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Argentina, polo de inteligencia artificial: ¿qué propone el gobierno de Javier Milei y qué condiciones hay para que suceda?

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • El presidente Javier Milei busca que la Argentina se convierta en uno de los 4 polos de inteligencia artificial en el mundo. Para eso propone un esquema de baja regulación para diferenciarse de la Unión Europea, China y los Estados Unidos.
  • Desde el Gobierno destacan condiciones positivas del país, como la disponibilidad de grandes extensiones de tierra, bajas temperaturas y el capital humano.
  • Los especialistas aseguran que la Argentina tiene potencial pero lo consideran una aspiración y señalan desafíos, como la falta de infraestructura.

“Estamos buscando ser uno de los 4 polos de inteligencia artificial del mundo”, destacó el presidente de la Nación, Javier Milei, durante una entrevista con el periodista Alejandro Fantino en Neura Media. Las declaraciones se dieron meses después de la gira que realizó Milei con el jefe de Gabinete de Asesores, Demián Reidel, en Silicon Valley, California (Estados Unidos) que incluyó reuniones con directivos de empresas como Apple, Google, Meta y OpenAI.

Esta semana, comenzaron a discutirse en comisión en el Congreso una serie de proyectos de ley que pretenden regular la inteligencia artificial (IA) y sus usos en el país. 

¿Qué significa que la Argentina busque ser un polo de inteligencia artificial? ¿Cuáles son las posibilidades y obstáculos para que esto suceda? ¿Qué están haciendo otros países alrededor de la inteligencia artificial? Te lo contamos en esta nota.

¿Qué propone sobre inteligencia artificial el gobierno de Javier Milei? 

“En la Argentina hoy se alinearon los planetas para que sea el cuarto polo de inteligencia artificial”, dijo Demián Reidel en el programa de Canal 26 “La Mirada”. Y agregó: “Milei puso a la Argentina en el mapa y muestra que tiene pasión por hacer las cosas bien y de verdad. Les está diciendo a los empresarios que los vamos a dejar trabajar. Los empresarios lo ven y eso se combina con un problema regulatorio en el mundo. Este es uno de los factores a favor de la Argentina”.

Milei y Reidel aclararon en diversas oportunidades que proponen para la Argentina un esquema de baja regulación para diferenciarse de los 3 centros de inteligencia artificial más importantes: la Unión Europea, China y los Estados Unidos: “Europa es el paladín de la sobreregulación (…), mataron la innovación”; “en China van a hacer lo que se les dé la gana, y eso les da una ventaja comparativa porque tienen menos restricciones”; y en “Estados Unidos hay una competencia entre eficiencia y seguridad”, tiene “una posición tibia” (ver acá y acá).

Más allá del marco regulatorio, desde el Gobierno destacan otros factores necesarios, como la disponibilidad de grandes extensiones de tierra, bajas temperaturas, acceso a “cantidades de energía barata” y el capital humano. Los 3 primeros puntos están vinculados sobre todo a la posibilidad de contar en el sur del país con centros donde alojar y procesar los datos de los modelos de inteligencia artificial (“es que se instalen las plantas en las que los algoritmos aprenden”, sintetizó Milei en X).

El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) aprobado el 13 de junio último junto a la Ley Bases incluyó precisamente a las empresas de alta tecnología entre los sectores que podrán contar con incentivos fiscales, aduaneros y cambiarios por 30 años para inversiones que superen los US$ 200 millones.

¿Qué están haciendo otros países?

La Argentina no es el único país que busca posicionarse en temas vinculados a la inteligencia artificial. En la región, Chile actualizó su Política Nacional de Inteligencia Artificial, y anunció un Plan Nacional de Data Centers con el que estiman inversiones por US$ 2.500 millones. “Chile alberga 22 data centers hoy y esperamos la llegada de 28 más”, dijo el presidente Gabriel Boric. En Brasil, Lula da Silva difundió un plan nacional de inteligencia artificial que prevé inversiones por US$ 4.100 millones hasta 2028.

La Unión Europea aprobó recientemente la directiva de inteligencia artificial, en vigencia progresivamente desde el 1 de agosto, que crea un sistema de obligaciones de acuerdo con los distintos riesgos que implica el uso de la tecnología, desde prohibiciones hasta requisitos de transparencia. Las multas pueden llegar a los € 35 millones o el 7% de la facturación global. En ese contexto, empresas como Apple y Meta retrasaron la implementación de la inteligencia artificial en Europa en contra de la normativa.

