Boudou, fuera de lugar

Casi en el mismo momento en que Chequeado.com publicaba la nota “Pasión por Goebbels”, que encabeza la producción a la cual pertenece este artículo, en Washington, durante la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional, el ministro de Economía Amado Boudou se despachaba con un fuerte agravio hacia los enviados de Clarín y La Nación, que cubrían el evento. Después de llamarlos “FMI-adictos”, les aconsejó renunciar a los medios que los emplean para “no ser cómplices”. Finalmente, se explayó: “Ustedes [por lo periodistas] son como los que ayudaban a limpiar las cámaras de gas en el nazismo”.

Los dichos del funcionario más alllá del rechazo que pueden provocar, muestran desconocimiento histórico. Durante la llamada “solución final”, adoptada por el régimen que encabezaba Adolf Hitler para terminar con lo que él consideraba el “problema judío” en Europa, en efecto, fueron utilizadas cámaras de gas para acabar con la vida de millones de personas. Pero, en general, los encargados de reacondicionar las cámaras de gas tras las ejecuciones no eran empleados pagos por el gobierno alemán, como sugirió Boudou en sus declaraciones, sino prisioneros judíos, que a su vez sufrían luego la misma suerte.

Los dichos del ministro ocuparon un lugar central en las coberturas periodísticas de la asamblea del FMI de Clarín y La Nación. Sin embargo, medios cercanos al oficialismo, como Página 12 y Tiempo Argentino, los ignoraron  por completo.