Día del Estudiante: en qué situación están los alumnos y las alumnas en la Argentina
- El aprendizaje se vio severamente afectado por el cierre de las escuelas y el dictado de clases a distancia dispuesto por la pandemia de COVID-19.
- Según datos del Ministerio de Educación, en el período 2020-2021 la tasa de abandono interanual en el secundario fue de 4,48%. Sin embargo, si se toma el último año de la secundaria, llega al 15,94%. Entre las causas está la participación de los adolescentes en el mercado laboral.
- Además, según un estudio de alcance internacional difundido por la ONG Bullying sin Fronteras, la Argentina se encuentra entre los países con más casos de bullying y ciberbullying del mundo.
Tras la pandemia de COVID-19, por la cual los gobiernos dispusieron el cierre de las escuelas y el dictado de clases a distancia, se abrieron una serie de interrogantes en 2022 sobre cómo recuperarse de los retrocesos registrados entre 2020 y 2021: más dificultades para comprender textos, más abandono del último año del secundario por salir a trabajar, más inasistencia, entre otros problemas que ya existían pero que ahora se acentuaron.
En este Día del Estudiante en Chequeado te contamos, con datos cuantitativos y cualitativos, y el diagnóstico de especialistas, a qué situación se enfrentan los alumnos y las alumnas en la Argentina tras 2 años especiales.
Disminuyó en pandemia la tasa de abandono escolar, pero aumentó la desvinculación de los alumnos
Durante la pandemia, los principales motivos de abandono escolar son la dificultad que implicó para los chicos y las chicas sostener el ritmo de las clases y de estudio luego de mucho tiempo sin tener clases presenciales; el desinterés respecto de la escuela (ya no querían seguir estudiando); y la participación en actividades productivas (habían comenzado a trabajar), según indicó la Encuesta de Percepción y Actitudes de la Población de Unicef Argentina, realizada en octubre de 2021 sobre “El impacto de la pandemia COVID-19 en la educación de niñas, niños y adolescentes”.
Según datos oficiales del Ministerio de Educación, en el período 2020-2021 la tasa de abandono interanual en el secundario (es decir, el porcentaje de estudiantes matriculados/as en un año de estudio que no se vuelve a matricularse en el año lectivo siguiente como estudiante nuevo/a, repitente o reinscripto) fue de 4,48%, un valor que confirma la tendencia a la baja de los últimos años.
Como se explicó más arriba, si bien la tendencia indicaba una baja de la tasa de abandono escolar en el nivel secundario, la disminución de este indicador está asociado con la resolución de la cartera que lidera Jaime Perczyk, que establecía que “en el marco de la pandemia, las provincias habían determinado en el Consejo Federal de Educación (CFE) hacer promoción asistida”, lo que significa que “los ciclos lectivos 2020 y 2021 fueran considerados uno solo y, por lo tanto, todos los alumnos pasen de grado”, según explicaron desde el área de Prensa de ese ministerio
Si tenemos en cuenta lo que sucede en el último año de la secundaria, la tasa de abandono interanual llega al 15,94%. En relación a los años anteriores, en el período 2019-2020 la tasa de abandono interanual en el último año de la secundaria fue del 17,43% y en el período 2018-2019 fue del 17,94%.
Sin embargo, “estos números no permiten medir lo que sucede en realidad”, porque “quedaron desfasados”, ya que si bien el abandono pudo haber bajado, lo que empezó a ser un problema es la desvinculación de los estudiantes, y ahí los porcentajes son más altos”, señaló a Chequeado Nancy Montes, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en el área de Educación.
Según una encuesta realizada por el Ministerio de Educación en 2020, ese año alrededor de un millón de alumnos habían perdido o tenían casi nulo contacto con la escuela.
“La desvinculación y el abandono tienen mayor incidencia en los sectores más vulnerables, dado que la estrategia de continuidad pedagógica se basó en 2 supuestos regresivos: la tenencia de conectividad/dispositivos y una familia/adultos presentes y capital cultural suficiente para acompañar las tareas escolares. Quienes no poseían estos requisitos o los tenían muy débilmente quedaron afuera”, explicó Claudia Romero, profesora e investigadora de la Universidad Di Tella, en diálogo con Chequeado.
Déficit de escolarización en el nivel secundario
El déficit de escolarización -porcentaje de adolescentes entre 13 y 17 años que no asisten a establecimientos educativos formales o que asisten pero se encuentran al menos un año inferior al correspondiente a su edad según el esquema educativo de cada una de las jurisdicciones- en la escuela secundaria tuvo un cambio de dirección entre 2020 y 2021.
Según el informe “Condiciones de Vida y Desarrollo de la Infancia: Continuidades y Rupturas de la Salida de la Pandemia” del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), durante la última década, se observaba una prevalencia elevada de sobreedad, pero con una sostenida tendencia en descenso y además una mayor estabilidad en la no asistencia y por debajo de los 2 dígitos entre los 13 y 17 años.
