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Cuatro cosas que debés tener en cuenta si sos fact-checker y enseñás en una escuela secundaria

Esta nota fue publicada en Poynter.org 

La desinformación afecta a millones de personas en todo el mundo y cada vez es más visible el daño que causa. Dada la notoriedad que el fenómeno cobró y el enorme desafío que significa para los adolescentes, en los últimos años muchos fact-checkers comenzaron a recibir invitaciones de escuelas secundarias e instituciones educativas que trabajan con adolescentes para que se dicten talleres o den charlas sobre el trabajo que hacen para combatir este fenómeno.

Desde el equipo de Educación de Chequeado nos propusimos hacer un diagnóstico global. Hicimos una investigación a principios de 2019 con el objetivo de mapear a las organizaciones de diferentes campos que están intentando alfabetizar en medios, datos, fact-checking, información y desinformación alrededor del mundo. Relevamos sus investigaciones, proyectos, programas, actividades y recursos didácticos. 

El resultado de esta investigación fue muy alentador: encontramos más de 200 contenidos de cerca de alrededor de 100 organizaciones que pueden encontrarse de manera categorizada y curada en este micrositio. Tuve la oportunidad de presentar estos resultados a los miembros de la comunidad de la Red Internacional de Fact-Checkers (IFCN, por sus siglas en inglés) más involucrados con temas educativos en el Global Fact 6, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.

Es realmente esperanzador ver cómo los fact-checkers comenzaron a crear y desarrollar programas educativos recientemente. Un año atrás, durante el Global Fact 5 que tuvo lugar en Roma, Italia, las iniciativas educativas con foco en adolescentes podían contarse con los dedos de una mano; en la actualidad, no menos de 15 iniciativas educativas de fact-checkers se realizan en escuelas secundarias locales de todo el mundo.

Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer. La mayoría de estos proyectos son muy recientes, poco replicables por otras organizaciones y operados por periodistas con muy poca o nula experiencia en educación secundaria. Por eso, quiero compartir con esta comunidad algunos consejos que aprendimos en el Programa de Educación de Chequeado durante los últimos 5 años. 

Contar no es enseñar

Cuando nos proponemos enseñar lo que hacemos, lo primero que se nos ocurre hacer es contarlo. Más aún si se trata de periodistas. Antes de la conformación formal del Programa de Educación de Chequeado, el equipo de Redacción solía dar talleres donde le decían a los estudiantes cómo hacían fact-checking y esperaban que ellos aprendieran a hacerlo de esa misma manera sólo por escuchar su interesante experiencia. Sin embargo, sabemos que es mejor cuando las actividades proponen narrativas que involucran a los estudiantes.

Crear “analogías pedagógicas” donde entrenamos habilidades en el contexto de actividades más cercanas a los estudiantes puede generar mejores resultados como explican renombrados pedagogos como j. Dewey (Learning by doing).  

Por ejemplo, si queremos enseñar una habilidad como “pensar metodológicamente”, en lugar de explicar qué es una metodología y mostrar un ejemplo, tal vez podría mostrarle a los estudiantes un dispositivo de comunicación hecho con dos vasos plásticos y un hilo que 

conecta sus bases y luego de discutir por qué el sonido viaja de un lado al otro pedirles que realicen un experimento elegir una de las teorías propuestas y pedirles que diseñen un experimento que confirme o desmienta dicha afirmación.

No enseñes fact-checking, enseñá habilidades

Parte de nuestra esencia humana nos empuja a reproducirnos. Muchos periodistas tienen su propia versión de esto. Los periodistas quieren crear más periodistas. Si queremos ayudar a fortalecer ciudadanos que puedan ejercer su pensamiento crítico y participar en el debate público debemos enseñar las habilidades que permiten hacerlo, no sólo una técnica como el fact-checking o una herramienta de verificación para chequear. 

Enseñar fact-checking puede ser (o no) una estrategia didáctica efectiva dependiendo de los incentivos y las motivaciones de los estudiantes, no solo de las de los docentes.

Por eso, es crucial que pensemos qué habilidades queremos enseñar y construyamos una experiencia, actividad o proyecto en donde la prioridad sea que esa habilidad sea aprendida. De lo contrario, las herramientas y técnicas serán obsoletas cuando algo de la tecnología -o la sagacidad de los desinformadores- cambie. Sin embargo, si nos concentramos en las habilidades, ellas les permitirán defenderse por sí mismos de manera efectiva pese a los cambios.

