Vacuna COVID: quiénes deben aplicarse una cuarta dosis y qué evidencias hay sobre su efectividad

Última actualización: 20/05/2022

A partir de la recomendación de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain), ministras y ministros de Salud del país reunidos en el Consejo Federal de Salud (Cofesa) acordaron en abril último comenzar con la aplicación del segundo refuerzo de la vacuna COVID-19 primero en grupos priorizados para luego de forma escalonada alcanzar a la población general. 

El objetivo es aplicar esta cuarta dosis “lo más rápido posible a las personas que tienen mayor riesgo, para disminuir así la posibilidad de internaciones, complicaciones y fallecimientos”, explicó la ministra de Salud, Carla Vizzotti.

En esta nota te contamos quiénes deberán aplicarse este segundo refuerzo, con qué intervalo y qué evidencias hay sobre su efectividad.

Quiénes deberán vacunarse

El segundo refuerzo del esquema de vacunación contra la COVID-19 estuvo destinado en una primera etapa al personal de salud independientemente de la edad, las personas mayores de 50 años y las personas de 12 años o más con inmunocompromiso.

En una segunda etapa, se avanzó en forma escalonada con el personal estratégico y personas de 18 a 49 años con factores de riesgo para continuar en la actulidad con todas las personas a partir de los 18 años.

Es importante destacar que el intervalo entre el primer y el segundo refuerzo (tercera y cuarta dosis) debe ser mayor a 4 meses. Y se mantiene la recomendación de esperar 90 días tras el alta de la enfermedad para aplicarse la dosis de refuerzo de la vacuna COVID-19, aunque ya hayan cumplido 4 meses desde la administración de la tercera dosis. Otro dato clave es que la vacuna COVID-19 puede darse en forma conjunta con la vacuna de la gripe. 

Como desde el inicio de la campaña, cada provincia implementa la estrategia de vacunación de la forma que considere más conveniente, a fin de lograr el objetivo de alcanzar los mejores niveles de cobertura en refuerzos. 

En el caso de la Provincia de Buenos Aires, el Ministerio de Salud anunció que todas las personas mayores de 18 años que hayan cumplido los 4 meses desde la última aplicación podrán darse de manera libre y federal la cuarta dosis; es decir, sin necesidad de pedir un turno previamente y podrán vacunarse también los que vivan afuera del territorio bonaerense y que por algún motivo se encuentren en territorio bonaerense. En este link se puede consultar el vacunatorio más cercano.

La Ciudad de Buenos Aires, en tanto, comenzó el 22 de abril último a llamar a los grupos priorizados: todos los mayores de 50 años, las personas inmunocomprometidas y el personal estratégico (trabajadores de salud, educación y seguridad) para luego avanzar con todas las personas mayores de 18 años. La atención en los centros de vacunación es con turno previo. Las citas se otorgan vía mail, WhatsApp y SMS a medida que se cumplen los 4 meses de intervalo.

Evidencias sobre su efectividad

La decisión de la Conain de recomendar un segundo refuerzo se basa en la evidencia sobre la disminución de la efectividad de las vacunas a lo largo del tiempo y el impacto de una segunda dosis de refuerzo en distintos grupos poblacionales, según el memorándum de la cartera sanitaria. “El segundo refuerzo se ve asociado a un incremento de la respuesta inmune, la disminución de la internación y de la mortalidad por COVID-19”, explicaron.

Desde el Ministerio de Salud de la Nación, también justificaron la decisión en avanzar en la aplicación de una cuarta dosis en la circulación de nuevas subvariantes de Ómicron, la estacionalidad y la mayor probabilidad de que ocurre un brote. En este sentido, Vizzotti sostuvo que la Argentina está ingresando a una cuarta ola de COVID-19 tras el aumento de casos de las últimas semanas.

La mayor parte de la evidencia sobre la cuarta dosis procede de Israel. Este país fue pionero ofreciendo ya en diciembre último una segunda dosis de refuerzo a los mayores de 60 años y profesionales sanitarios que habían recibido la tercera al menos 4 meses antes. 

Durante el periodo de Ómicron, los datos del mundo real recogidos de los registros médicos electrónicos en Israel -y resumidos en estudio publicado en Nature- mostraron que las personas de 60 a 100 años tenían una probabilidad significativamente menor de morir por COVID-19 si recibían una segunda dosis de refuerzo en comparación con los inmunizados con sólo 3 dosis.

Otro estudio realizado entre 1,2 millones de israelíes de 60 años o más estimó la eficacia de la cuarta dosis contra la infección por SARS-CoV-2 y la enfermedad grave por COVID19.

Los resultados mostraron una tasa 2 veces menor de infección y una tasa 3,5 veces menor de COVID-19 grave en adultos de este grupo etario en la cuarta semana después de recibir una cuarta dosis en comparación con los adultos que recibieron una tercera dosis más de 4 meses antes. Pero la protección frente a infección parece desvanecerse rápidamente y la protección frente a enfermedad grave se ha seguido sólo 6 semanas. 

Un segundo estudio israelí en trabajadores sanitarios (sin población anciana o vulnerable), sugiere una baja efectividad adicional frente a infección de la cuarta dosis respecto a la tercera. Los autores concluyeron que “una cuarta dosis de vacuna en trabajadores sanitarios jóvenes y sanos puede tener solo beneficios marginales”. Es importante remarcar que en ninguno de los estudios se detectaron problemas de seguridad con la cuarta dosis.

Qué pasó en otros países y el retraso en la tercera dosis

Estados Unidos, basándose en los estudios israelíes, recomendó a fines de marzo la cuarta para mayores de 50 años. En Latinoamérica, Chile las administra a mayores de 55 años, Perú a mayores de 70 y Brasil a mayores de 80. En Europa, Reino Unido aprobó la cuarta dosis para las personas mayores de 75 años y Suecia para las de 65 y más. 

“La cuarta dosis está recomendada  en la Argentina en una primera etapa para el personal de salud, personas mayores de 50 años y los mayores de 12 años con inmunocompromiso. La estrategia es correcta, obviamente a partir de los 4 meses de dada la tercera dosis. ¿Por qué es esto? Porque sabemos que a los 3 o 4 meses comienzan a bajar un poquito los anticuerpos neutralizantes, que son los que previenen la infección”, explicó a Chequeado Jorge Geffner, profesor de Inmunología de la Universidad de Buenos Aires  e investigador del Conicet.

Para el especialista, no hay ningún elemento para pensar en un “agotamiento” de la respuesta inmunitaria por la aplicación de vacunas cada 4 meses. “Incluso hay observaciones accidentales de personas que han recibido por uno u otro motivo 5 o 6 dosis y siguen con niveles de respuesta muy altos. No hay riesgo. Más adelante la frecuencia de dosis dependerá de si surgen o no nuevas variantes”, sostuvo Geffner. 

Además de avanzar con la cuarta dosis, es necesario que más personas se apliquen la tercera dosis. Los datos del Ministerio de Salud de la Nación muestran que aún restan vacunar a 12 millones de personas con la primera dosis de refuerzo.

“Es muy importante avanzar con las terceras y cuartas dosis. Hemos empezado a detectar en la Ciudad de Buenos Aires una subvariante de Ómicron que es la BA.2 que sabemos que es un 20% más contagiosa que la BA.1, concluyó Geffner.

Actualización 20/05/2022: se actualizó la nota con la utima información disponible sobre la segunda dosis de refuerzo