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ViralFalso
La afirmación ha demostrado ser falsa, al ser contrastada con las fuentes y datos más serios y confiables.

No, no hay evidencia de que la ivermectina o el fenbendazol curen el cáncer, como afirmó Mel Gibson

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • El actor y director estadounidense aseguró en una entrevista que 3 amigos supuestamente se habían curado del cáncer en un estadio avanzado “tomando ivermectina y fenbendazol”.
  • Sin embargo, no hay evidencia científica que respalde el uso de la ivermectina o el fenbendazol -2 antiparasitarios generalmente usados en animales- para tratar o curar el cáncer y los expertos advierten sobre la posible toxicidad del uso de estos medicamentos.
  • El caso de Mel Gibson pone de relieve que la divulgación de falsos remedios por parte de celebridades e influencers conlleva riesgos para la salud pública.

El actor y director Mel Gibson estuvo como invitado en el podcast de Joe Rogan, uno de los presentadores más escuchados en los Estados Unidos. En la entrevista, el director de películas como “Corazón Valiente” aseguró que 3 amigos con cáncer en estadio IV (metastásico) supuestamente se curaron de la enfermedad después de usar antiparasitarios

“Tengo tres amigos. Los tres tenían cáncer en etapa cuatro. Ninguno de los tres tiene cáncer en este momento”, dice Gibson. Ante la pregunta de Rogan sobre qué tomaron, Gibson le responde: “Ivermectina, fenbendazol”. El video con este extracto de la entrevista se viralizó en Facebook, Instagram y Threads. Rogan también ha respaldado el uso de la ivermectina en otras oportunidades e hizo afirmaciones en contra de las vacunas.

Sin embargo, no hay evidencia científica que respalde el uso de la ivermectina o el fenbendazol -2 antiparasitarios generalmente usados en animales- para tratar o curar el cáncer. Tanto sociedades científicas como médicos oncólogos advierten sobre la posible toxicidad del uso de estos medicamentos y los riesgos de que personalidades públicas den consejos de salud sin evidencia científica.

Qué es la ivermectina y por qué no cura el cáncer

La ivermectina es un medicamento antiparasitario que se utiliza generalmente en animales. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), así como los organismos regulatorios de los Estados Unidos y Europa (FDA y EMEA), autoriza su uso en humanos para tratar enfermedades provocadas por parásitos, como la escabiosis (sarna) humana. Además, algunas formas tópicas (lociones) de ivermectina están aprobadas para tratar parásitos externos como los piojos.

Sin embargo, este medicamento no se encuentra aprobado ni autorizado en ninguna parte del mundo para el tratamiento del cáncer, una enfermedad por la que algunas células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del cuerpo. 

“No existe ninguna evidencia científica que respalde el uso de este medicamento. Ninguna sociedad científica recomienda el uso de ivermectina para el tratamiento de ningún tipo de cáncer”, le explicó a Chequeado Claudio Martin, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC).

En el caso del fenbendazol también se trata de un antiparasitario usado principalmente en animales. Tampoco tiene indicación médica y no hay evidencia científica que avale su uso para el tratamiento del cáncer al igual que la ivermectina.

Existen algunos estudios preclínicos (pruebas en ratones o en laboratorio) que exploran el potencial uso de ivermectina y medicamentos similares para frenar el crecimiento de células cancerosas. Sin embargo, esos estudios no equivalen a demostrar que los medicamentos funcionan y son seguros en humanos.

Además, advierte Martin, no hay evidencias de cómo estas drogas interactúan con los fármacos que sí están autorizados. “Puede suceder que algún paciente tome ivermectina y otro tratamiento anticáncer probado. Como no hay estudios que combinen la utilización de estos 2 medicamentos, el paciente puede tener eventos adversos que no son los esperados”, sostuvo el especialista.

Vale recordar que durante la pandemia de COVID-19, se extendió el uso de la ivermectina -a pesar de que se demostró que no tenía efecto contra el coronavirus-, lo que aumentó los casos de intoxicaciones graves y otros eventos adversos por el uso indebido de este medicamento, como reportaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos.  

Actualmente, existe un amplio abanico de tratamientos contra el cáncer que sí cuentan con respaldo científico. Los avances en prevención, detección precoz y tratamiento del cáncer han llevado a una disminución en la mortalidad asociada a esta enfermedad

“En la última década hubo una explosión en tratamientos anticáncer, desde las terapias dirigidas contra cambios moleculares específicos, las inmunoterapias -que permiten que las mismas defensas del organismo ataquen las células tumorales-, la hormonoterapia y la quimioterapia. También hay mucha expectativa en lo que se llama anticuerpos conjugados, que son anticuerpos que llevan pegadas la quimioterapia y las llevan directamente al tumor”, sostuvo Martin.

Famosos y los peligros de la difusión de pseudoterapias

El caso de Mel Gibson pone de relieve que la divulgación de falsos remedios por parte de celebridades e influencers conlleva riesgos para la salud pública. Es importante desmentir este tipo de contenidos cuando son difundidos por personajes públicos o famosos, por su poder de propagación, como ocurrió con el cantante español Miguel Bosé.

Por ejemplo, un estudio elaborado por el Reuters Institute de la Universidad de Oxford mostró que durante los 3 primeros meses de la pandemia, las figuras públicas difundieron el 20% de las desinformaciones, pero estas obtuvieron el 69% del total de interacciones (engagement) en redes sociales. Es decir, que aunque no son responsables de difundir el mayor número de desinformaciones, sí son quienes logran que esas desinformaciones lleguen a una mayor audiencia.

Como advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la información errónea y falsa puede perjudicar la salud física y mental de las personas, y dificultar que accedan a aquella información proveniente de fuentes fiables y obtengan orientaciones válidas en momentos en que se hace más necesario para la toma de decisiones”.

Para Martin, “los comentarios que generan personalidades públicas sobre el uso de tratamientos anticáncer que no son aprobados genera, por un lado, una falsa expectativa en los pacientes y, por el otro, alienta el uso de medicaciones sin eficacia probada y que tienen sus efectos adversos, sus complicaciones”.

Por su parte, Guillermo López Lluch, profesor de biología celular de la Universidad Pablo de Olavide (España), aconseja no dejarse llevar por la decisión de los famosos: “Las pseudoterapias se basan en una minúscula parte de ciencia y un enorme porcentaje de miedo y desinformación. Esa desinformación es peor si proviene de personas famosas a las que sigue mucha gente”.

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