Preguntas y respuestas sobre el uso de los tapabocas y barbijos

A 6 meses de que la pandemia del nuevo coronavirus haya cambiado al mundo y a más de 4 del inicio de la cuarentena en la Argentina, el uso del tapaboca y del barbijo sigue despertando polémica en ciertos casos. Todavía se puede ver a personas en la calle que usan erróneamente estos elementos de prevención debajo del mentón o con la nariz fuera.

Como ya escuchamos miles de veces, el coronavirus se transmite, principalmente, mediante las gotículas respiratorias. La transmisión se produce cuando una persona entra en contacto cercano -es decir, a menos de un metro con un individuo infectado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)- y se expone a dichas gotículas que producen que el virus entre por la nariz, la boca o los ojos.

Pero, ¿cómo se debe colocar el tapaboca? ¿Quién debe usar el tapaboca y quién el barbijo? ¿Son obligatorios? ¿Se lavan? ¿Se desechan? Acá repasamos algunos conceptos básicos que es conveniente recordar.

¿Cómo se deben colocar?

El uso de los tapabocas caseros para cubrirse el rostro no tiene la intención directa de proteger a quien lo usa sino cuidar a las personas que están a nuestro alrededor y evitar que se propague el virus, en caso de que estemos contagiados y lo sepamos, o no (porque podemos ser asintomáticos).

Aunque muchas veces vemos en un local o en el supermercado a personas con la nariz fuera del tapaboca o con la tela por debajo del mentón, este no es el uso correcto de este elemento de protección.

¿Por qué? La OMS, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) y el Ministerio de Salud de la Nación recomiendan que el tapabocas cubra la boca, la nariz y la barbilla, y que estén ajustados de modo que no queden aberturas por los costados. Así se logra contener a las gotículas que una persona produce al toser, estornudar, hablar o cantar.

Para ponernos o sacarnos el tapaboca, lo mejor es siempre hacerlo a través de las tiritas que se colocan tras las orejas o la cabeza. Así, se evita tocar la parte delantera del tapaboca, que puede estar contaminada, y evitar que, si estamos contagiados sin saberlo, el virus termine en nuestras manos.

Según la OMS, el uso de mascarillas higiénicas o de tela puede aumentar las posibilidades de infección por el virus de la COVID-19 si se tocan a menudo con las manos sucias y se contaminan, o si la mascarilla se mantiene sobre otras zonas de la cara o la cabeza y después se vuelve a colocar sobre la boca y la nariz, como indica esta imagen viral que circula en Twitter. Es por eso que, antes y después de quitarnos el tapaboca, es conveniente lavarse las manos.

“No bajes la máscara hasta la barbilla”, indica una imagen viral en Twitter.

¿Quiénes deben usar un tapaboca y quiénes un barbijo?

El tapaboca está recomendado en la Argentina para aquellas personas que estén en las zonas de transmisión local o comunitaria de la enfermedad COVID-19. Su uso es obligatorio en transportes públicos nacionales y en varios distritos del país, como en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.

No se recomienda su uso para niños menores a 2 años, cualquier persona que tenga problemas para respirar o que esté incapacitado para sacarse el cobertor sin ayuda.

Para aquellas personas que tengan la COVID-19 o que asistan a personas con la enfermedad es obligatorio el uso de un barbijo quirúrgico. “Si bien los barbijos caseros [o tapabocas] no son equivalentes a barbijos quirúrgicos, estos últimos son suministros críticos que deben continuar reservados para los trabajadores de la salud y todos los que se encuentran en la primera línea de atención a la población, que por el alto riesgo que enfrentan, son la prioridad”, señala el Ministerio de Salud nacional.

¿Qué no se debe hacer?

No está recomendado llevar un tapaboca que nos quede suelto ni que esté sucio o mojado, y tampoco que obstruya nuestra respiración. No debemos usarlo por debajo del mentón, tampoco compartirlo con otras personas ni quitárnoslo a menos de un metro de distancia de otra persona, según recomendaciones de la OMS.

Tampoco es conveniente tocarlo cuando está en la boca ni tocarse la cara cuando nos lo quitamos. Si lo hacemos, debemos lavarnos las manos inmediatamente.

