Cuántos argentinos están endeudados y cómo se financian

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) publicó el primer informe de inclusión financiera en el que mide el conocimiento financiero y el acceso a distintos servicios bancarios. Claves para entender la situación del país.

Acceso a servicios financieros: bajo en comparación a la región

En la Argentina hay pocos lugares en los cuales hacer operaciones bancarias: 29.228 puntos, 8,6 cada 10 mil adultos. En Colombia esa proporción es de 39,6, en Brasil de 23,2 y 12,3 en México. Si bien estos puntos de acceso aumentaron un 22% entre 2016 y 2019, todavía hay grandes disparidades tanto dentro del país. 

Esta cifra mide la cantidad de lugares donde una persona puede hacer depósitos o retirar dinero, e incluye tanto sucursales bancarias como cajeros automáticos y las corresponsalías bancarias (agencias complementarias que se establecen por acuerdos entre los bancos y empresas, como estaciones de servicio o supermercados, para acercar los servicios financieros y donde se permite la apertura de cuentas básicas o el otorgamiento de préstamos, entre otras operaciones). No están incluidas en esta cifra los puntos de extracción de efectivo, por ejemplo en farmacias u otros locales similares, que en 2019 alcanzaron un total de 8.415 a nivel nacional (lo que representa 2,5 puntos cada 10.000 adultos).

El estudio marca que “existe una significativa disparidad” en la cantidad de puntos de acceso a nivel provincial. Los últimos datos de marzo de 2019 muestran que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (21,9 puntos de acceso cada 10 mil adultos) y Tierra del Fuego (14,5) son las que tienen mayor cantidad de puntos de acceso, las provincias de la Patagonia se encuentran por encima de la media y las del Norte son las que menos tienen, con Formosa (4,8) al final del ranking.

Cuentas, plazos fijos y financiamiento

El informe muestra que a marzo de 2018, el 80,4% de la población adulta tenía al menos una cuenta de depósito en el sistema financiero y destaca la importancia de la bancarización del cobro de programas sociales y jubilaciones. 

Este 80,4% de tenencia de cuentas de la población “podría considerarse bastante elevado para una economía de nuestras características”, ya que “en las jurisdicciones clasificadas por el Banco Mundial de ingresos medio altos, grupo en el que se encuentra categorizada Argentina, este número se acerca al 73%”.

Además, a marzo de 2019 se registraron en promedio 1,6 cajas de ahorro -tanto en moneda nacional como extranjera- por adulto, con un fuerte crecimiento tras la salida del “cepo cambiario” entre finales 2015 y 2019 de las cajas en moneda extranjera que casi se triplicaron. Además, los depósitos a plazo fijo constituyen el principal instrumento para realizar inversiones.

El estudio también muestra que el 51% de las personas adultas poseía algún crédito con el sistema financiero, cuando en diciembre de 2015 este dato era del 46,8%, según destaca el informe. La tarjeta de crédito ha sido el instrumento de mayor uso. En todos los tipos de asistencia (tarjetas de crédito, adelantos en cuenta corriente y préstamos personales, prendarios o hipotecarios) es mayor el porcentaje de hombres que de mujeres con acceso al financiamiento. 

Educación financiera: sabemos qué es la inflación y el interés, pero no calcular interés

El estudio analiza también el nivel de conocimiento financiero de la población argentina, a través del índice global de educación financiera. “Para el año 2017, la Argentina alcanzó un promedio de 11,5 puntos sobre un total de 21, reflejando un valor relativamente bajo a nivel internacional, dado que se encuentra por debajo del promedio de los miembros del G20 (12,7), del promedio de países OCDE (13,7) y de otras economías de América Latina”, destaca el informe.

Los temas más conocidos por los argentinos fueron la definición de inflación (91% de respuestas correctas) y el concepto de interés (87%), mientras que la mayoría no sabe calcular intereses ni la importancia de diversificar las inversiones. Además, el estudio marca una gran diferencia de conocimiento en la Argentina según el nivel socioeconómico.