Javier Milei y el desarrollo de un plan nuclear: el rol de la Argentina y la vinculación con la IA
- En su discurso en cadena nacional, el Presidente anunció el lanzamiento de un plan nuclear para dar respuesta a la mayor demanda de energía producto del desarrollo de la inteligencia artificial.
- En la Argentina existen 3 centrales nucleares que aportan el 6,5% del total de la energía eléctrica distribuida en el país: Atucha I, Atucha II y Embalse.
- En paralelo, se están desarrollando 2 reactores modulares pequeños (SMR), cuya ventaja es que son transportables y su producción es más rápida, pero aún son prototipos que no fueron puestos a prueba.
En su discurso en cadena nacional, al cumplirse un año de asunción, el presidente Javier Milei (La Libertad Avanza) se refirió a la inteligencia artificial y a cómo el desarrollo de esta tecnología va requerir una mayor demanda de energía. En ese contexto, anunció el diseño y lanzamiento de un plan nuclear, que sería presentado en los próximos días por Demian Reidel, jefe de Gabinete de Asesores del Presidente.
Pero, ¿qué es la energía nuclear? ¿Cuál es su participación en la matriz energética argentina? ¿Cuáles son las centrales nucleares activas? ¿Cuál es el rol de esta fuente de energía en el desarrollo de la inteligencia artificial?
¿Qué es la energía nuclear?
Según describe la Secretaría de Energía de la Nación, “es la energía que se libera como consecuencia de la reacción que se produce cuando se dividen los núcleos atómicos pesados. Ésta es también denominada Fisión Nuclear. Como resultado de este proceso se generan grandes cantidades de calor que son aprovechadas para producir vapor a presión, lo que permite obtener energía mecánica para poner en funcionamiento generadores de energía eléctrica”.
Y agrega: “La energía nuclear tiene la ventaja de producir un bajo impacto ambiental, lo que la convierte en una fuente sustentable, ya que produce ínfimas cantidades de gases que provocan el llamado efecto invernadero”. Uno de los combustibles más utilizados para realizar este proceso es el uranio.
El desarrollo nuclear en la Argentina
De acuerdo con este trabajo publicado por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la historia de la energía nuclear en la Argentina se remonta al año 1949, cuando en la gestión de Juan Domingo Perón (Partido Justicialista) se promovió el Proyecto Huemul, una planta experimental ubicada en la isla Huemul, en las afueras de Bariloche (provincia de Río Negro) a cargo del físico austríaco Ronald Richter.
Si bien el proyecto (que buscaba generar energía a partir de la fusión nuclear controlada) fue suspendido en 1952 por falta de avances, sentó las bases para el desarrollo nuclear de nuestro país. En medio de la experiencia, en 1950 se creó la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), organismo que junto a otros, como el instituto Balseiro, fue clave para el desarrollo nuclear del país, y que llevaron a la Argentina a poseer el primer reactor nuclear experimental de América Latina en 1958 (denominado RA-1).
Actualmente nuestro país cuenta con 3 centrales nucleares: Atucha I (que comenzó a funcionar en 1968 en Lima, en el partido bonaerense de Zárate, y fue la primera de Latinoamérica); Atucha II (como la primera, ubicada en Zárate); y Embalse (en Embalse, Córdoba).
De acuerdo con los últimos datos disponibles, en conjunto las 3 centrales nucleares aportan el 6,5% del total de energía eléctrica distribuida en la Argentina. Sin embargo, Atucha I se encuentra en mantenimiento para poder prolongar su vida útil, y según estimaciones oficiales podría estar parada durante 30 meses.
Pero el desarrollo nuclear no se limita a la producción de energía: también se aplica en diversos sectores productivos como el agro, la industria y la medicina nuclear.
La energía nuclear como solución para la demanda de la IA
Milei se refirió al desarrollo del plan nuclear al hablar de la Argentina como polo de inteligencia artificial en el mundo. “Se viene un resurgimiento de toda la tecnología nuclear, porque es la única energía limpia que tiene la capacidad de suplir las demandas energéticas de la IA”, destacó Reidel.
Un reciente boletín de la Organización Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés) señala que “los centros de datos, la inteligencia artificial (IA) y las criptomonedas están llamados a aumentar su consumo de electricidad en los próximos años” y que “las grandes empresas tecnológicas están considerando activamente la posibilidad de utilizar tecnologías nucleares avanzadas como los reactores modulares pequeños (SMR) como fuentes de energía limpia, fiable y flexible”.
Los reactores nucleares modulares (conocidos en el mundo como SMRs, sigla en inglés de Small Modular Reactors) son centrales de menor tamaño y potencia eléctrica, con menores costos y tiempos de construcción. “Hoy la energía nuclear está creciendo de la mano de los reactores modulares, que son pequeños y pueden industrializarse y exportarse, y su fabricación requiere de montos mucho menores que las grandes centrales”, explicó Julián Gadano, director de política nuclear de la Fundación Argentina Global y ex subsecretario de Energía Nuclear en la presidencia de Mauricio Macri (Cambiemos), en declaraciones a Radio con Vos.
El especialista, además, destacó que la Argentina tiene recursos humanos capacitados y que buena parte de los componentes que requieren estos reactores se fabrican en el país, y agregó: “Tenemos zonas frías, que para los grandes data centers no es poca cosa, ya que las computadoras funcionando todo el día generan mucha temperatura”.
Por su parte, Salvador Gil, director de la carrera de Ingeniería en Energía de la Escuela de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), explicó en este documento que la potencia de los reactores modulares representa un tercio de lo que producen las plantas tradicionales, pero cuentan con una ventaja clave: “Su diseño modular permitiría que sean producidos en fábricas y transportados para su instalación, lo que reduce costos y tiempos de construcción”.
No obstante, el especialista indicó que los SMRs presentan todavía desventajas tales como un costo mayor al de las energías renovables o la producción de gas; la alta demanda de combustibles como el uranio altamente enriquecido (HALEU), que actualmente no se produce a gran escala; y el tiempo de construcción, que si bien es más rápido que los reactores tradicionales, siguen siendo prolongados en comparación con las energías renovables.
Por su parte, Julián Rojo, economista especializado en Energía y director del Departamento Técnico del Instituto Argentino de la Energía (IAE) General Mosconi, dijo a Chequeado que frente a otras fuentes de energía, “la nuclear es estable en el tiempo, es decir, que genera las 24 horas sin intermitencia”, un factor clave para el desarrollo de la IA.
Cuáles son los proyectos de reactores modulares de nuestro país
Actualmente se está construyendo en Lima (partido bonaerense de Zárate) el CAREM, mientras que en Ezeiza se avanza en la puesta en marcha del RA-10.
No obstante, estos proyectos no se encuentran próximos a implementarse. Gil indicó a este medio que el CAREM es un prototipo de investigación para dar lugar a futuros desarrollos en la materia, y que en el mundo esta tecnología aún no se está aplicando. “Hay muchos proyectos, pero no hay ninguno que funcione y se pueda evaluar”, señaló. Rojo coincidió en que los proyectos modulares en desarrollo “son todavía prototipos que por ahora no son comercializables”
En el mismo sentido, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, indicó en su último informe al Congreso que la fecha de finalización del CAREM “no está definida ya que se trata de un desarrollo innovador y se están dirigiendo los esfuerzos a probar acabadamente todos los aspectos de ingeniería que así lo requieren”. Sobre el RA-10, estimó que su etapa de construcción finalizará en 2026.
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