Existen distintos esquemas de habilidades que pueden utilizar para decidir qué enseñar. En Chequeado tomamos dos de las habilidades destacadas en el “Partnership for 21st century skills” y construimos nuestro propio framework a partir de dos de ellas y las ordenamos en 3 ejes principales. En este esquema pueden verse.

 

Chequeá tu currículum/actividad

Los fact-checkers se enorgullecen de sustentar sus notas con evidencia, una conducta que es importante no olvidar a la hora de transformarse en educadores. ¿Tu currículum, actividad o proyecto realmente está enseñando la habilidad que te propusiste? ¿Qué evidencia vas a necesitar recolectar para responderte la pregunta anterior? Chequeen la efectividad de sus actividades pedagógicas con el mismo profesionalismo con el que realizan sus notas. Si se acercan a la comunidad académica para pedir ayuda con esto seguramente encontrarán metodologías y hasta tesistas que los podrán ayudar.

Compartí lo que hacés con esta comunidad

Hay muchas personas y organizaciones trabajando en el mismo problema, como académicos, educadores, fact-checkers, neurocientíficos, psicólogos y otros comunicadores, pero como cada uno pertenece a un área distinta hay pocas colaboraciones cruzadas. Usamos palabras diferentes para referirnos a lo mismo, miramos el problema con un lente diferente y con otras prioridades y cargamos sesgos. Empezar a reconocernos como un ecosistema educativo, más allá de nuestras diferencias, seguramente enriquecerá el trabajo futuro.

Estos consejos surgen tanto de nuestros aciertos y fracasos, realizando proyectos como Chequeado+ donde enseñamos a miles de estudiantes adolescentes habilidades para participar del debate público, o investigaciones junto con acedémicos de la educación y neurocientíficos y pueden servirles a aquellos que quieran embarcarse en el maravilloso mundo de enseñar a adolescentes.

Existen excelentes ejemplos dentro de la comunidad de IFCN de propuestas innovadoras enfocadas  escuelas secundarias, como el trabajo que realiza Factcheck.it o lo que está comenzando a desarrollar Africa Check. En el último año muchos se han sumado a esta nueva comunidad educativa, y no puedo esperar a ver con qué nos encontraremos en el Global Fact 7, el próximo año en Oslo, Noruega.

Comentarios

  • Daiana30 de junio de 2019 a las 4:46 pmBuenas tardes, Soy estudiante de Profesorado de Historia, y ésta cuestión, de cómo contar la verdad en la historia en las aulas hoy en día, es un tema que salta constantemente en clases. Hoy en día los historiadores y (futuros) profesores de historia, tenemos acceso a más fuentes que antes. Casi todas las semanas se descubre algo nuevo en hallazgos arqueológicos. Pero la educación actual está mezclada con la vieja, no todos los profesores se actualizan y aquellos estudiantes que llegan a enseñar, pueden encontrar sus conocimientos mezclados. Enseñar la historia de forma verídica se me encuentra difícil, no imposible, pero si muy complicado de hacer. La historia no es un tema que atraiga hoy en día en las mentes de los chicos que viven más el presente y el teórico futuro, y ese es el problema que encuentro. ¿Cómo enseñar bien una clase de humanidades? Atraer a los chicos con experimentación es posible, y no muy complicado, pero es muy costoso hacer que un grupo de chicos sean transportados a algún área histórica, por no mencionar que muchas familias se opondrían a la idea. ¿Tienen algún caso que se pueda duplicar?
  • Claudia Mazzu12 de julio de 2019 a las 9:09 amBuenos días, Daiana. El estudio de la historia, y la investigación histórica sin de lo más interesantes. Tuve profes excelentes que supieron interesarnos, despertar nuestra curiosidad en base a que "quienes la desconocen tienden a repetirla" Te deseo éxitos en la formación de nuevos ciudadanos pensantes y cuestionadores.
  • Yael17 de julio de 2019 a las 8:48 amMuy interesante e importante tema para mejorar los docentes de secundaria!!! Acuerdo en que hay que centrarse en el hacer, y dejar tanto de contar...
  • Ana Julia Gómez26 de enero de 2020 a las 6:52 pmMe encantaría capacitarme o interactuar para fortalecerme. Trabajo en comunicación ambiental estratégica

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