo del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM).
En esta nota -y como parte del proyecto que llevará adelante Chequeado junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Argentina durante todo el Mundial femenino para compartir información verificada-, te contamos cuál es la situación de las jugadoras de fútbol en la Argentina, qué ocurre con su maternidad y cómo las deportistas son representadas en los medios de comunicación.
El fútbol femenino argentino es “semiprofesional”
El 16 de marzo de 2019, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y el sindicato de jugadores Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) oficializaron “la profesionalización del fútbol femenino argentino”. En aquel momento, los salarios y el convenio colectivo de trabajo se contemplaron sobre la inscripción de, al menos, 8 jugadoras de Primera División con contrato profesional y sueldos equivalentes a los de un futbolista de Primera C que en 2019 eran de $15 mil.
A partir de 2022, los equipos de Primera División femeninos deben contar con un mínimo de 15 contratos profesionales y con un sueldo mínimo equivalente al de un futbolista de Primera C.
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En la Primera División femenina hoy hay 577 jugadoras inscriptas, de las cuales 345 tienen contrato profesional según un relevamiento realizado por Chequeado. Es decir, más del 40% de las jugadoras de la Primera División argentina aún son amateurs (es decir, 232 futbolistas).
Además, el sueldo mínimo es de $ 75 mil pesos brutos -por debajo del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) que es $87.987 en junio-, según los datos ofrecidos a este medio por FAA. Si se tiene en cuenta que el salario mínimo en la primera división masculina es de $126 mil brutos, existe una brecha salarial en el fútbol entre ambos géneros del 40,5%.
Con respecto a este tema, Melisa García, presidenta y fundadora de la Asociación de Abogadas Feministas de la Argentina (Abofem), sostiene en su artículo “Profesionalización del fútbol femenino en Argentina. Una conquista de derechos e igualdad aparente “: “Una jugadora de Primera División A percibe un salario igual que el de un jugador varón de la Primera División C. A simple vista, se puede observar que, al momento de la toma de decisión se instala de forma manifiesta y por escrito una desigualdad, de brecha salarial, y una descalificación a la jugadora profesional, que, en su lucha por ser reconocida como profesional, es igualada a una categoría más baja del fútbol masculino”.
Los números hablan de un “semiprofesionalismo”. De los 20 equipos que integran la máxima categoría, únicamente 5 tienen más de 20 jugadoras profesionales: Boca, River, San Lorenzo, Racing y Gimnasia La Plata. De estos clubes, ninguno cuenta con un plantel 100% profesional.
“Es sabido que los contratos de jugadores varones están muy por encima de los mínimos establecidos por convenios colectivos de trabajo y que realmente se dedican de modo exclusivo a la actividad deportiva. No es el caso de las jugadoras, quienes tienen que tener otro empleo para poder generar un sustento”, agrega García en su artículo publicado por la revista del Instituto de Investigaciones Ambrosio Gioja, con sede en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Con respecto a esto, a nivel internacional, según un relevamiento publicado por el Sindicato Internacional de Futbolistas (FIFPro), “la mayoría de las jugadoras no siente que pueda hacer del fútbol su método de subsistencia, ni tampoco dedicarse única y exclusivamente a él: más de la mitad (66%) han tenido que pedir permiso (retribuido o no) en su segundo empleo para asistir a las competiciones”. Además, casi un tercio de las jugadoras no recibió ninguna compensación por su participación en la clasificación para la Copa Mundial.
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La maternidad en el fútbol femenino argentino
Chequeado y Romina Sacher, directora del medio El Femenino, realizaron un relevamiento sobre la cantidad de jugadoras que son madres en la máxima categoría del fútbol femenino. De las 577 jugadoras, 19 son madres. Es decir, el 3,3% del total de las futbolistas.
“Las horas que destinan las mujeres a las responsabilidades de cuidado y a la maternidad es el doble de horas que los varones. La maternidad es uno de los obstáculos que tienen las mujeres para el desarrollo profesional. No están dadas las condiciones en los entornos laborales”, señaló Alejandra García, responsable del área de Género de PNUD Argentina.
En junio último, la Asociación Española de Mujeres Futbolistas (Futpro) presentó un estudio sobre la maternidad en el fútbol femenino y señaló que “el 90% de las jugadoras profesionales de España siente que es complicado conciliar la maternidad con el deporte de élite, a pesar de que el 72% no descarta ser madre”.
Además, más del 30% de las jugadoras tienen miedo de que su economía sea demasiado inestable, y prácticamente el mismo porcentaje descarta quedar embarazada para proteger así su carrera deportiva.
El estudio encontró que faltan normas que rijan de manera correcta la maternidad en el fútbol femenino profesional, así como apoyo financiero. Además, la mayoría de los clubes carecen de instalaciones y servicios adecuados. “Es fundamental erradicar la discriminación y el estigma asociados con la maternidad en el fútbol femenino, promoviendo la igualdad de oportunidades y asegurando que las jugadoras no se vean perjudicadas en su desarrollo profesional debido a su elección de ser madres”, concluye el informe.
Las jugadoras y su representación en los medios
En junio último, la defensora de la Selección Argentina, Aldana Cometti, -ante la pregunta de qué esperaban las jugadoras de los medios de comunicación durante el Mundial- señaló: “Lo importante sería que vayan, que haya medios en Nueva Zelanda, porque el Mundial pasado había uno solo”.
Este año, al menos 3 medios (TN, Télam y DirecTV) enviarán a sus periodistas al Mundial de Fútbol Femenino, según un relevamiento de Chequeado.
A nivel nacional, durante casi 100 años (1919-2018), las tapas de la revista deportiva más importante de la Argentina, El Gráfico, dieron cuenta de la poca cobertura que tuvieron los deportes femeninos en el país: solamente 300 de sus 4.489 tapas históricas fueron ocupadas por mujeres.
En el artículo “Volver a la historia”, la periodista Magalí Robles señala que lo más llamativo está en el deterioro luego de 1970: “Si durante las primeras 5 décadas -desde 1919 hasta 1969- el porcentaje de las mujeres fue del 10%, desde la década del 1970 hasta su cierre en 2018 -año mundialista- no llegó siquiera al 2%”.
A nivel sudamericano, las mujeres suelen ser el tema central en solamente el 4% de las noticias que relatan “deportes, eventos, jugadores, instalaciones, entrenamientos, financiamiento”, según el “Monitoreo de medios latinoamericanos”, realizado por el Observatorio de Género de los Juegos Olímpicos de 2016.
“El 40% de los participantes en los deportes son mujeres, pero los deportes femeninos sólo reciben alrededor del 4% de la cobertura de los medios de comunicación deportivos. Y, de esa cobertura limitada, las mujeres a menudo son objetivadas o degradadas”, señaló la Unesco en el informe “Igualdad de género en los medios deportivos”, publicado en 2018.
Además, cómo contó Chequeado en esta nota, cuando las mujeres son representadas en los medios de comunicación existen varias marcas del sexismo que aparecen en el lenguaje deportivo. Por ejemplo, nombrar a las mujeres por su nombre de pila; referirse a las mujeres como “las chicas”; o identificar una deportista por su relación familiar o amorosa.
Este Explicador es parte de un proyecto conjunto entre Chequeado y PNUD Argentina para aportar información verificada durante el Mundial de Fútbol femenino 2023 en Australia y Nueva Zelanda.
Fecha de publicación original: 17/07/2023
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