¿Qué es la licuación del gasto que está ejecutando Javier Milei?
- Además de las políticas de recorte de gastos del Estado para llegar al equilibrio fiscal, el Presidente se refirió en varias oportunidades a la “licuadora” o licuación de gastos.
- Es un término coloquial que se utiliza para describir la reducción de un gasto por efecto de la inflación. Es decir, cuando los precios de la economía crecen más que determinada erogación presupuestaria.
- El presupuesto 2024 es una prórroga del de 2023, por lo que se espera que el Gobierno cuente con ingresos adicionales a los previstos en la ley por la inflación.
El 21 de febrero el presidente Javier Milei (La Libertad Avanza) publicó en su cuenta de Instagram la siguiente afirmación: “Parecieran que no ven que la licuación es una forma de pasar la motosierra de corto plazo para hacer que ese recorte en el largo plazo se vuelva permanente… Pero no la ven…” (sic). Lo dijo en alusión al superávit fiscal y financiero alcanzado en enero.
Pero, ¿qué significa concretamente el término licuación en macroeconomía?
¿Qué es la licuación?
Es un término coloquial utilizado para describir la reducción de un gasto bajo el efecto de la inflación. Para Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, “un gasto se licua cuando no se reduce en términos nominales, pero frente a una inflación alta, ese número es menor”.
Para el especialista, así como el salario de una familia, en la medida que se mantenga en el mismo precio se licua porque cada vez compra menos, lo mismo puede pasar con el gasto del Estado. “Es evidente que, si un organismo tiene un millón de pesos para gastar, no comprará lo mismo en el año 2023 que en 2024, cuando en el medio hubo una alta inflación”.
En el mismo sentido, para Lucio Garay Méndez, economista de Eco Go consultores (consultora dirigida por Marina Dal Poggetto), la licuación consiste en reducir el peso de cualquier tipo de gasto manteniéndolo constante o bien haciéndolo crecer nominalmente por debajo de la inflación.
Para el especialista, es común ver este tipo de acciones cuando el Estado decide ajustar en períodos de alta inflación, mientras que en periodos de baja inflación, o donde los precios no suben tanto, es más común ver recortes nominales. “El efecto de la licuación, entonces, es tener cada vez menos no por haber sacado sino por haber subido menos de lo que subieron los precios”, afirmó.
Cabe aclarar que la práctica de licuar no es un fenómeno propio de Argentina. En países con menores inflaciones y con mercados de crédito alto se suele apelar a este recurso para licuar deudas de familias, empresas o el mismo Estado cuando la inflación es mayor a la tasa de interés. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), este fenómeno se dio en muchos países de la región durante las décadas del ‘80 y ‘90 cuando, en un contexto de alta inflación, “se aceptó una explosión inflacionaria mientras las deudas se mantuvieron con intereses fijos”.
¿Cómo está licuando el gasto el gobierno de Javier Milei?
De acuerdo con la Ley de Administración Financiera, el jefe de Gabinete tiene facultades de asignar discrecionalmente todos los ingresos adicionales a los contemplados en el presupuesto. Kalos explicó a este medio que “dado que el ejercicio 2024 es una prórroga del de 2023, los ingresos adicionales vendrán dados por la inflación y eso le da al gobierno capacidad para asignarlos discrecionalmente”. Para el especialista, con la inflación proyectada para este año “entre mayo y junio los ingresos ya van a superar a los del presupuesto de 2023 y el jefe de Gabinete de ministros tendrá la potestad de asignarlos discrecionalmente”.
En rigor, el Decreto 88/2023 prorrogó el presupuesto de ese año para 2024 y está presupuestado en $ 40.250.029 millones de gastos y en $ 28.061.785 millones de ingresos. Sobre lo presupuestado, de acuerdo con los datos de Presupuesto Abierto del Ministerio de Economía de la Nación, ya se ejecutaron el 25% de esos ingresos.
Para Garay Méndez el razonamiento del gobierno parece ser el de “recortar los gastos flexibles”, entre los que agrupa a todos aquellos en los que tiene mayor discrecionalidad, tales como subsidios, obra pública y transferencias a provincias, y “licuar los gastos inflexibles”, como salarios públicos, jubilaciones, programas sociales y “gastos que no se pueden dejar de un día para el otro, o al menos no masivamente”.
Por el lado de los salarios, afirmó que con el aumento de enero en los salarios públicos del 16%, quedaron muy por debajo de las subas en la inflación del 25% en diciembre, el 20% en enero y un estimado de 15% en febrero. En el mismo sentido, el nuevo valor del Salario Mínimo Vital y Móvil, que en febrero fue fijado en $180 mil, representa una caída real -es decir, ajustada por inflación- del 2,2%. Por el lado de las jubilaciones, si bien Garay Méndez consideró que la discrecionalidad es menor por la fórmula de movilidad, entre la inflación de los 3 primeros meses hubo una pérdida real de más del 30%.
¿Es sostenible la licuación del gasto?
El especialista de EcoGo señaló que la licuación reemplazó el esquema inicial previsto por el gobierno que contemplaba una reducción del déficit del 5%, de los cuales 2,2% sería mediante mayores impuestos (como Ganancias y retenciones) y un 2,8% mediante reducción del gasto.
“Como muchos de los ingresos que pretendían recaudar lo iban a hacer a través de Ley Ómnibus que hoy está caída, ese 40/60 -40% vía incremento de ingresos y 60% vía reducción de gastos- hoy se parece más a un 90/10; 90% vía gastos y 10% vía ingresos”, explicó Garay Méndez.
Para el especialista, la licuación no es sostenible en el tiempo: “Los salarios y las jubilaciones ya habían terminado en la gestión anterior en un nivel bajo y actualmente la pobreza ronda el 40/45% de la población. Una vez que terminen las recomposiciones de precios, y ante una supuesta recuperación de la actividad, los distintos sectores económicos van a empezar a negociar paritarias y querer recuperarse”.
Para Kalos, este escenario “siembra muchísima incertidumbre” sobre qué programas efectivamente van a continuar, a la vez que va a generar problemas hasta del tipo legales para cobrar los sueldos de trabajadores del Estado. “Habrá que ver cómo eso se salda con partidas presupuestarias acordes”, detalló.
Fecha de publicación original: 12/03/2024
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