Pobreza e indigencia: son los mejores datos de los últimos 15 años

El INDEC informó hoy que, en la segunda mitad de 2017, 25,7% de los argentinos vivía con ingresos por debajo de la línea de la pobreza. Este flagelo afecta a casi 11,3 millones de argentinos. Además, la tasa de indigencia fue del 4,8%, lo que indica que cerca de 2,1 millones de argentinos viven con ingresos por debajo de la canasta básica de alimentos.

Este es el primer dato que permite comparar la evolución de este indicador de forma interanual dentro de la gestión de Cambiemos. En este sentido, la pobreza bajó del 30,3% del segundo semestre de 2016 al 25,7% publicado para el segundo semestre de 2017, una baja de 4,6 puntos porcentuales (cerca de 1,9 millones de personas). La indigencia, en tanto, pasó de 6,1% a 4,8% en el mismo período, una caída de 1,3 puntos (aproximadamente 700 mil personas).

Si se comparan estos datos con la serie publicada por el Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad de La Plata en base a los datos oficiales de ingresos medidos por el INDEC, estos datos de pobreza e indigencia serían los menores desde, por lo menos, 2003.

Leopoldo Tornarolli, investigador del Cedlas, sostuvo en esta nota que “en el primer año del gobierno de Macri la pobreza se incrementó respecto del final del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, pero desde entonces se observa una tendencia decreciente”.

¿Cuál es la diferencia entre la pobreza y la indigencia? La tasa de indigencia mide la cantidad de personas con ingresos por debajo de la Canasta Básica Alimentaria, que sólo incluye las necesidades esenciales alimentarias, y que a fines de 2017 alcanzó los $2.150 por adulto. La tasa de pobreza, en cambio, mide la cantidad de personas que tienen ingresos por debajo de la Canasta Básica Total, que amplía la Canasta Básica Alimentaria con la inclusión de bienes y servicios esenciales no alimentarios (vestimenta, transporte, educación y salud, entre otros), y que a fines de 2017 se situó en $5.397 para un adulto.

Si se analizan los datos por regiones, tanto la pobreza como la indigencia disminuyeron en el último año en todas las subzonas geográficas del país salvo en el Noreste (Corrientes, Formosa, Gran Resistencia y Posadas), donde la pobreza subió de 33 a 33,2% y la indigencia pasó de 5,1 a 5,8 por ciento.

Donde más cayó la pobreza es en la región de Cuyo (-9,4 puntos), que está integrada por los aglomerados urbanos Gran Mendoza, Gran San Luis y Gran San Juan (las cifras del primer semestre de 2017 para este último aglomerado aparecen como “observadas”, en línea con lo que sucedió con los datos de desempleo del Gran San Juan, situación que habría desencadenado la salida del instituto de Cynthia Pok, ex directora de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), como se explicó en esta nota).