¿Cómo evolucionaron los indicadores en el AMBA antes de entrar a la “reapertura escalonada”?

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció hoy una nueva extensión de la cuarentena, con más flexibilización, hasta el próximo 2 de agosto, junto con el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; y el jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. La extensión implica más actividades permitidas respecto de las autorizadas desde que se estableció una cuarentena más estricta el 1 de julio último.

¿Cuáles son y cómo evolucionaron los indicadores mencionados por Fernández, Rodríguez Larreta y Kicillof al anunciar la reapertura escalonada de la cuarentena? ¿Mejoraron? ¿Empeoraron? ¿Todos o algunos? Casos diarios, R0, tiempo de duplicación de casos, porcentaje de ocupación de camas y testeos son parámetros del avance de la pandemia de la COVID-19.

Te contamos cómo evolucionó cada uno de ellos en las últimas semanas, en las que rigió nuevamente una cuarentena estricta en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Casos positivos diarios: aumentaron pero se encuentran estables

El Presidente destacó que los casos informados en el país no bajaron y que, por el contrario, han aumentado, aunque sí “se ha ralentizado la velocidad del contagio, se ha hecho más lenta la ocupación de camas hospitalarias, particularmente de terapia intensiva”. Las medidas que se tomaron para limitar la movilidad en las últimas semanas fueron “útiles”, aseguró Fernández, aunque eso “no quiere decir que hayamos superado el problema”.

El 17 de julio, último dato disponible, se informaron 4.518 casos nuevos de coronavirus, de los cuales 90.0% fueron en el AMBA, según datos oficiales. En la Ciudad, se informaron 1.081 y en la Provincia de Buenos Aires, 3.003.

Si se compara con datos de hace 2 semanas, cuando se había vuelto a la fase estricta en el territorio metropolitano, en el territorio bonaerense los casos aumentaron cerca del 62% y en CABA, 30%.

Sin embargo, si se observa la curva de casos según la fecha de inicio de síntomas -cuyos datos informa el Ministerio de Salud nacional en su base de datos pública-, se observa una mayor estabilización de los casos. Es decir que los casos que se ven ahora tuvieron sus primeros síntomas hace 14 días.

“Mirando las curvas de contagio por inicio de síntomas se ve que los máximos en el AMBA se observaron alrededor del 3 de julio, al inicio de esta nueva etapa. La realidad es que las curvas han dejado de crecer al ritmo que venían creciendo, y en todo caso se amesetaron. Se espera que puedan comenzar a bajar en los próximos días. Evidentemente la decisión de flexibilización tiene que ver con un análisis de la situación social, económica y también sociológica”, explicó Martín Barrionuevo, senador provincial de Corrientes por el Partido Justicialista, en diálogo con Chequeado.

Camas de terapia intensiva: peor en CABA que en GBA; ambas zonas en aumento

Es el dato que, tanto funcionarios como especialistas, consideran uno de los más importantes y críticos para seguir de cerca. En otros países, como en el caso de Italia, el sistema sanitario colapsó por falta de camas, y las autoridades realizaron protocolos para decidir a qué pacientes atender y a cuáles no, ante la falta de recursos.

¿Cuál es la situación actual? Son 823 las personas internadas en unidades de cuidados intensivos (públicas y privadas) por COVID-19. Según los datos que mostró Fernández en una de las filminas, desde el 2 al 17 de julio, la ocupación de camas creció del 56% al 64% en el AMBA, contando todo tipo de patologías.

Si se mira por separado, los números muestran que, en CABA, el 72,4% de las camas están ocupadas, y en el Gran Buenos Aires, el territorio que gobierna Kicillof que es hoy el foco de la pandemia, el 58,9%.

Estos datos muestran un fuerte aumento del porcentaje de ocupación de camas en los últimos 15 días. El 1 de julio, en CABA la ocupación era de 56,3% y en GBA, 55,7%.

Rodrigo Quiroga, bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador asistente del Conicet, señaló a Chequeado que, según él, la ocupación de camas es “la estadística más importante para mirar porque, aunque los casos no suban, si el número de casos es lo suficientemente alto vamos a terminar superando los hospitales, aunque no sigan subiendo. Si entra tanta gente por día a terapia intensiva, por más que no suma el número de casos, esa gente ocupa camas por 20 o 25 días y se puede terminar saturando” el sistema de salud, dijo Quiroga.

El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, señaló el miércoles último en Telefe que el sistema sanitario en territorio bonaerense “hoy tiene mayor respuesta ante el actual crecimiento de los casos” y que “está bajando la cantidad de gente que necesita una cama de terapia intensiva. Si bien aumentan los casos, no aumentan en la misma velocidad la cantidad de esos casos que necesitan una cama”.

