Nelson Castro: “Hoy hay cinco millones de personas con planes”
“La Argentina tiene una necesidad de reconstrucción muy fuerte que va a necesitar un acuerdo político, empresarial y demás, porque el tema de la solución de los excluidos… Hoy hay cinco millones de personas con planes, y por supuesto nadie se los puede sacar. Porque por supuesto no tienen ninguna otra alternativa”, dimensionó el periodista Nelson Castro durante el programa “Almorzando con Mirtha Legrand”.
Si bien no hay una definición precisa, el número es correcto o incluso podría ser mayor. Pese a esto, los especialistas destacan que los montos son bajos y advirtieron que el Estado también hace transferencias a los sectores de altos ingresos que pueden ser mayores.
“No hay una definición precisa y universal de ‘plan social’”, señaló a Chequeado el director del Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Universidad Nacional de La Plata, Leonardo Gasparini. A pesar de esto, y a que no existe en la Argentina información pública sobre el total de personas que reciben transferencias y que son manejados por distintos Ministerios y organismos públicos, los especialistas consultados coincidieron en que el número es razonable.
El programa de mayor envergadura es hoy la Asignación Universal por Hijo (AUH), que alcanza a más de 3,6 millones de personas. Si a esto se le suman programas como Progresar y la Asignación por Embarazo que otorga la ANSES, Argentina Trabaja y las pensiones no contributivas del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y Jóvenes con Más y Mejor Trabajo del Ministerio de Trabajo de la Nación se llega a un número cercano a los cinco millones.
Consultado por Chequeado, Nelson Castro respondió que su fuente había sido una nota publicada en el diario Perfil en la que se contabilizaba a la AUH, las asignaciones por embarazo, el plan Argentina Trabaja, las pensiones no contributivas y la última moratoria de jubilaciones.
“El número de planes sociales es extenso, ya que a los programas nacionales habría que sumarle programas focalizados en ciertas áreas o para poblaciones en riesgo, y los programas provinciales o locales”, agregó Gasparini.
Los montos y su distribución
El coordinador del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, calculó que “al menos 22% de los hogares recibe alguna asistencia económica directa (ingresos) del Estado”, unos 2,5 millones de hogares, aunque el número de beneficiarios directos es difícil de estimar porque algunos programas son nominales (destinados a personas) y otros son destinados a los hogares.
Salvia destacó, sin embargo, que la proporción de hogares beneficiarios es alta pero los ingresos per cápita recibidos por estos programas es bajo. “En total no superan el 2,2% del Producto Bruto Interno (PBI). Esto tiene dos implicancias: el 22% es un indicador del subdesarrollo estructural que afecta a un cuarto de los hogares del país que no pueden sostenerse a través de su propio trabajo; dado su bajo peso relativo en el gasto público y en el PBI, es evidente que se trata de programas baratos dirigidos a pobres que no sacan de la marginalidad aunque sí permiten la subsistencia y un mayor control socio-político por parte del Estado”, mencionó.
Para Gala Díaz Langou, coordinadora del Programa de Protección Social de CIPPEC, “es importante tomar en cuenta la totalidad de transferencias que hace el Estado, y ver a todo el universo de la población al que el Estado transfiere recursos”. Al respecto, comparó la AUH con “las asignaciones familiares a trabajadores en relación de dependencia y las deducciones del Impuesto a las Ganancias que terminan siendo de una magnitud mucho mayor que las otras”
Un estudio del Ministerio de Trabajo de la Nación en relación a este tipo de transferencias informa que en el país el 88% de los menores de entre 0 y 17 años está cubierto por algún subsidio estatal, y que la cobertura es mayor entre quienes poseen más ingresos (100% del último quintil) que entre los de menores remuneraciones (80% en el primer quintil). “El Estado le termina transfiriendo mayor cantidad de recursos a los sectores más ricos que a los más pobres”, concluyó Díaz Langou.
Este chequeo contó con la colaboración de Sofía Kowal (@Sofikowal).
Esta nota fue traducida al inglés por Malena Saralegui para la columna de Chequeado en el Buenos Aires Herald.
Fecha de publicación original: 09/12/2014
Comentarios
Creo que el Estado debería controlar en detalle la situación de cada beneficiario para evitar estas trampas que les hacen al sistema.
Ah bue..., o sea que metemos cualquier cosa como un "plan", y cocinamos el número que se nos cante. De paso metamos los subsidios de servicios públicos, así decimos que hay 40M de planeros. Cualquiera el chequeo, el resultado ronda entre Discutible o Insostenible teniendo en cuenta la base de los datos que utilizó el Dr. para la afirmación.
entre nacion y provincia,los casi cuatro
mill de empleados publicos,y los jubilados
sin aportes, hay mas de 14 mill de personas
que reciben ordenes de pago del estado. Ca-
si una poblaciòn similar a la de chile y
varias veces la poblaciòn de Uruguay. No
hace falta ser economista esta situa-
ciòn no es sustentable en el tiempo, sobre
todo en momentos en que el viento de cola
de estos ultimos 10 años, se empiesa a
tornar viento de frente. El gasto publico
es superior al de varios paises desarrolla
dos, con la diferencia que la productividad
de la economia argentina,es muy inferior.ç
Los datos de nelson castro son correctos
y se quedò corto. Tengo el presentimiento
que se avecina un nuevo 6 de febrero de
1989.
En cambio en la AUH o en la misma que se les otorga a los empleados que tienen menores ingresos, el estado sí transfiere recursos en forma de subsidio.
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