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¿Evita una cucharita que se escape el gas de la cerveza?

La fiesta terminó y en casa quedan algunos despojos de amigos tirados en un sillón, restos de comidas por el piso y varias botellas de cerveza (o champán dependiendo de la alcurnia del festejo) por la mitad que, en un espíritu ahorrativo, decidimos guardar para tomar en los días subsiguientes. Pero en un increíble acto de lucidez, antes de llevarlas a la heladera, abrimos el cajón de la cocina, sacamos unas cuantas cucharitas y tapamos las botellas. ¡Ahora sí! El gas no se irá a ningún lado. Todo el mundo lo sabe. ¿Será que este consejo de la sabiduría popular tiene algún fundamento?

Las hipótesis son muchas: que la cuchara actúa como un tapón parcial, que la parte cóncava hace que el gas en fuga regrese a la botella, y que el metal de la cuchara es un buen conductor y hace que se enfríe más rápido el aire dentro de la botella, con lo cual se minimiza la fuga del gas. Pero lo que se piensa o escribe en papel no necesariamente se cumple a la hora de llevarlo a la práctica, así que la verdad de la milanesa (o la cucharita, en este caso) se demuestra en los experimentos. Y por suerte hay muchos científicos bebedores interesados en estas cuestiones.

En 1995, investigadores del Centro Interprofesional de Vinos de Champaña (en Francia, obviamente), una asociación de viticultores y bodegueros, estudiaron rigurosamente la utilidad de la cucharita. Para eso descorcharon a la vez y vaciaron parcialmente botellas de una misma cosecha de champán. A algunas no las taparon, a otras les colocaron cucharitas de plata y también de otros metales, a unas cuantas las cerraron con el corcho original y a las últimas con un tapón hermético. En el experimento midieron la presión de gas en las distintas condiciones y encontraron que sólo el corcho y el tapón evitaban el escape de gas. De la cucharita, ni noticias. Estos resultados quedaron registrados en el libro “Gastronomía Molecular” (2006) del físico-químico francés Hervé This, el padre de esta disciplina.

Por otra parte, el químico estadounidense Richard Zare de la Universidad de Stanford y el periodista especializado del mismo país Harold McGee hicieron sus propios experimentos, como le contaron a la revista estadounidense Scientific American. Incluso investigadores holandeses hicieron la prueba con sidra en lugar de champán (aduciendo recortes en su presupuesto) y hasta los famosos “Cazadores de mitos”, en el programa de televisión estadounidense y australiano, también exploraron este terreno como pueden ver en este video. El resultado fue el mismo en todos los casos: la cucharita no mejoró la conservación del gas.

Toda esta evidencia experimental nos lleva a concluir que la cucharita no evita que nuestra bebida pierda sus burbujas. ¿Hay algo, entonces, que podamos hacer para minimizar estas pérdidas? La respuesta es bastante simple: la solución para mantener el gas el mayor tiempo posible en la botella es no dejar que la bebida se caliente en ningún momento. ¿Por qué? Porque la solubilidad de los gases en líquidos aumenta a temperaturas bajas y así queda más tiempo “retenido”.

Pero para que terminen de sacarse la duda, nada mejor que hacer el experimento ustedes mismos. Aprovechen el próximo cumpleaños y beban en nombre de la Ciencia. ¡Salud!

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Comentarios

  • Pila22 de diciembre de 2018 a las 6:57 amLa solución radica en no dejar fondos en las botellas, también se puede armar la famosa "jarra loca" con los restos de todas las bebidas y quedás del orto.
  • Jp22 de diciembre de 2018 a las 2:41 pmAntes publicaban cosas "serías"... Se volvieron Taringa...
  • Uno23 de diciembre de 2018 a las 5:28 pmGuido a ver si te pones una cucharita en la cabeza que se te esta evaporando la visión de la realidad.
  • Maniel25 de diciembre de 2018 a las 4:26 pmSi , si te bebes la cerveza
  • Luis27 de diciembre de 2018 a las 5:35 amEs el frío el que retiene el gas disuelto en el líquido. Al aumentar la temperatura, el gas se escapa. Todas las pruebas de que se habla se han hecho manteniendo la botella refrigerada en todo momento, y es por eso por lo que el gas no se ha escapado. Otra prueba: mantener una botella abierta dentro del frigorífico, pero sin cucharilla alguna; otra, fuera del frigorífico pero con una cucharilla. El resultado está a la vista. Que una cosa es la física y otra la superstición.
  • Matias12 de febrero de 2020 a las 10:55 pmQue porfiados que son. Se creen todos cientificos. Es obvio q lo mejor es un corcho. No se puede ser tan imbecil de hacer comparaciones con la atmosfera. Y algo mas, Guido pedazo de tarado, ya volvimos jajajajjaaj como te quedó el ojete??
  • Pablo28 de junio de 2020 a las 3:19 amEsta comprobado científicamente, que el mejor lugar para conservar una cerveza es en uno!! Hay que hacer el esfuerzo y terminarla, gente.. no le metamos política a la birra, que no la necesita!!
  • Felix27 de junio de 2021 a las 9:51 amMandan cojones los científicos. Por qué será no lo sé. Pero funcionar, funciona.
  • Ronald24 de febrero de 2022 a las 2:29 pmLo ideal es dejar la cuchara cerca de un crucifijo embebido en agua bendita. Al poner la cuchara en la botella, lo que hace es pedirle a Dios que no se le vaya la efervescencia y el todopoderoso cumple el deseo de la cuchara al verla tan sumisa en sus votos. Es simple química.

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