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Las mujeres argentinas dedican casi el doble de horas que los hombres al trabajo doméstico

Las mujeres que realizan trabajo no remunerado dedican una cantidad significativamente mayor de tiempo a esas tareas que los hombres que participan de las labores domésticas. Y aunque existen variaciones -según las edades, las clases sociales y la situación laboral, entre otras-, la diferencia en relación a los hombres es una constante.

Estas son las conclusiones del análisis del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), en base a la última Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAUH) del INDEC, que incluyó un módulo sobre el uso del tiempo, y en particular del trabajo no remunerado, es decir el trabajo que se hace en el hogar y por el cual no hay un pago. Este incluye quehaceres domésticos, cuidado de niños menores de 15 años y cuidado de miembros del hogar de más de 60 años.

Algunos puntos destacados del análisis:

– Las mujeres destinan un tiempo sustantivamente mayor que los varones al trabajo no remunerado doméstico.

Mientras las mujeres que realizan trabajo no remunerado declaran dedicar en promedio 6,4 horas diarias a las actividades domésticas, los varones que lo hacen declaran dedicarle 3,4 horas diarias.  Además es clave entender que la tasa de participación de las mujeres, es decir las que realizan trabajo doméstico, llega casi al 90%, contra el 58% de los hombres que declara hacerlo.

El tiempo promedio destinado al apoyo escolar es el que presenta menos diferencias entre varones y mujeres: casi dos horas diarias en promedio.

Las horas de trabajo domésticas no remuneradas de las mujeres aumentan entre los 30 y los 59 años.

También se incrementa el trabajo cuando se vive en pareja, cuando hay menores de seis años en el hogar, cuanto menor es la jornada de trabajo en el mercado laboral, y cuanto peor es el nivel de ingreso del hogar en el que viven.

Las mujeres ocupadas destinan 5,9 horas diarias.

Aun cuando las mujeres desocupadas e inactivas destinan mayor cantidad de tiempo (7,6 y 6,7 horas,  respectivamente), las mujeres ocupadas destinan un tiempo sustantivo. Esto genera largas jornadas de trabajo total y limita la disponibilidad de tiempo “para sí” (dedicadas al autocuidado, al esparcimiento o la capacitación).

Hay pocas diferencias entre los varones que realizan trabajo doméstico no remunerado en la cantidad de horas que dedican a esas tareas.

La situación ocupacional, el nivel de ingreso, la posición en el hogar, el nivel educativo o la edad, no cambia significativamente la cantidad de tiempo que destinan al  trabajo no remunerado.

La única razón por la cual los varones incrementan moderadamente su dedicación es ante la presencia de menores de seis años en el hogar, pero siempre en proporciones sustantivamente menores a las mujeres.

Las mujeres de hogares de menores ingresos son las que más tiempo destinan al trabajo no remunerado, ya que enfrentan las mayores demandas de cuidado, tienen peores alternativas para su organización, y acceden a débiles oportunidades de trabajo remunerado.

La encuesta confirma la presunción de una utilización del tiempo diferente por parte de varones y mujeres, y una sobrecarga de las mujeres en las responsabilidades de cuidado, más allá de algunas limitaciones metodológicas, explicitadas en el informe de ELA, que puede tener la encuesta.

El informe completo está disponible acá.

Esta nota contó con la colaboración de Jennifer Skrobacki y Constanza Lambertucci.

Fecha de publicación original: 23/04/2015

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Comentarios

  • Fabio Galvez2 de febrero de 2017 a las 8:55 pmNadie las obliga a hacer lo que hacen. Si les parece mal, que se nieguen a hacerlo, y EXIGAN a sus parejas y maridos que las ayuden. Dejen de victimizarse todo el tiempo, ya resulta hartante. Una cosa son asuntos graves como la trata o los femicidios, y otra tonterías como esta....que tu marido te ayude, y sino te buscás otro, listo.
    • Mabel6 de diciembre de 2017 a las 4:22 pmUna de las principales causas de divorcio son los problemas de conviviencia que a su vez están relacionados con los problemas de colaboración en el hogar. No es tan facil divorciarse porque cambiarías una colaboración desigual por una colaboración nula y además perderías el apoyo económico del hombre. No hay que responsabilizar a la mujer por casarse con un vago explotador, sino al hombre por no cumplir con los compromisos acordados en el contrato matrimonial o en la convivencia.
  • Carlos7 de marzo de 2017 a las 3:26 pmNo es mi caso, yo le dedico entre 15 y 25 horas semanales a tareas relacionadas con el cuidado de nuestras hijas, la comida, la casa, las compras en el super y ocasionalmente trámites bancarios, llevar el auto al taller, etc. Mi esposa le dedicó mucho menos tiempo el año pasado, lo cual no está ni bien ni mal: fueron las circunstancias del 2016, y probablemente el 2017 sea distinto. Lo importante no es cuántas horas le dedica cada uno a las tareas del hogar, sino que sea un tema que se discuta y se acuerde en vez de ser una imposición que indefectiblemente caiga en la mujer. Lo que dice Fabio de la victimización en muchos casos es real, aunque depende de cada uno y cada una - ya no existe el imperativo social (aunque en algunos casos el imperativo familiar es fuerte)., y hay muchas más opciones que las que había hace una o dos generaciones. Es cuestión de hablarlo y decidirlo de común acuerdo y de una forma flexible que se pueda redefinir cuando las circunstancias cambien, o rechazar al candidato/candidata. Obviamente digo esto desde el lugar en el que vivo, en la comunidad en la que estoy inserto. No sé cómo será en otra ciudad y/u otra clase social.

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