Tiempo de duplicación de casos y R0: mejoraron ambos indicadores

El tiempo de duplicación de casos, un indicador que es referido por Fernández usualmente en los anuncios sobre la extensión de la cuarentena para justificar el avance o retroceso a otra fase, sirve para entender cuántos días tardan los casos en duplicarse. Idealmente, según la tabla de fases del aislamiento que comunicó el Presidente en sus anuncios anteriores, para pasar a una fase 3 de “segmentación geográfica” este indicador debería estar entre los 15 y 25 días de duplicación.

Según datos que presentó Fernández hoy, el tiempo de duplicación de casos en todo el país pasó de 14,9 días el 26 de junio a 23,95 el 16 de julio. La cifra actual es similar a la que indicó del 9 de mayo, cuando fue de 25,1 días.

Los datos presentados en las filminas mostraron que en el AMBA el tiempo de duplicación es 24,7 días; en GBA, 21,2, y en CABA, 31,9. Según destacó el Presidente, esto representa una mejora en los datos: para el 25 de junio, los números eran de 14,3; 12,2 y 16,4, respectivamente.

En ninguno de los territorios del AMBA se difunde este índice de forma pública y tampoco se conoce cómo se calcula. Chequeado consultó al Ministerio de Salud de la Nación sobre este tema y no obtuvo respuesta hasta la publicación de esta nota.

Según cálculos del senador Barrionuevo en base a los últimos 7 días, los números difieren de los informados oficialmente. En la Ciudad de Buenos Aires el número es de 28 días, y en el otro lado de la General Paz, en el Gran Buenos Aires, 18. Al 25 de junio, estos valores estaban en 17 y 12, respectivamente, por lo que mejoraron un 64% y 50%, respectivamente.

En el distrito gobernado por Rodríguez Larreta, para flexibilizar o restringir la cuarentena se rigen -entre otros indicadores mencionados hoy por el jefe de Gobierno- por el R0 (el número de personas, en promedio, que se pueden contagiar a partir de un infectado). Si bien el dato no está publicado, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, comunica en algunas ocasiones el valor del indicador en conferencia de prensa.

Según explicó hoy el jefe de Gobierno porteño, “el R0, que la semana anterior al 1 de julio estaba en 1.1, hoy está ya abajo de 1.05. Este es un buen dato, obviamente no para cantar victoria, porque lo que estamos buscando es que baje de 1. Con este R los casos suben pero a un ritmo bastante más bajo”.

Tasa de positividad: se testea poco

Tanto Kicillof como Rodríguez Larreta se refirieron a los testeos como una de las herramientas para combatir al virus SARS-CoV-2 que provoca la COVID-19. Según datos del Ministerio de Salud nacional, la tasa de positividad -es decir, la relación entre personas testeadas y casos positivos- es del 26,7% al 17 de julio. ¿Cómo evolucionó este número? Al inicio de esta última etapa de la cuarentena, el 1 de julio, el número era de 21,49%. Es decir, que hubo un aumento de este indicador.

Si se mira cada distrito, tanto en el porteño como en el bonaerense, el 45% de los testeos dan positivo, según datos oficiales. Estos valores también se incrementaron: hace 2 semanas, en la Ciudad el porcentaje era 41%, y en la Provincia, 37%, según cálculos de Barrionuevo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la positividad de los testeos debe ubicarse en torno al 10%. Esto quiere decir que, del total de testeos que se realizan, deben dar positivos de COVID-19 una de cada 10 pruebas realizadas. Si el porcentaje es muy menor a 10%, eso significa que se está testeando de más y, si el porcentaje es muy superior a 10%, como ocurre en el AMBA, se está testeando poco.

Letalidad del virus, en baja

“Por momentos nos ha alertado algunos datos de cantidad de muertes”, indicó Fernández, días después de que se haya registrado el número récord de fallecidos. “Las muertes y los contagios que nosotros día a día informamos son muchas veces datos que se acumulan, y que llegan más tarde a nuestro centro de datos, y entonces por ahí reflejan lo que ha pasado en más de un día”, aclaró el Presidente.

La letalidad del virus desde la semana previa a la vuelta a una cuarentena estricta se ha mantenido estable. Inclusive, se puede notar una leve reducción en la tasa de letalidad -indicador que sirve para observar la relación entre la cantidad de fallecidos y el número de casos positivos informados-. El 26 de junio último se informó en conferencia de prensa que la tasa de letalidad del virus total sobre los casos confirmados era de 2,2%, mientras que hoy el número es de 1,8%.

Es decir, por un lado, la cantidad de muertes creció en números absolutos porque también creció la cantidad de contagiados, pero además, la tasa de letalidad está en baja, con lo cual, en términos relativos significa que una menor proporción de quienes se contagian fallecen.

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