¿Qué es importante tener en cuenta a la hora de confeccionar un tapaboca casero?

En abril último, el Gobierno nacional publicó un instructivo sobre cómo fabricar máscaras caseras en reemplazo de los barbijos quirúrgicos, que son escasos y cuyo uso está reservado para el personal de la salud.

Lo que hay que tener en cuenta para este punto es que “se ajusten bien pero cómodamente contra el puente nasal y el costado de la cara; estén asegurados con lazos o elásticos para las orejas; incluyan múltiples capas de tela (al menos 2); permitan la respiración sin restricciones y se puedan lavar y secar a máquina sin daños o sin modificar su forma”.

Para leer las indicaciones de cómo fabricar un tapaboca casero, cliqueá acá.

¿Cómo y cada cuánto se debe lavar el tapaboca? ¿Y el barbijo?

Tanto la OMS como los CDC recomiendan lavar el tapaboca al menos una vez por día o después de su uso con detergente o jabón, preferiblemente con agua caliente, a mano o en el lavarropas.

En el caso de los barbijos reservados para el personal médico, se recomienda desecharlo inmediatamente luego de su uso.

¿Sirve el tapaboca si se está a menos de 2 metros de distancia de otra persona?

El uso del tapaboca es una medida adicional y no reemplaza a otras recomendaciones sanitarias, como el distanciamiento social y la higiene de las manos. Su uso puede implicar una falsa sensación de seguridad “que puede propiciar una observancia menos rigurosa de otras medidas”.

Este fue uno de los argumentos que usó la OMS para no recomendar directamente el uso de mascarillas al principio de la pandemia. Actualmente, la organización internacional aconseja que los gobiernos alienten al público en general a usar máscaras de tela donde haya una transmisión generalizada y sea difícil el distanciamiento físico, como en el transporte público, en tiendas o en otros entornos confinados o abarrotados.

Más allá del uso del tapaboca, es recomendable estar al menos a 2 metros de distancia de otras personas cuando no son convivientes y cumplir con la higiene de manos. Además, evitar tocarse la cara.

¿Cuál es la probabilidad de contagio con los diferentes usos del tapaboca y del barbijo?

Algunas placas circulan en redes sociales con porcentajes que señalan la probabilidad de contagio de acuerdo al uso correcto o incorrecto del tapaboca. Si una persona que no lo tiene tose o estornuda sobre otra, los gráficos señalan que hay entre un 30% y un 70% de probabilidades de contagio, mientras que si la persona que tose o estornuda lo tiene puesto y tiene la COVID-19 el porcentaje desciende al 5%. En el caso de que ambas personas lo tengan puesto, el riesgo de contagio sería de 1,5%, según indican las placas virales.

Pero no hay ninguna evidencia científica que permita medir la reducción del riesgo de contagio con esos porcentajes por el uso de mascarillas, según las conclusiones a las que llegaron varios medios de fact-checking como Efecto Cocuyo, en Venezuela; AFP Factual, en los Estados Unidos y Bogotá; y Colombia Check, en dicho país.

Una de las imágenes circuló en varios idiomas alrededor del mundo, según indica esta nota del equipo de fact-checking de la agencia de noticias Reuters, como el inglés, el catalán y el francés.

Como explica Efecto Cocuyo, “no hay ningún estudio que permita establecer con precisión ni evidencia suficiente cuánto se reduce el contagio por el uso universal de mascarillas, mientras que la OMS y otros entes sanitarios advierten que no sólo depende de usarlas correctamente y junto a las otras medidas sanitarias sino que pueden constituir un riesgo de contagio si generan una falsa sensación de seguridad para quienes las usan”.

Los CDC señalaron a Reuters vía email que el uso de mascarillas está recomendado para fortalecer el distanciamiento social, pero que ellos no tienen datos para medir cuánto su uso afecta el riesgo de transmisión. En la misma línea, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades consigna en su página web que “no se sabe cuánto puede contribuir el uso de mascarillas en la comunidad a una disminución de la transmisión, además de las otras contramedidas”.

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