La Boleta Única Electrónica: cómo es la nueva forma de votar de los porteños (I)
En la elección general de julio “debutamos con la Boleta Única Electrónica (BUE)”, confirmó luego de las primarias el jefe de Gobierno de la Ciudad y precandidato a presidente por el PRO, Mauricio Macri. ¿Cómo funciona?
A diferencia de otras formas de voto electrónico, el sistema que se probó en la Ciudad el último domingo y que se implementará definitivamente en las elecciones generales porteñas de julio mantiene su base en el papel, como ocurre también en Salta. Se debe a que la norma establece como principio que la solución tecnológica sea comprobable físicamente y brinde “mecanismos que permitan realizar el procedimiento en forma manual”.
Así, uno debe acudir al lugar de votación, donde el presidente de mesa le otorgará una boleta en blanco con un número troquelado al final, que él cortará quedándose con la mitad de los números y dejando la otra mitad en la boleta.
Hay que insertar la boleta en una de las máquinas dispuestas en la sala (ya que desaparece el cuarto oscuro), y elegir en la pantalla táctil a quiénes se quiere votar. Uno podrá elegir a los candidatos de un solo partido para todos los cargos que se elijan o seleccionar a candidatos de distintos partidos para cada categoría, según su voluntad.
El orden en que aparecen los candidatos para cada cargo es aleatorio para no incidir en la elección. Las fórmulas seleccionadas se imprimen sobre el papel y se guarda la información en el chip que la boleta tiene dentro.
Existe un verificador en el sistema que se ve en la pantalla para que las personas puedan corroborar que el voto impreso es el que seleccionaron y, en caso de equivocación, pueden volver a hacer el proceso. Luego de doblar la boleta impresa, el presidente de mesa corrobora que el número del troquel coincida (es decir, que sea la misma boleta que él entregó previamente) y el elector la coloca en la urna, como hacía hasta ahora con el sobre.
La posibilidad de votar en blanco aparece como una de las opciones dentro de las categorías de candidatos. El voto se anula al igual que hoy cuando se realiza con boletas no oficiales, si tiene parte de la boleta rota y no permite corroborar cuál fue la opción elegida, o si la boleta presenta inscripciones o marcas de cualquier tipo. Los fiscales pueden recurrir un voto cuando cuestionen su validez, y en ese caso es el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad el que decide si contabilizarlo o no.
Al final de la elección, se realiza un recuento manual de las boletas impresas con el complemento de un lector de los chips.
Sobre estos pasos, a excepción del conteo, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad elaboró este video explicativo:
Fecha de publicación original: 30/04/2015
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