¿Por qué es importante modificar el sistema de licencias por maternidad y paternidad?
En la Argentina sólo uno de cada dos trabajadores que son padres o madres puede acceder a una licencia por maternidad o paternidad. Y, los que acceden, lo hacen de forma diferenciada, dependiendo de su categoría ocupacional en el mercado laboral. Por su parte, todos los trabajadores informales, monotributistas y autónomos, que representan a la mitad de los trabajadores, no pueden acceder a ningún tipo de licencias.
En el país existen tres tipos de licencia. Las de maternidad son las que se otorgan a la madre en el período inmediatamente anterior y posterior al parto; las de paternidad son las que se dan a los padres después de acreditar el nacimiento de un hijo; y las familiares sirven para que cualquiera de los dos padres pueda tomarse determinada cantidad de días para atender cuestiones de cuidado específicas.
Ante el poco acceso a las licencias, un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) propone un esquema universal con mayor ampliación de las licencias y que promueva la coparentalidad, donde todos los padres y las madres compartan responsabilidades de cuidado.
Fuente: Cippec.
Esta reconfiguración del actual esquema de licencias puede lograr tres objetivos claves para la Argentina:
-En primer lugar, contribuir a una mejor conciliación de la vida productiva con la reproductiva de las familias. Las licencias permiten a los trabajadores liberar “tiempo” del empleo remunerado para destinarlo a la crianza. Esto es fundamental para revertir la situación en la que nos encontramos hoy: el ingreso masivo de las mujeres en el mercado laboral no fue acompañado con una división más equitativa de las tareas dentro de los hogares (lo que se conoce como la “revolución estancada”). Tampoco se propiciaron políticas que garanticen el cuidado de los segmentos poblacionales dependientes: niños, adultos mayores y personas con discapacidad. Esta situación actualmente recae en los hombros de las mujeres, quienes dedican casi el doble de tiempo que los varones a las tareas no remuneradas de cuidado.
-En segundo lugar, las licencias contribuyen al desarrollo infantil. Está demostrado desde las neurociencias que este tipo de políticas tiene un impacto importante sobre el bienestar de los recién nacidos durante sus primeros meses de vida, al contar con referentes de apego estables. Además, la evidencia sugiere que este desarrollo es todavía mayor si el bebé está acompañado por el padre y la madre (o las diversas configuraciones de familias que puedan existir), ya que al haber dos adultos se reparten mejor las tareas y se disminuyen los niveles de stress. Esto genera, por ejemplo, que la lactancia materna sea más exitosa y duradera.
Finalmente, promover un esquema de correspondencia familiar y estatal permitirá debilitar la concepción errónea de que “las mujeres cuestan más” a la hora de contratar a un empleado. Al extender las licencias por paternidad se equipararía este sesgo y se revertiría la discriminación por género en el mercado de trabajo. Esto contribuiría a una mayor y mejor inserción laboral de las mujeres, situación en la que Argentina muestra un grave déficit a pesar de los avances realizados.
Para más información sobre el tema, ver: “Cuánto tiempo de licencia paga por maternidad cada país”
* Directora del Programa de Protección Social de Cippec.
Fecha de publicación original: 29/06/2016
Comentarios
Valoramos mucho la opinión de nuestra comunidad de lectores y siempre estamos a favor del debate y del intercambio. Por eso es importante para nosotros generar un espacio de respeto y cuidado, por lo que por favor tené en cuenta que no publicaremos comentarios con insultos, agresiones o mensajes de odio, desinformaciones que pudieran resultar peligrosas para otros, información personal, o promoción o venta de productos.
Muchas gracias