En los Estados Unidos, la Oficina de Política Científica y Tecnológica (OSTP) de la Casa Blanca lanzó en octubre de 2022 una Declaración de Derechos sobre inteligencia artificial, con principios y prácticas voluntarias para orientar el diseño, uso y despliegue de los sistemas automatizados, complementada con medidas más estrictas, como una Orden Ejecutiva que establece normas de seguridad, protección y privacidad.

En cuanto a China, el regulador del ciberespacio (CAC) aprobó guías generales y específicas para la inteligencia artificial generativa, que luego suavizó en pos de apoyar el desarrollo tecnológico en el país. Entre los aspectos a evitar está la difusión de contenidos “contrarios a los valores fundamentales” del régimen. El Comité Nacional de Normalización de la Seguridad de la Información propuso requisitos de seguridad, incluida una lista negra de fuentes para entrenar los modelos.

¿Es factible hacer de la Argentina un polo de IA?

Sobre la factibilidad del país para ser líder en la materia, los especialistas marcan capacidades pero lo consideran una aspiración y señalan desafíos. “La llegada de inversiones depende de una ecuación entre retorno y riesgo. El RIGI desde ya que despeja muchas cuestiones”, dijo a Chequeado Ignacio Labaqui, analista senior de la consultora de riesgo Medley Global Advisors.

El especialista agregó que estos esquemas de incentivos tuvieron buenos resultados para atraer inversiones en la industria automotriz en los años 50 y 60 pero hay que ver las especificidades de cada sector.

Para Daniel Yankelevich, informático y director de Datos de Fundar, “la idea de ser el cuarto polo es poco feliz, por la gran diferencia de escala y desarrollo tecnológico con Estados Unidos, China y la Unión Europea, pero también con India, Israel, el Reino Unido o Brasil”. El propio Reidel reconoció que “no podemos decir mañana ‘somos un polo, somos EE.UU’, es ridículo. No tenemos el desarrollo en infraestructura ni la estabilidad política”.

En sintonía, Fabián Ruocco, director Ejecutivo de la Unidad de Vinculación Tecnológica del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (Cedyat), resaltó el potencial de jóvenes formados, aunque advirtió deudas en temas como conectividad.

Según el Índice de Preparación para la inteligencia artificial del Fondo Monetario Internacional (FMI), que mira la infraestructura digital de los países, el capital humano y las políticas del mercado laboral, la innovación y la integración económica, y la regulación y ética, la Argentina (47 puntos) está lejos de los Estados Unidos (77 puntos), de países europeos como Francia (70) y Alemania (75), de China (64), pero también de Australia (73), Canadá (71), Chile (59), Brasil (50) o Colombia (49).


Fuente: FMI.


“La Argentina tiene un gran potencial para desarrollarse como referente, principalmente debido a su potente ecosistema de empresas de la economía del conocimiento que ha aportado una docena de unicornios”, señaló a este medio Luis Galeazzi, director Ejecutivo de Argencon, entidad del país que nuclea a empresas prestadoras de servicios de todos los verticales de la economía del conocimiento. Y defendió la propuesta de la cámara sectorial para adoptar un marco regulatorio flexible, “que evite la excesiva burocracia y fomente la innovación”.

Para Yankelevich, existe un discurso del Gobierno, pero no una iniciativa concreta asociada, por ejemplo, a través de una ley, un programa de desarrollo o un centro de investigación especializado que estaría sustentada en pilares como “una cultura emprendedora e investigación articulada con las universidades y centros de estudios, inversiones y financiamiento (que en la Argentina es pequeño)”.

Como ventajas del país, Galeazzi destacó la incorporación del rubro tecnológico en el RIGI, además del talento humano, la ubicación geopolítica, las temperaturas frías (“ideales para la instalación de data centers) y el potencial energético renovable.

Esto último, es muy relevante, dado que una crítica a la inteligencia artificial es la cantidad de energía que consume. “Es fundamental entender a qué se refieren por inversiones en IA. La cadena de valor en tecnología no es sencilla, y algunas inversiones pueden generar poco derrame en la sociedad”, concluyó Yankelevich.

Fecha de publicación original: 11/08/2024

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Comentarios

  • Matias Feldman24 de agosto de 2024 a las 6:51 amEn Vaca Muerta se desperdicia gas, que podría canalizarse para dar energía a los datacenters (ademas de eólica). Es gas que por si propio proceso se descarta al aire en vez de una plantita generadora.

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