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FrasesVerdadero
La afirmación ha demostrado ser verdadera, al ser contrastada con las fuentes y datos más serios y confiables.

Randazzo, en referencia al kirchnerismo y el macrismo: “Hemos incrementado el presupuesto en materia de planes y cada vez tenemos más pobres”

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • Durante el período 2016-2020 -cuando volvieron a publicarse los números de la pobreza luego de la intervención del INDEC-, los gastos destinados a ayuda social se incrementaron un 7,2% en términos reales.
  • En ese mismo período, la pobreza aumentó 11,7 puntos porcentuales y la indigencia, 4,4 puntos.
  • Los especialistas consultados por este medio destacaron que los programas sociales crean un piso de protección pero no permiten salir de la pobreza.

Durante una charla organizada por la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP), el precandidato a legislador nacional y ex ministro del Interior de la Nación Florencio Randazzo se refirió a la inversión en programas sociales realizada durante los gobiernos del kirchnerismo y el macrismo.

Hemos incrementado el presupuesto en materia de planes y cada vez tenemos más pobres, porque el camino que han iniciado estos 2 extremos, independientemente del buen resultado que han tenido para ellos, es equivocado”, dijo, y agregó: “No podemos someter y cristalizar la pobreza por 20 años con planes. Debemos imaginar una cosa más creativa, tal vez esos recursos ponerlos en la pequeña y mediana empresa ayudándolos a pagar el salario para que ese trabajador se dignifique, pueda capacitarse”. ¿Qué dicen los datos?

Aumentó la inversión social y, por otro lado, creció la pobreza y la indigencia

Como se indica en esta nota, dentro del Presupuesto, el Gasto Social es considerado como la suma de los gastos de la finalidad Servicios Sociales de la Administración Pública Nacional y está destinado a brindar servicios de “salud, promoción y asistencia social, seguridad social, educación y cultura, trabajo, vivienda y urbanismo, agua potable y alcantarillado, y otros servicios urbanos”, según un documento oficial del Ministerio de Economía de la Nación. Dentro de esta categoría, se encuentra la inversión en programas sociales, asignaciones familiares y jubilaciones y pensiones.

Esta metodología oficial es, además, la misma que utilizan fuentes alternativas, como la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) en sus documentos.

De acuerdo con los datos oficiales, durante el período 2016-2020 -cuando volvieron a publicarse los números de la pobreza luego de la intervención del INDEC durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner- el Gasto Social se incrementó un 294% en términos nominales. En 2016, los gastos ejecutados en esa función fueron de $ 1.195.943 millones, mientras que en 2020 ascendieron a $ 4.715.175 millones a precios corrientes. Sin embargo, si se considera la inflación del período, el crecimiento real fue del 7,2%.

Desde el área de Prensa del Ministerio de Desarrollo Social indicaron a Chequeado que actualmente poseen 2 grandes programas sociales bajo su órbita: la Tarjeta Alimentar y el Programa Potenciar Trabajo. En tanto, indicaron que la Asignación Universal por Hijo (AUH) se encuentra a cargo de la ANSES. Si sólo se tomaran estos programas, en el período mencionado tuvieron un incremento real del 33,6%.

Por su parte, la pobreza y la indigencia aumentaron de forma constante. Entre el segundo semestre de 2016 -el primer dato oficial publicado luego de que el INDEC dejara de publicar la estadística en 2013- e igual período de 2020, la pobreza aumentó 11,7 puntos porcentuales y la indigencia, 4,4 puntos.

Este medio contactó a Randazzo y a su equipo de Prensa, pero no obtuvo respuesta hasta la publicación de esta nota.

Los programas sociales crean un piso de protección pero no permiten salir de la pobreza

Nuria Susmel, economista de la Fundación FIEL, señaló a este medio que efectivamente entre 2016 y 2020 “es verdad que se gastó más [en ayuda social] y que también aumentó la pobreza”. En este sentido, sostuvo que la inversión social pasó de representar el 1,9% del PBI en 2016 al 2,5% en 2020.

Un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) también muestra que en 2019 (último dato disponible) el 33,4% de los hogares argentinos recibió algún tipo de beneficio social, contra el 32,9% que lo hacía en 2016. El 33,4% es el número más alto de la serie.

