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Es falso que “la crisis climática no existe” como afirma una declaración firmada por supuestos científicos

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • Circula en redes sociales una carta firmada por “1100 científicos” en la que se niega la existencia de la crisis climática y se pone en duda el consenso científico acerca de que el cambio climático es causado por el ser humano.
  • Sin embargo, la carta utiliza argumentos falsos para cuestionar la crisis climática, la cual existe y genera consecuencias cada vez más visibles en todo el mundo.
  • Una versión previa de la declaración ya había sido presentada en 2020. Muchos de sus firmantes, tanto antes como ahora, no son científicos y tienen vínculos con movimientos negacionistas del cambio climático.

Circulan en Facebook, Twitter y Telegram diferentes posteos que hacen referencia a una “Declaración Mundial sobre el Clima” firmada por “1100 científicos” que niega la existencia de la crisis climática y pone en duda el consenso científico acerca de que el ser humano es responsable del calentamiento global. 

Sin embargo, sí existe la actual crisis climática y, como contamos en esta nota, genera fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del mundo. La carta utiliza argumentos falsos y no todos los firmantes son científicos: la mayoría tienen vínculos con empresas de combustibles fósiles o movimientos negacionistas del cambio climático.

“La ciencia del clima debería ser menos política, mientras que las políticas climáticas deberían ser más científicas. Los científicos deberían abordar abiertamente las incertidumbres y exageraciones en sus predicciones sobre el calentamiento global”, se lee en la declaración, titulada “no hay crisis climática” que fue compartida más de 50 mil veces a través de los diferentes posteos.

Firmantes sin credenciales

La declaración es una versión actualizada de un texto publicado en 2020 por la organización de los Países Bajos Climate Inteligence (Clintel), fundada por Guus Berkhout, geofísico jubilado, y el periodista Marcel Crok. Clintel se describe como “una fundación independiente que busca generar conocimiento sobre el cambio climático”. 

En un análisis de la declaración del 2020, el sitio especializado en verificaciones sobre el clima Climate Feedback la calificó como “tendenciosa” porque muchos de los firmantes eran empleados de empresas de combustibles fósiles o pertenecían a movimientos negacionistas del cambio climático. El sitio también publicó un análisis del más reciente texto y llegó a una conclusión similar. 

“Es instructivo examinar las credenciales de los firmantes”, escribieron los autores de Climate Feedback y señalaron que varios de los firmantes tienen vínculos con think-tanks o grupos de lobby de Estados Unidos financiados por empresas de combustibles fósiles.

El primer firmante de la declaración es Ivar Giaever, ganador del Premio Nobel de Física en 1973 por sus trabajos sobre superconductores. Google Scholar muestra que no ha publicado ningún artículo sobre la ciencia del clima a lo largo de su carrera. De acuerdo a un conteo de las firmas, únicamente cerca de 10 personas de los 1.200 firmantes se identifican como científicos climáticos. 

La declaración incluye firmas de geofísicos, geólogos, ingenieros, matemáticos, médicos y agrónomos. Pero eso no es todo. Además, aparecen firmas de pescadores, músicos, pilotos de avión, abogados, lingüistas, urólogos, psicólogos y delegados de sindicatos de trabajadores del sector energético, entre otros profesionales. 

“Es difícil de entender que aparezca algo así con lo que nos está mostrando la realidad. La crisis climática no es algo del futuro sino algo que ya estamos atravesando”, explicó a Chequeado Leandro Díaz, climatólogo del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA). Y agregó: “Si hicieras una carta que diga lo contrario tendrías cientos de miles de firmas”. 

Los argumentos falsos de la declaración

La declaración da a entender erróneamente que aspectos de la ciencia climática todavía están bajo debate. Incluye una serie de enunciados que han sido demostrados como falsos en repetidas oportunidades por especialistas climáticos y no da fuentes que los respalden. Chequeado ha analizado dichas afirmaciones en varias oportunidades.

Se afirma en la declaración que, más que las emisiones de gases de efecto invernadero, el calentamiento del planeta puede ser un acontecimiento natural. Si bien es cierto que las variaciones naturales pueden influir en el clima, ello no explica el calentamiento contemporáneo, causado por emisiones generadas por la actividad humana.

Para Díaz, el aumento de la temperatura global en los últimos 150 años ha sido anormalmente fuerte, impulsado por las emisiones de carbono tras la industrialización. La temperatura promedio global ya se ha incrementado 1.1 grados centígrados desde ese entonces y se espera que siga subiendo de no reducir significativamente el nivel de emisiones en los próximos años.

La declaración también cuestiona la relación entre el cambio climático y los eventos extremos, como las sequías, afirmando que “no hay pruebas estadísticas”. Esto se contradice con el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el cual sostiene que el “cambio climático ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos extremos en todas las regiones del mundo”. 

Se afirma, además, en el texto desinformante que el calentamiento global está ocurriendo más lento de lo pronosticado por el IPCC. Ello es falso, ya que las proyecciones de hecho han estado bastante cerca del cambio climático que se observa hoy, tal como se ve en uno de los gráficos del informe del IPCC, donde se compara la suba de temperatura proyectada con la efectivamente ocurrida. 

Por último, la declaración sostiene que el dióxido de carbono (CO2), un gas de efecto invernadero, es “beneficioso para la naturaleza”. Ese argumento fue explorado en un reciente artículo de Climate Feedback. Si bien es cierto que las plantas necesitan CO2 para la fotosíntesis, esto no indica que el calentamiento provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero sea inocuo.

La desinformación climática 

Las narrativas falsas como las reflejadas en la declaración son particularmente frecuentes y potentes cuando se habla de cambio climático. Campañas coordinadas de desinformación han difundido varias veces mensajes que ponen en duda la existencia del cambio climático causado por el ser humano y alientan la inacción. 

Investigaciones han observado una expansión del escepticismo o negacionismo climático, su financiación y los impactos discursivos de sus narrativas en el público. Se busca generar dudas y oscurecer la verdad, de manera que las acciones que se pudieran emprender para reducir las emisiones queden bloqueadas.

Al negar la evidencia, se retrasa la acción, lo que tiene un daño especialmente severo en las generaciones futuras. Algunos autores incluso se han referido a la “industria de la negación” del cambio climático, y sus esfuerzos concertados para difundir desinformaciones a través de los medios de comunicación y las redes sociales.

Chequeado junto con Unesco ha trabajado recientemente en una guía para cubrir las noticias sobre cambio climático sin promover la desinformación. En ella se abordan ejemplos y herramientas útiles para abordar la crisis climática con un enfoque transversal y sin caer en los riesgos de la desinformación.

Fecha de publicación original: 16/09/2022

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Comentarios

  • Pepe13 de noviembre de 2022 a las 9:37 pm"Chequeado" ha tabajado en un guia informativa sobre el calentamiento global con los dólares que le pasó la Unesco.
  • Miguel Caseres4 de octubre de 2023 a las 4:35 pmno pues en 150 años la temperatura ha incrementado 1.1 grados, no pues que aumento tan anormalmente fuerte jaja

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