“La Argentina es el mejor país de Latinoamérica para vivir”
Es muy frecuente que los diarios publiquen afirmaciones rimbombantes, que luego se sostienen vagamente en base a estudios con graves problemas metodológicos. Un ejemplo de esto lo brinda una nota de Tiempo Argentino, publicada en su edición de ayer, titulada “La Argentina es el mejor país de Latinoamérica para vivir”.
En este caso, la afirmación se basa en un ranking sobre calidad de vida, publicado recientemente por una revista estadounidense llamada International Living. Sin embargo, la metodología utilizada muestra deficiencias, que vuelven a sus resultados muy discutibles. Según el informe, la Argentina es más segura que Canadá e Islandia, tiene mejor infraestructura que Suecia y Suiza, y ocupa un puesto más alto en ocio y cultura que el Reino Unido.
Tal como señala el artículo de Tiempo Argentino, el ranking fue establecido entre 192 países y quedó liderado por Estados Unidos, Nueva Zelanda y la isla de Malta. La Argentina tuvo un resultado muy positivo: ocupó el puesto 17 a nivel mundial, quedando primero entre los países de América Latina. La nota explica que, con cifras que van del 0 al 100, la calificación del país fue de 72, basada en el resultado que obtuvo en nueve rubros: costo de vida (73), cultura (82), economía (55), medioambiente (47), libertad (83), salud (76), infraestructura (57), seguridad (100) y clima (94).
En el artículo se informa que el ranking es cuestionado por medios franceses y que los propios autores del informe admiten que el mismo es elaborado siguiendo “ideas occidentales” sobre calidad de vida, pero además existen importantes puntos débiles no aclarados.
Uno de los resultados más llamativos es que en el rubro “riesgo y seguridad”, la Argentina obtiene el máximo puntaje (100), igualando a Alemania, Estados Unidos, Bélgica, y superando a Canadá (98) y Suiza (98), y a países latinoamericanos como Costa Rica (96), Ecuador (82), Brasil (89), Chile (79) y Cuba (76). Esta excelente calificación se contrapone con el resultado de sondeos recientes que remarcan que la sensación de inseguridad en la población argentina va en aumento.
El último relevamiento de Ibarómetro, por ejemplo, señala que nuestro país es uno de los de América Latina en el cual la preocupación por la inseguridad pública es más alta, superando a México y Brasil. El 75% de los encuestados argentinos opinó que “vivir en el país es cada vez más inseguro”. Cabe destacar que más allá de la percepción popular sobre el tema, Argentina tiene serias deficiencias de información estadística sobre la evolución del crimen en el país.
Parte de la explicación del muy buen resultado de nuestro país en el ranking con respecto a la seguridad se encuentra en las fuentes utilizadas. El documento metodológico que acompaña al artículo de International Living señala que para calificar este rubro se recurrió a un informe que el Departamento de Estado utiliza para pagar suplementos salariales a los empleados que cumplen funciones en lugares riesgosos del mundo (U.S. Department of State’s hardship differentials and danger allowances).
Al revisar este último documento, queda en claro que el concepto de seguridad utilizado se vincula a situaciones o amenazas de guerras civiles o ataques terroristas, y deja de lado el análisis del delito. “Los pagos por riesgo compensan a los empleados civiles por trabajar en áreas donde las condiciones de insurrección civil, guerra civil, o terrorismo, amenazan con daño físico o peligro inminente para la salud y bienestar de los empleados”, explica la web del Departamento de Estado. El listado de los países en los cuales se pagan estos suplementos es relativamente acotado, y la Argentina, al igual que buena parte de los países de América Latina (con excepción de Colombia, México y Bolivia), no está incluida, lo cual abre espacio para la subjetividad ya que no se emplean datos duros.
Los problemas del informe no se limitan a la seguridad, sino que se extienden a las otras variables. Algo lógico, si se tiene en cuenta que la generación de comparaciones internacionales de estadísticas creíbles es algo técnicamente complejo, incluso para organismos multilaterales que cuentan con abundantes recursos económicos y humanos.
El propio informe metodológico de la revista señala que la información para puntuar a los países se obtiene mayormente de estadísticas disponibles, aunque aclara: “Hay que recordar que las estadísticas obtenidas de fuentes oficiales no siempre son actualizadas, precisas o confiables”.
Llamativamente, los encargados del estudio informan que “debido a que las estadísticas que recolectamos no siempre reflejan nuestras propias experiencias, a veces interponemos un factor subjetivo para hacer que el número refleje mejor la realidad”.
Fecha de publicación original: 06/01/2011
Comentarios
Adri, vamos!!! No vivimos en un termo… los diarios tienen una línea editorial y hacen una selección de las “noticias” que quieren publicar, incluyendo “rankings”. Tiempo Argentino (o La Nación, Clarin, Pagina/12 o el diario que sea –incluso Chequeado) desde la mera elección de lo que elige publicar esta argumentando, y sosteniendo una discursividad política. Slds. Juan Finn
Está bueno el artículo. Creo que la idea es que un diario debe controlar mínimamente la calidad de las fuentes que toma, ese es su trabajo. Y no publicar cualquier verdura...
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