#ChequeadoMacri: “Logramos reducir en más de un 50% la disposición final de residuos”

Mauricio Macri dio ayer su último discurso de apertura de sesiones de la Legislatura porteña. En un escueto balance, que duró media hora, el jefe de Gobierno mencionó algunos hechos que considera logros de su gestión, como la reducción de la basura que la Capital envía a los rellenos sanitarios de la empresa Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse).

“Hoy podemos anunciar que logramos reducir en más de 50% la disposición final de la basura que generamos en la Ciudad”, destacó. Aunque se logró una gran reducción, el porcentaje de basura enterrado es menor a lo declarado por Macri.

La disposición final a la que se refirió jefe de Gobierno es el último paso de la gestión de los residuos, y “comprende al conjunto de operaciones destinadas a lograr el depósito permanente de los residuos”, de acuerdo con la información del Observatorio Nacional para la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos, que depende de la Secretaría de Ambiente de la Nación.

Es decir, cuando se entierran aquellos materiales que no pudieron ser reciclados o reutilizados. En general, esta disposición final se hace por medio de rellenos sanitarios que implican un diseño que evite la contaminación del subsuelo.

La ciudad de Buenos Aires envía sus residuos para disposición final a la Ceamse, que posee rellenos sanitarios en distintos puntos de la Provincia de Buenos Aires.

En noviembre de 2012, luego de un cruce público con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, Macri se comprometió a reducir para mediados de 2014 en un 78% las cantidades de residuos enviadas a los rellenos en la Provincia. Pero los últimos datos de la empresa estatal muestran que desde ese mes hasta septiembre del año último, la Ciudad disminuyó un 42% la basura enviada a disposición final, y no “en más de un 50%” como anunció el jefe de Gobierno.

Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño señalaron a Chequeado que en el cálculo del 50% se consideran, además del enterramiento de la basura en los rellenos sanitarios (lo que se suele considerar como “disposición final de residuos” a la que se refirió explícitamente Macri), el tratado de residuos que no llegan a enterrarse, a través del Programa de Reciclaje a cargo de cooperativas de recuperadores urbanos, y la basura que las empresas están enterrando de manera propia como parte del Plan de Grandes Generadores que antes se le contabilizaba a la Ciudad.

Las razones del descenso

Entre las razones para la reducción en el envío de residuos, a principios de 2014 se inauguró en la localidad de José León Suárez una planta procesadora, que permite tratar 1.000 toneladas diarias, y recuperar casi 600 de éstas. Esta es la primera planta de separación de residuos con tecnología de Tratamiento Mecánico Biológico (MBT, por sus siglas en inglés) de la Argentina.

A esto se suma la derivación de residuos de la construcción y demolición a las plantas de tratamiento de áridos del Bajo Flores. “Desde marzo de 2013, se encuentran operando allí unas plantas provisorias que procesan un promedio de 2.000 toneladas por día para recuperar áridos, maderas, metales, y tienen un rechazo [materiales que no se pueden reutilizar] de alrededor del 20%”, explicó en este chequeo Raquel Bielsa, investigadora docente del área de Ecología del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).

En esta línea, el Observatorio Nacional para la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos destaca que los residuos enterrados pueden disminuir “si los que no pueden dejar de generarse son sometidos a procesos de reuso y reciclado tantas veces como sea posible, antes de ser descartados definitivamente y enviados a su disposición final”.

Bielsa destacó, entre otras cuestiones, la necesidad de la separación de los residuos en origen (entre reciclables y no reciclables), para que las plantas de procesamiento alcancen una óptima capacidad operativa. “Hace falta que la sociedad empiece a separar inicialmente, y eso se logra con políticas de educación”, había expresado también Consuelo Bilbao, coordinadora de la Unidad Política de Greenpeace Argentina.