Prat Gay: “Se están fugando US$ 2.500 millones por mes en la Argentina”
- No se puede saber realmente cuánto se fugó en los últimos meses ya que no hay suficientes datos disponibles.
- La Formación de Activos Externos, uno de los datos que se usa para medir la fuga de capitales, fue de US$ 183 millones en abril último, mucho menor a la marcada por el economista.
- Sin embargo, debido a las restricciones para comprar dólares, los especialistas coinciden en que no sería correcto tomar ese dato oficial como concluyente, ya que hay parte de la “fuga” que no está incluída en esa cuenta.
Alfonso Prat Gay, el ex ministro de Hacienda y Finanzas Públicas de la Nación durante el gobierno de Mauricio Macri, aseguró en una entrevista radial con La Once Diez que “se están fugando US$ 2.500 millones por mes”.
Según los últimos datos oficiales del Banco Central de la República Argentina (BCRA), si se mira la Formación de Activos Externos (FAE) -uno de los métodos que se usa para estimar la “fuga” de capitales- en abril se fugaron US$ 183 millones, muy por debajo de la cifra que dio el economista. Pero los especialistas marcan que esto en parte se debe a las limitaciones para la compra de dólares y que, en años previos, cuando hubo “cepo cambiario” esta FAE otorgaba datos mucho menores a la fuga de capitales estimada con otras metodologías.
Para tener una noción más abarcativa de cuánto fue la fuga en los últimos meses, hay que tener en cuenta también la compra de divisas que ocurren fuera del sistema bancario −como el dólar blue u otras operatorias como el “contado con liqui”-. Hay otros métodos para medir la fuga que incluyen esas operaciones, pero todavía no hay datos oficiales ni estimaciones que proporcionen este dato actualizado. Chequeado consultó a Prat Gay en reiteradas oportunidades sobre la fuente de su afirmación, pero hasta el momento de la publicación de esta nota no obtuvo respuesta.
Qué es la fuga de capitales
La definición más amplia y difundida de “fuga de capitales” hace referencia a todas las divisas (los dólares) que salen del sistema financiero argentino. ¿Qué quiere decir esto? Si una empresa multinacional con locales en la Argentina envía parte de sus ganancias a su casa matriz, se va a incrementar la cantidad de capitales que se fugan. Pero esta también aumenta si un individuo o una empresa utiliza dinero para comprar dólares y guardarlos en una caja de seguridad o en su hogar, ya que dejarían de estar en el sistema bancario. Es decir que para ser considerado fuga de capitales, el dinero no necesariamente tiene que salir del territorio nacional, sino que simplemente tienen que ser dólares que se retiren del sistema financiero local.
Qué datos hay sobre 2020
La forma más común de medir la fuga de capitales es a través de la Formación de Activos Externos (FAE) calculada por el Banco Central. Leandro Bona, economista e investigador del Conicet, explicó en esta nota que esta medida “es la que más se usa porque los datos están mensualmente y son los más actualizados, aunque no necesariamente son los más abarcativos”. Esta cuenta no contempla las operaciones del mercado informal, que aumentaron considerablemente debido al cepo cambiario: a fines de octubre del año último, la administración de Mauricio Macri restringió la compra a US$ 200 mensuales por persona y, ya bajo el mandato de Alberto Fernández, estas medidas se profundizaron.
La FAE mide las inversiones que realizan argentinos fuera de su país, así como los dólares que compran de manera formal. Según las estadísticas del Banco Central, la FAE de abril (último dato disponible) fue de US$ 183 millones, la más alta desde que Fernández asumió la Presidencia, pero muy por debajo de los US$ 2.500 millones que mencionó Prat Gay. También es muy inferior el dato si lo comparamos con la etapa en la que no había limitaciones a la compra de dólares.
Como se observa en el gráfico, en los períodos con cepo cambiario, la FAE se ve fuertemente reducida. Esto es porque esta cuenta no muestra el total “fugado”, ya que no tiene en consideración lo que ocurrió con otros factores, como puede ser la fuga de divisas originada en el mercado paralelo, que se amplifica cuando hay restricciones legales para operar con divisas.
Debido a esto, tomar solo datos de la FAE para medir la fuga es incompleto. Bona, al igual que Matías Rajnerman, economista jefe de la consultora Ecolatina (que fue fundada por el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna), sostuvo que “parece complicado llegar a los US$ 2.500 millones que mencionó Prat Gay teniendo en cuenta todos estos factores, pero en realidad no hay datos actualizados para poder corroborarlo”.
Los últimos datos son incompletos
Rajnerman explicó a Chequeado que “no hay un número exacto de todo lo que es compra de divisas en el mercado informal”, como ya se había explicado en esta nota.
Igualmente, hay otras formas de estimar la fuga de capitales que toman en cuenta en sus datos ese tipo de operaciones. Este es el caso del método residual de la Balanza de Pagos, que “considera como fuga a todos los dólares que ingresaron al país y no se transformaron en reservas del Banco Central”, como explicó Bona a Chequeado. Sin embargo, no hay cifras actualizadas para los meses recientes.
Si se observan estimaciones realizadas por Bona durante el cepo cambiario instaurado durante la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner (empezó en octubre de 2011 y terminó 6 días después de que asumiera Macri en diciembre de 2015), también se puede ver una gran diferencia entre la FAE y las otras metodologías. Por ejemplo, en 2013 la FAE fue negativa en US$ 397 millones de dólares, mientras que la fuga de capitales medida por el método residual fue positiva en US$ 7.238 millones.
Por esto mismo, como no se puede confirmar la cantidad de dólares que se están fugando por mes, la calificación del chequeo es insostenible. Como marca el método de Chequeado, esta calificación se usa cuando una afirmación resulta imposible de chequear, o surge de investigaciones con falta de sustento o graves errores metodológicos.
Fecha de publicación original: 08/06/2020
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