Capitanich: “La Argentina prácticamente ha erradicado los niveles de indigencia”

Durante una nueva presentación mensual ante el Congreso de la Nación, la tercera en la Cámara de Diputados, el jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, afirmó: “La República Argentina prácticamente ha erradicado los niveles de indigencia”.

Mediciones alternativas a los cuestionados datos del INDEC (que calculó una tasa de 1,4% de indigencia al primer semestre de 2013), como la del Centro CIFRA de la CTA oficialista, muestran que en el cuarto trimestre de 2013 alrededor del 4,4% de las personas vivía por debajo de la línea de la indigencia, lo que equivale a 1,8 millones de personas. El centro de estudios utiliza el IPC 9 Provincias para medir la variación de la canasta básica alimentaria, que marca la línea de la indigencia (ver: ¿Qué es y para qué sirve la Canasta Básica de Alimentos?).

De acuerdo con los relevamientos de la Universidad Católica Argentina (UCA), esta tasa se encuentra entre el 5,1 y el 5,5% de la población.

Hubo un descenso de la indigencia en los últimos años (en el primer semestre de 2003 la tasa de indigencia era de 27,7%, según datos del INDEC) en parte gracias a medidas como la Asignación Universal por Hijo (AUH), implementada a partir de octubre de 2009, que tuvieron impacto sobre este grupo social. Así lo señala un informe de la UCA, que hizo un análisis sobre su resultado, entre 2010 y 2012: “Se puede constatar una sustancial mejora de los ingresos familiares de los hogares beneficiarios y del efecto de ese proceso sobre la disminución en las tasas de indigencia y pobreza”.

En la misma línea, el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS), de la Universidad Nacional de la Plata, señala que los diferentes programas de transferencia condicionada de ingresos en América Latina, como la AUH, tienen un efecto en la reducción de la pobreza, pero aún más en la pobreza extrema.

Más allá de este aspecto positivo, la indigencia no está aún erradicada en el país, contrariamente a lo dicho por Capitanich. El informe del Centro CIFRA, incluso, advierte que tanto la indigencia como la pobreza aumentaron a fines del año pasado y que “probablemente la aceleración de los precios tras la devaluación de enero de 2014 provoque un incremento en las tasas de pobreza e indigencia”.

El último informe del Observatorio Social de la UCA, por otro lado, indica que sus encuestas revelan “que al menos uno de cada diez hogares de los principales centros urbanos del país presenta déficits en alguno de los indicadores de pobreza estructural, aún con dificultades para cubrir las necesidades básicas de alimentación y acceder a los recursos estructurales de bienestar”.

La utilización de fuentes alternativas para este tipo de datos se debe a la falta de confiabilidad que presentan las cifras oficiales del INDEC, luego de la intervención del organismo oficial por parte del Gobierno nacional a fines de 2006. Esto imposibilita contar con información sólida y transparente a la hora de adoptar decisiones de política pública.