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“No creo que la Argentina se encuentre en una etapa de descomposición institucional”

Una primera impresión que me produjo el artículo es el recurso de la dramatización argumentativa como estrategia de “despabilamiento” de la oposición. Da la sensación que Santiago Kovadloff tiene como destinatario principal del artículo a la propia oposición, pidiendo que pongan la “causa institucional” por encima de cualquier otro matiz que los prevenga de enfrentar juntos al gobierno. Usando un modismo de estos días, Kovadloff le dice a la oposición: “Son las instituciones, estúpidos”. Entiendo que su frustración proviene del hecho de que “lo institucional” no es un eje relevante en el discurso político actual.

Personalmente creo que efectivamente el país vive un período de baja intensidad institucional en algunos ámbitos, incluyendo un cierto carácter hiperpresidencialista del modo de ejercicio del poder por parte del Ejecutivo y una justicia federal con enormes desafíos de legitimidad como garante de la legalidadNo creo, sin embargo, que la Argentina se encuentre en una etapa de descomposición institucional, mucho menos de ausencia de la ley, o estado permanente de ilegalidad en quienes ejercen el poder. Gozamos de una sociedad civil con capacidad de movilización, diversidad de medios de expresión y “ficciones orientadoras” que todavía establecen que “está mal robar, matar o ejercer la violencia física contra alguien”. Interesante constatar que, a pesar de la preocupación generalizada por la inseguridad, y cierta deslegitimación de las instituciones policiales, no crecen los movimientos de justicia por mano propia.

El principal desafío en materia de institucionalidad pasa por cierta expectativa generalizada de reinvención institucional permanente. ¿Cuántas reformas policiales vimos pasar en los últimos años? ¿Cuántas veces se discutió el sistema político en los últimos diez años o el rol del Banco Central? En materia electoral tuvimos en ocho años dos reformas (2002 y 2010), y una contrarreforma (2005). Por eso, el argumento del “shock de institucionalidad” tiene que ser cuidadoso de las propias reglas establecidas para sostener la calidad institucional.

*Director del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).

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