Entre 2020 y 2021 se registró un incremento significativo de la no asistencia y, por otro lado, una caída de la sobreedad. “Esto último podría estar asociado a que durante este período pedagógico no hubo situaciones de repitencia (porque les permitieron pasar de grado y/o curso a todos) y, por otro, la desconexión de los adolescentes con muchos de sus 10 o 12 profesores probablemente tuvo como consecuencia el abandono o el reporte de no asistencia por parte de sus adultos de referencia (porque las clases se dictaron a distancia, por videollamada)”, explica el informe de la UCA.
Del mismo modo, Montes explicó a Chequeado: “Al igual que la tasa de abandono escolar, la repitencia va a ser un número raro porque es un año en el que todos promovieron. Eso hace difícil la comparación y lo hará en los próximos años”.
Déficit en el aprendizaje durante la pandemia
Romero explicó que, además de los datos cuantitativos, “hay un impacto muy fuerte de tipo cualitativo, que es la pérdida de aprendizaje, es decir, no sólo lo que se dejó de aprender sino las habilidades que se fueron perdiendo, y los efectos socioemocionales”.
Según datos del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) en base a una simulación (asociada a las pruebas PISA) del Banco Mundial, en la Argentina y en América Latina 7 de cada 10 jóvenes de 15 años no alcanzarían un nivel mínimo de rendimiento, es decir, comprender un texto de extensión moderada. Antes de la pandemia, este indicador estaba en un 52%.
Probablemente, esta pérdida de aprendizajes sea mayor en los estudiantes con niveles socioeconómicos más bajos debido a las mayores dificultades para acceder a una educación a distancia de calidad durante los períodos de no presencialidad y a las menores posibilidades de apoyo en el hogar por el menor nivel educativo de padres y/o madres, según ponen en evidencia diversos especialistas del Cippec en el informe “El impacto de la Pandemia en la Educación Secundaria en Argentina y América Latina”.
“En octubre, con las pruebas Aprender vamos a saber el retraso que hubo en términos de aprendizaje, pero la enseñanza va estar afectada”, señaló Montes a este medio. Y explicó cuál sería la situación ante este panorama: “En 2022 y 2023 si las escuelas no trabajan intensivamente en los contenidos, no se va a recuperar lo perdido. No tienen que dar solo el año sino que tienen que además recuperar las capacidades no desarrolladas, los contenidos no trabajados anteriormente”.
Desigualdades sociales en el acceso a la tecnología
En lo que refiere al acceso a la tecnología, de acuerdo con Unicef Argentina se redujo del 42% al 26% la cantidad de hogares en donde viven niños, niñas y adolescentes que no tienen computadora o tablet para la realización de las tareas escolares entre 2021 y 2022, y del 30% al 8% los que no tienen celulares en el mismo período. Sin embargo, 1 de cada 4 hogares no cuenta con ningún dispositivo en el hogar disponible para la realización de las tareas escolares.
El teléfono celular fue el medio más utilizado por los estudiantes del nivel secundario para no perder la conexión con los docentes durante el 2020 y 2021. Según el informe de la UCA, el 80% de los alumnos utilizaron WhatsApp para continuar con sus tareas.
Durante 2020 y 2021 se evidenciaron desigualdades según la gestión educativa: mientras que en las escuelas de gestión privada el 80,5% de las veces se utilizan plataformas de videoconferencia o streaming, en las de gestión estatal sólo se utilizaron en un 29,4% de los casos, optando por las clases sincrónicas, es decir que no queda registro digital de la clase para ver y/o descargar por internet (los alumnos se conectan y las clases se transmiten pero no se graban).
Aspectos socioemocionales
Según un estudio de alcance internacional difundido por la ONG Bullying sin Fronteras, la Argentina se encuentra entre los países con más casos de bullying y ciberbullying del mundo: 7 de cada 10 niños, niñas y adolescentes en la Argentina sufren bullying o algún otro tipo de maltrato en entornos escolares. Los maltratos -entre enero de 2021 y marzo de 2022- aumentaron un 20% con respecto al informe de 2019.
Además, las oportunidades de socialización y formación en el deporte y la cultura son escasas para más del 80% de los adolescentes. Sin embargo, en el contexto de aislamiento por la COVID-19 se registró un incremento significativo del déficit y una recuperación post pandemia. “Se trata de procesos de socialización casi exclusivos de unas minorías de estratos sociales medios”, advirtió el informe de la UCA.
Fecha de publicación original: 22/09/2022
Comentarios
Valoramos mucho la opinión de nuestra comunidad de lectores y siempre estamos a favor del debate y del intercambio. Por eso es importante para nosotros generar un espacio de respeto y cuidado, por lo que por favor tené en cuenta que no publicaremos comentarios con insultos, agresiones o mensajes de odio, desinformaciones que pudieran resultar peligrosas para otros, información personal, o promoción o venta de productos.
Muchas gracias