Jubilaciones: cómo fue cambiando la fórmula de movilidad en los últimos años

El Gobierno nacional anunció el lunes último la fórmula para actualizar las jubilaciones que propondrá para que discuta el Congreso de la Nación en la Comisión Bicameral Mixta de Movilidad Previsional que creó en diciembre de 2019, cuando suspendió la fórmula establecida a fines de 2017 y permitió dar aumentos discrecionales por decreto hasta tener un nuevo coeficiente para aumentar los haberes jubilatorios. 

Esta actualización impacta en casi 8,5 millones de jubilaciones y pensiones -incluyendo también a las no contributivas, como por ejemplo po invalidez- o incluso también a casi 4 millones de titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH). Un repaso sobre cómo fue cambiando esta fórmula en los últimos años durante las distintas presidencias y qué propone ahora el gobierno de Alberto Fernández.

Visualización: Ignacio Ferreiro.

¿Cómo se actualizaban las jubilaciones durante el kirchnerismo?

En 2008, durante la Presidencia de Fernández de Kirchner, se sancionó la llamada “ley de movilidad jubilatoria”, a partir de la cual las jubilaciones empezaron a actualizarse automáticamente 2 veces por año, en marzo y en septiembre, en base a una fórmula que se movía junto a los salarios y a la recaudación impositiva. Previamente, los aumentos eran discrecionales y podían o no darse

Carlos Martínez, economista de la Universidad Nacional de General Sarmiento, explicó a Chequeado que ese sistema no estaba preparado “para niveles de inflación semestrales tan altos”, ya que siempre se producía “un incremento de la jubilación y luego un descenso de su poder de compra por 6 meses, por la forma en la que está armado el sistema de aumentos”. 

De todas formas, esta fórmula generó una ganancia real (es decir, las jubilaciones le ganaron al aumento de precios) de los haberes en la mayoría de los años en los que se implementó, pero produjo una caída en los haberes jubilatorios en años donde se aceleró la inflación (2010 y 2014, durante la Presidencia de Fernández de Kirchner, y 2016, ya en el mandato de Mauricio Macri).

¿Qué cambió con Macri?

En diciembre de 2017, bajo la gestión de Macri, el monto de las jubilaciones pasó a actualizarse trimestralmente según una fórmula que tenía en cuenta a la inflación y a los salarios de períodos anteriores. 

Desde que se aplicó esta nueva fórmula, las jubilaciones perdieron versus la inflación tanto en 2018 como en 2019, como se explicó en esta nota. 

Además del incremento de la inflación, que genera que los aumentos de la jubilación la corran de atrás, esta pérdida de poder adquisitivo se dio por 2 razones, según explicó Martínez. La primera es que en la gestión de Cambiemos cayó el salario real, que impactaba en la actualización de las jubilaciones por ser uno de los indicadores de la fórmula. 

Y, la segunda, es que en marzo de 2018 en vez de actualizarse por la inflación de los 6 meses previos -como se venía haciendo- se actualizó por la inflación de los anteriores 3 meses. Es decir, en el paso de una actualización semestral a trimestral, los jubilados se perdieron la actualización de un trimestre (el que va de septiembre a diciembre de 2017).

¿Qué pasó con Fernández y qué propone ahora el Gobierno?

La Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública votada por el Congreso en diciembre de 2019 -a pocos días de la asunción de Fernández- suspendió por 180 días la fórmula de movilidad de 2017. A mediados de junio último, el Presidente decretó la extensión de esta suspensión por otros 180 días, es decir, hasta fines de 2020.

La ley también determinó que “el Poder Ejecutivo Nacional deberá fijar trimestralmente el incremento de los haberes previsionales” atendiendo “prioritariamente a los beneficiarios de más bajos ingresos”, así como ordenó crear una comisión para determinar una nueva fórmula.

Los aumentos discrecionales que dio el Gobierno para los jubilados estuvieron por debajo de los que les hubieran correspondido por la fórmula de 2017 y no todos los aumentos le ganaron a la inflación, como se explicó en esta nota.

El lunes último, el Gobierno nacional comunicó que propondría al Congreso volver a una fórmula como la que regía desde 2008, que se actualiza mitad por los salarios y mitad por la recaudación. En el comunicado oficial, el Ministerio de Economía de la Nación destacó que “una fórmula atada a la inflación no es deseable en la Argentina” y sostiene que “incluir la recaudación en la fórmula permite compartir el crecimiento y, al mismo tiempo, cuidar la sustentabilidad fiscal”.

“Ajustar jubilaciones por la recaudación es una mala idea. Casi todo el mundo lo hace por inflación, salarios o una combinación de ambos, por buenas razones para eso. El objetivo de la movilidad es proteger el poder adquisitivo de los beneficios, dándoles previsibilidad. La recaudación no aporta a esto, porque es muy volátil (sube rápido en buenos tiempos y baja en los malos), la información es poco transparente y las reglas cambian seguido en función de políticas tributarias”, sostuvo en Twitter Rafael Rofman, economista e investigador principal de Desarrollo Económico y Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).

Esto se anunció en la misma semana en la cual llegó al país una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para negociar un nuevo acuerdo mediante el cual la Argentina devuelva los casi US$ 53 mil millones que le debe al organismo internacional.

Según explicó a Chequeado Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, esto está relacionado: “Al FMI siempre le interesa la seguridad social en todos los países porque es donde se mueve la mayor cantidad de plata”. Además, el especialista destacó que todavía “hay algunos detalles” que no se saben de la nueva fórmula, como por ejemplo cuándo comenzaría a regir.

Las prestaciones de la Seguridad Social, principalmente jubilaciones, representarían el 35% del Presupuesto de 2020, según la estimación oficial, y son el gasto más importante del gobierno nacional. Para 2021 está planificado que las prestaciones previsionales signifiquen el 38% del total.