Prat Gay: “El porcentaje de empleados que perdió su trabajo en el primer trimestre es el más bajo de los últimos siete años”
El ministro de Hacienda y Finanzas de la Nación, Alfonso Prat Gay, criticó en una entrevista en radio Mitre que “nos hagan creer en esta sensación térmica de que estamos teniendo pérdidas notables de empleo”. Para desmentirlo, el Ministro argumentó: “Para un primer trimestre el porcentaje de empleados que han perdido su trabajo es el más bajo de los últimos siete años”.
Según la última Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo de la Nación, que se publicó esta semana, la tasa de despidos -que incluye a las desvinculaciones de personal por despidos sin causa, fin de período de prueba y finalización de obras- en el primer trimestre de este año fue de 0,7 por ciento.
Esta estadística refiere únicamente a los empleados en blanco del sector privado, ya que la Encuesta se realizó a más de 2.800 empresas que cuentan con más de cinco trabajadores registrados. Es decir que no incluye información de los no registrados y los cuentapropistas.
Si se mira la evolución de los datos, cuando se empezó a medir la tasa, este valor es inferior al de otros años, como 2009, 2011 y 2012, pero no es el más bajo de los últimos siete años como señaló Prat Gay.
Al mirar la evolución, la EIL señala que la tasa de 2016 “se encuentra dentro de los parámetros de los últimos seis años”, aunque el indicador aumentó en 2016 luego de registrar tres años de caída con respecto a 2012.
Más allá de los despidos, hay otros dos indicadores que mide la EIL que dan cuenta de la situación del mercado laboral. El primero de ellos es la tasa de suspensiones, que aumentó desde 2013 y se ubicó en el primer trimestre de este año en casi 6 suspensiones cada mil trabajadores, el número más alto de toda la serie trimestral. Esta estadística también refiere únicamente a los asalariados del sector privado registrado.
Una suspensión implica, en la práctica, que el trabajador conserva su puesto de trabajo pero con una reducción de su carga horaria, y, por lo tanto, de sus ingresos (según un informe de 2014 del Observatorio de Derecho Social de la CTA Autónoma ese año la reducción fue del 20 al 25%).
“El aumento registrado en la tasa de suspensiones entre 2015 y 2016 (30%) es el segundo más alto del período 2007-2016”, observó Jorge Paz, director del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico.
“En algunos casos conocidos, el automotriz es el más difundido, las suspensiones son un mecanismo que prefieren los empleadores antes que los despidos hasta tanto no aclare la situación económica”, observó el especialista en mercado laboral de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) Luis Beccaria.
En este sentido, Paz agregó: “Son medidas que apuntan a ajustar costos de producción, lo que muestra a las claras que el problema del empleo no es sino una de las manifestaciones de la distribución del ingreso en la sociedad”.
Otro indicador es el número de contrataciones (o “tasa de entrada”), que el Ministerio mide como porcentaje del empleo total. La tasa de entrada mostró una baja en los dos últimos primeros trimestres, alcanzando su número más bajo al menos desde 2009. Al mismo tiempo, las desvinculaciones de personal (o “tasa de salida”) también cayeron.
En un informe de 2014, el propio Ministerio explicó que “este comportamiento ya se ha verificado en otras etapas de incertidumbre o de crisis. Por un lado, los empleadores deciden no reemplazar la totalidad de los empleados que, habitualmente y por distintos motivos, se retiran de sus empresas. Por el otro, los trabajadores, ante un contexto de mayor incertidumbre, reaccionan reduciendo su movilidad laboral, siendo menos frecuentes las renuncias”.
Al ser consultada por Chequeado, la vocera de Prat Gay señaló que la frase del Ministro hacía alusión a la tasa de salida, es decir a las desvinculaciones de personal de las empresas. Según la última EIL, efectivamente la tasa de salida del primer trimestre de 2016 (2,3%) fue la más baja desde 2010.
Sin embargo, la tasa de salida incluye todo tipo de desvinculaciones de personal, pero no sólo los despidos sino también las renuncias voluntarias de los empleados, entre otros tipos de desvinculaciones. Por lo tanto, la tasa de salida no es un componente que muestre la pérdida de puestos de trabajo involuntarios.
Prat Gay se refirió en su frase a los despidos y el indicador que muestra la pérdida de empleo es la tasa de despidos. Esa tasa, como se afirma en la nota, está por debajo de 2009, 2011 y 2012, pero no es la más baja del período mencionado.
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