La suspensión de las clases presenciales pone más presión sobre las tareas de cuidado, que realizan mayoritariamente mujeres

El miércoles por la noche, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció la suspensión por 2 semanas de las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), a partir de mañana. Por su parte, el jueves por la tarde, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, dio una conferencia de prensa en la que se opuso a la medida; y el viernes, antes de reunirse con el presidente, presentó un amparo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

La suspensión de las clases presenciales fue criticada por distintas organizaciones de la sociedad civil. Entre ellas, el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), que consideró que la decisión del Gobierno nacional “rompe consensos y desgasta la confianza de la comunidad educativa”. 

“Los riesgos no están en el interior de las escuelas, sino en los movimientos que se generan alrededor de la escuela, fundamentalmente aquellos relacionados con el uso del transporte público. Si se trata de cuidar la presencialidad, la clave está en priorizar a los docentes en relación a un transporte seguro y la vacunación, y restringir otras actividades y los traslados asociados a ellas”, destaca CIPPEC en un comunicado firmado por Alejandra Cardini, y Esteban Torre, directora y coordinador del área de Educación, respectivamente.   

Sin embargo, las críticas no se enfocaron solamente en las dificultades que la virtualidad presenta para los niños en edad escolar sino también para sus familias, en especial para las mujeres. ”El año pasado, se incrementó tanto la cantidad de horas dedicadas al cuidado como la participación proporcional de las mujeres en esas tareas”, indicaron.

Además, alertaron que el impacto “se agudiza entre las mujeres que lideran hogares monoparentales, entre las que tienen trabajos informales, y entre las que no pueden teletrabajar” y también señalaron que genera problemas de conciliación entre la familia y el empleo para las trabajadoras esenciales “dada la feminización de los sectores de salud y servicios de atención”.

De acuerdo con un informe de UNICEF Argentina, el 85% de los chicos que recibieron tareas escolares durante el aislamiento social de 2020 dijo que recibió apoyo por parte de sus madres para realizar sus deberes.  

El mismo informe destaca que el 57% de las mujeres de más de 18 años expresaron que durante el aislamiento social sintieron una mayor sobrecarga de las tareas del hogar, “principalmente en las tareas de cuidado de los hijos e hijas (33%), la limpieza de la casa (29%), la ayuda con las tareas escolares (29%), la preparación de la comida (14%), la mayor carga laboral (10%), entre otras”

“Las medidas de protección social y económica deben reconocer las dinámicas de la economía del cuidado y promover acciones que tiendan a disminuir desigualdades en la distribución de la carga en el hogar y promover el trabajo compartido entre hombres y mujeres”, recomendó UNICEF.

CIPPEC enumeró una serie de medidas urgentes para la garantía de los derechos económicos y sociales de las mujeres en el marco de la pandemia. Además de garantizar los ingresos suficientes y la oferta de bienes y servicios, en relación a las tareas de cuidado, la ONG propuso la creación de espacios de aislamiento más amplios que el propio hogar, en donde distintas personas puedan cuidar a niños de una misma manzana, por ejemplo.¡

Esto además de permitir que la mujer a cargo del niño pueda trabajar, también le generaría un ingreso a la persona cuidadora, que según aconsejan, podrían ser trabajadoras informales y empleadas domésticas que vieron reducidas sus jornadas durante la cuarentena. 

La iniciativa requiere que se provea de herramientas e insumos a las personas cuidadoras, y se determine un límite de cantidad de niños que puedan recibir, pero la ONG enumeró medidas similares que se aplicaron en Australia e Italia.

Hasta el momento de la publicación de esta nota, además de la suspensión de clases por 15 días y una mayor restricción a la circulación, el Gobierno nacional anunció el pago de un “refuerzo” de la Asignación Universal por Hijo de 15 mil pesos. Según adelantó la ANSES, alcanzará a casi 1 millón de familias del AMBA. También recibirán este pago las beneficiarias de la Asignación Universal por Embarazo y los/as titulares de Asignaciones Familiares para monotributistas A y B.

El posible impacto a largo plazo de la pandemia en la economía de las mujeres

En agosto último, Cecilia Merchán, secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad de la Nación, comentó a Chequeado que existía la preocupación de que se genere una crisis de cuidado, en el momento en el que todavía no abran las escuelas, pero sí otras ramas de trabajo presencial.

La falta de respuestas a esta desigualdad puede tener fuertes repercusiones, y algunas consecuencias ya se están observando. De acuerdo con un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la recesión económica de la región “está afectando negativamente la ocupación y aumentando la precarización de las condiciones laborales”. En el caso de las mujeres, esto representa un retroceso de más de 10 años en su participación en el mercado laboral.

“Se registró una contundente salida de mujeres de la fuerza laboral, quienes, por tener que atender las demandas de cuidados en sus hogares, no retomaron la búsqueda de empleo”, detalló el estudio. 

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