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Salud mental: 1 de cada 5 adolescentes en el mundo se ven afectados por la soledad

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que el 21% de los adolescentes de entre 13 y 19 años se ven afectados por la soledad, especialmente en países de ingresos bajos.
  • El uso excesivo de pantallas y las interacciones negativas en línea aumentan la soledad, duplicando el riesgo de depresión y afectando el rendimiento académico, advierte el trabajo.
  • Los especialistas señalan que la virtualidad no reemplaza la presencialidad y que la adolescencia requiere políticas públicas específicas para la salud mental.

Uno de cada 5 adolescentes en el mundo se ven afectados por la soledad. El dato surge del reciente informe “De la soledad a la conexión social: trazando un camino hacia sociedades más saludables” de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“En esta época en que las posibilidades de conectarse son infinitas, cada vez más personas se encuentran aisladas y solas”, declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

La OMS define la conexión social como la forma en que las personas se relacionan e interactúan entre sí. La soledad se describe como el sentimiento doloroso que surge de la brecha entre las conexiones sociales deseadas y las reales, mientras que el aislamiento social se refiere a la falta objetiva de conexiones sociales suficientes.

Uno de cada 5 adolescentes en el mundo se ven afectados por la soledad

Entre el 17 % y el 21 % de las personas de 13 a 29 años declararon sentirse solas, con las tasas más altas (20,9%) entre los adolescentes de 13 a 19 años. Si bien los datos sobre el aislamiento social son más escasos, 1 de cada 4 adolescentes podría estar socialmente aislado. 

Estos números aumentan en el caso de los jóvenes que viven en los países de ingresos bajos y medianos, donde las tasas de soledad pueden llegar al 24%, frente a 11% en países de ingresos altos.

El informe advierte que el uso excesivo de pantallas, las interacciones negativas en línea y el impacto del ciberacoso pueden afectar la salud mental y aumentar la soledad. Hay una relación entre redes sociales y sentimientos de exclusión, comparación constante o ciberacoso, que deterioran la percepción de conexión.

“En un mundo conectado digitalmente, muchos jóvenes se sienten solos. A medida que la tecnología reconfigura nuestras vidas, debemos asegurarnos de que refuerza, y no debilita, la conexión humana”, subrayó Chido Mpemba, co presidente de la Comisión de la OMS sobre Conexión Social, responsable del informe.

Según la especialista, los jóvenes que se sienten solos tienen el doble de riesgo de padecer depresión y tienen mayor probabilidad de sufrir ansiedad, estrés y pensamientos suicidas o de autolesión.

Por último, los estudiantes que se sienten solos tienen un 22% más de probabilidad de obtener calificaciones bajas y afectar la trayectoria laboral futura. 

La OMS recomienda que las políticas públicas monitoreen el impacto del uso digital en los jóvenes y promuevan formas de conexión social offline y saludables. “El objetivo no es desconectarse de la tecnología –señala– sino conectarse mejor entre personas”.

¿Qué dicen los especialistas y otros estudios sobre el tema?

“El uso de dispositivos cada vez en edades más tempranas afecta la socialización. La virtualidad no es igual a la presencialidad. Los matices emocionales, las expresiones faciales no pueden ser reemplazadas por emoticones. Esa pseudosocialización deja a los sujetos con sentimientos de aún mayor soledad”, señaló a Chequeado la doctora Silvia Ongini, médica psiquiatra infanto juvenil del departamento de pediatría del Hospital de clínicas José de San Martin (UBA) y presidente del Centro de Prevención y Atención del Abuso Sexual en la Infancia y Adolescencia (CePasi).

“Si a eso se le suma el acoso en la búsqueda de la socialización a través de la redes, los jóvenes son vulnerables porque están en una etapa donde la aprobación de los otros es de total relevancia”, aseguró la especialista. 

Y agregó: “La adolescencia y juventud se caracterizan por cierto repliegue, una búsqueda de sí mismo, cambios neuromadurativos, cambios subjetivos. Esos cambios hacen que se necesite de los otros de una manera singular. No hay un yo sin un otro. La adolescencia es una etapa crítica, la pantalla nunca puede reemplazar a un otro”.  

Uno de cada 7 adolescentes de entre 10 a 19 años experimenta algún tipo de trastorno mental, según la OMS. El suicidio, la violencia interpersonal y las conductas autolesivas son causas significativas de muerte en esta etapa del ciclo vital. 

Además, una quinta parte de las y los adolescentes (21,7%) reportó un problema de salud mental en los últimos 12 meses, sin observarse diferencias significativas por género o edad. Entre los problemas más frecuentes dentro de los adolescentes, aparecen los trastornos de la ansiedad (18,6%), seguido por la depresión (4,3%). 

De acuerdo con el informe “Adolescencias y salud mental: brechas y tensiones en las políticas públicas” del think tank Fundar -que preside el matemático Sebastián Ceria- en la Argentina, el Estado nacional destinó en 2023 (último dato disponible) el 0,4% del gasto sanitario a la atención de la salud mental de los adolescentes.

“El problema de la salud mental adolescente es un problema estructural que necesita políticas públicas para acortar la brecha entre lo que necesitan y lo que existe hoy”, señala el informe. 

Y concluye recomendando una serie de medidas a implementar: incluir la salud mental en la atención primaria, fortalecer las redes comunitarias, capacitar a los adultos en la primera contención emocional, adecuar y distribuir mejor la inversión y formar en escucha a quienes ya trabajan con adolescentes.

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