El director del ODSA, Agustín Salvia, señaló a Chequeado que ese número abarca aproximadamente al 40% de la población total, y explicó que en 2020, con la incorporación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la ampliación de la Asignación Universal por Hijo (AUH), esa cobertura trepó al 53% del total de argentinos, aunque en 2021 volvió a ubicarse en torno al 40%.

Para Salvia, “los programas crean un piso que protege a las personas de la indigencia o pobreza extrema, pero no permiten salir de la pobreza”. Y sostuvo: “Eventualmente, en sentido contrario, agravan la exclusión en tanto crean una cultura de la asistencia social como mecanismos fijo o institucional -no temporario ni extraordinario- de protección”.

Respecto de las declaraciones de Randazzo, indicó que “el presupuesto de asistencia aumenta pero la pobreza crece, a pesar de ello, porque ha sido más dinámica la destrucción de empleos formales o trabajos informales, a lo que cabe sumar la inflación”.

En el mismo sentido, Sebastian Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo de UNICEF Argentina, dijo a este medio sobre el aumento de la pobreza: “Hay cuestiones que tienen que ver con el estancamiento, con dificultades para que la Argentina siga creciendo, y niveles de precios preocupantes, que afectan a los niveles de pobreza”. Al mismo tiempo, apuntó a “los ingresos laborales reducidos y la inestabilidad laboral” como las “principales causas” del aumento de la marginalidad.

En la pandemia, sin la ayuda del Estado la pobreza hubiese sido mayor

Susmel consideró que 2020 fue “un año particular para mirar pobreza”. Un trabajo del ODSA publicado en septiembre de 2020 asegura que las estadísticas oficiales del INDEC del primer semestre de ese año -las últimas disponibles y que arrojaron un total de 10,5% de indigencia y de 40,9% de pobreza-, “son un promedio de 2 trimestres que presentaron niveles muy distintos”.

El estudio sostiene que durante el segundo trimestre de 2020 -fecha en la que comenzaron las restricciones a raíz de la pandemia del coronavirus- “la tasa de indigencia habría sido de 13,6% y la tasa de pobreza de 47,2%”. Y agrega que, sin la ayuda complementaria del Estado -el IFE y los bonos extraordinarios de la AUH, entre otros-, la indigencia hubiera trepado al 18,1% y la pobreza, al 51,1%.

En el mismo sentido, Waisgrais dijo: “En abril de 2020, el 18% de la población percibía una tarjeta Alimentar u otro apoyo alimentario, hoy estamos cerca del 40%. Sin esto, los niveles de pobreza serían superiores”.

Por lo tanto, la frase de Randazzo es verdadera, según el método de Chequeado. Los gastos destinados a ayuda social se incrementaron un 7,2% en términos reales entre 2016 y 2020. En ese mismo período, la pobreza aumentó 11,7 puntos porcentuales y la indigencia, 4,4 puntos. Los especialistas consultados por este medio destacaron que los programas sociales crean un piso de protección pero no permiten salir de la pobreza.

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La frase que impulsa este chequeo fue buscada de manera automática, y luego seleccionada por periodistas, a través de “Chequeabot”, el nuevo sistema de automatización en el que trabaja Chequeado.

 

Fecha de publicación original: 24/06/2021

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Comentarios

  • Reinaldo28 de junio de 2021 a las 9:45 amEste hombre será muy buen CPN...`pero parece que no se enteró que desde Marzo del año pasado tenenos una pandemia(además de la que sufrimos desde el 2015 hasta el 2019) y que debimos estar inactivos varios meses...
  • Fabrizio7 de julio de 2021 a las 12:06 pmChequeado. Excelente informacion y tratamiento. Casi siempre. En este caso, como en el de la información sobre un supuesto descenso en la criminalidad de Buenos Aires (en la que Chequeado advierte acertadamente que Berni no considera la situación de aislamiento generada por la pandemia lo que influye en ese supuesto descenso de la criminalidad), aquí también debería tenerse en consideración la pandemia que ha influido drásticamente en la economía y en la vida de los ciudadanos. Mas allá de que en la nota no se incluye el periodo 2021, si se refiere al año 2020 y hace un análisis obviando ese "detalle" sanitario de repercusión mundial. De todas formas, muy bueno lo de chequedo, aunque se puede mejorar.

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