Estrenamos un espacio de análisis para alentar la reflexión

Chequeado está cerca de cumplir 10 años. En este tiempo, con un pequeño equipo de jóvenes súper profesionales y comprometidos, nos convertimos en referentes nacionales, regionales y globales en fact checking, lucha contra la desinformación y periodismo de datos. Esa fue la principal estrategia elegida para alcanzar nuestra misión de mejorar el debate público.

Buscamos entregar siempre información precisa, clara y rigurosa. E intentamos hacerlo sin aburrir, presentándole a nuestra comunidad contenidos en diversos formatos para que reflexione y tome mejores decisiones basadas en la mejor data y evidencia disponibles. Sin importar para qué molino lleve agua.

Trabajamos con colegas de todo el mundo para aumentar los incentivos para que los contenidos informativos de calidad se impongan sobre los otros, y con adolescentes, para desarrollar juntos su pensamiento crítico.

Durante la pandemia del nuevo coronavirus se revalorizó en la Argentina el rol de la comunidad científica y del periodismo profesional, según el último informe del Instituto Reuters de la Universidad de Oxford. Y eso es bueno, porque mejor información supone una ciudadanía y una democracia más fortalecidas.

En Chequeado no buscamos necesariamente llegar primero (aunque claro que lo preferimos), sino publicar contenido de calidad y relevante para la gente que nos sigue. Somos transparentes con nuestro método, nuestro financiamiento, nuestro equipo y con los hechos. Señalar qué se sabe y qué no y apelar a las mejores fuentes disponibles siempre fue una parte esencial de nuestro trabajo. Y, ahora, tiene más sentido que nunca. Porque la “desinfodemia” (la desinformación sobre la pandemia) no sólo genera ruido en las conversaciones sino que puede provocar muertes.

En este contexto tan extraordinario por la falta de certezas, sumamos ediciones (nuestras notas llegan a ser revisadas hasta por 4 personas además del autor) y controles externos a nuestro proceso de producción informativa y nos preguntamos cada vez que vamos a publicar algo si con ese contenido no contribuiremos a aumentar la angustia y el pánico innecesariamente o no estaremos brindando falsas esperanzas. Nos tomamos en serio lo que hacemos.

Hoy inauguramos formalmente el espacio de Análisis editorial, en línea con la madurez del movimiento de fact-checking en el mundo, para sumar una nueva capa de contenido que invite a reflexionar sobre lo que nos ocupa principalmente desde hace casi una década: la calidad y transparencia de la información, los datos abiertos, el acceso a la información, el derecho a la información y el debate público.

Esperamos que les guste.

 

PD: gracias especiales a los lectores que nos pidieron que las notas de análisis tengan un espacio (diferenciado) en nuestro medio. Sus comentarios y críticas nos ayudan a mejorar. Los esperamos en [email protected] o [email protected]