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El chequeo del primero de marzo, visto desde afuera

El Presidente de la Argentina dió un discurso en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso y los fact-checkers locales, Chequeado, se han estado comiendo las uñas. Durante su discurso de asunción en diciembre último, Mauricio Macri sólo mencionó un dato chequeable -un gran cambio con respecto a los discursos de la presidente saliente, Cristina Fernández de Kirchner, que duraban horas y estaban llenos de datos contrastables.

Pero Chequeado está preparado, y confiado en que no será este otro discurso inchequeable (claim-free). Hoy están instalados en la sala de conferencias de la Universidad Torcuato Di Tella.

El espacio es grande, y tiene que serlo: a las 11am el equipo principal está acompañado por 40 voluntarios, compuesto de estudiantes, periodistas y especialistas. Dispersos en la sala hay credenciales de Chequeado y folletos explicando su método de fact-checking.

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Los voluntarios son asignados a equipos, liderados por uno de los redactores de Chequeado: en el fondo está Seguridad y Narcotráfico, Instituciones políticas, y Economía. En el frente se ubican Protección Social y Salud, y Educación.

Cuando Macri comienza su discurso se hace silencio. Su primer frase chequeable después de sólo unos minutos es recibida con risas de alivio y un “gracias” de la directora de Chequeado, Laura Zommer: parece que va a haber datos sobre los que escribir después de todo.

A medida que las declaraciones se apilan, Laura y la coordinadora de Redacción, Olivia Sohr, toman hojas y hojas de notas. Separadamente, el redactor Ariel Riera anota todas las frases chequeables en un documento de Google que luego se publican en Twitter junto con un link a artículos anteriores de Chequeado cuando la misma frase ya había sido chequeada en el pasado.

La escena es familiar, pero diferente a nuestro trabajo en Full Fact, la organización de fact-checking líder en Gran Bretaña. Nuestro tweet ideal contiene una conclusión sobre la frase en 140 caracteres, más un link a la fuente. Esto es más difícil de lograr con datos que no hemos chequeado antes. Si consideramos que la investigación va a llevar más que un par de minutos, pondríamos la frase en espera y la retomaríamos en una reunión post-debate.

Los temas en el discurso de Macri no son tan diferentes de aquellos de los debates en el Reino Unido: inflación, empleo, deuda y déficit, estadísticas de crímenes y salario docente. Hay similitudes también en los tweets que Chequeado recibe: “que ignorante que sos Macri!” “Comparado con evolución de poder adquisitivo de sueldos y jubilaciones?” “Recomendado: sigan el excelente laburo del equipo de @Chequeado en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso”.

Ocasionalmente el discurso es interrumpido por interferencias en la transmisión o cánticos de otros políticos. Las interrupciones son similares a las que nosotros tenemos en House of Commons en el Reino Unidos, pero hay más coreo y cantos. Como el nuevo programador de Chequeado dice, Mariano Falcón: “Es como un partido de fútbol.”

Cuando #MacriChequeado se convierte en trending topic en Twitter en la Argentina, hay una explosión de conversaciones que es rápidamente silenciada por los factchechers que quieren escuchar cada palabra.

Olivia va de equipo en equipo, discutiendo qué frases pueden ser tratadas primero, y encargando frases a los especialistas. Los redactores de Chequeado coordinan y escriben las investigaciones de sus equipos, chequeando links y datos, y se aseguran de que las evaluaciones sean consistentes y justas. Le pregunto a Olivia sobre la curva de aprendizaje de los nuevos voluntarios. Ella dice que aunque no hay errores comunes, a veces las conclusiones de los voluntarios son más duras que las que el equipo de Chequeado daría.

Una vez redactados, los redactores envían sus fact checks a Laura para la edición final. Ella está buscando fuentes para apoyar las frases chequeables y asegurarse de que esas fuentes son suficientemente fiables. Laura también decide en qué orden las notas son publicadas, tomando en cuenta no sólo las que ya están listas, sino también la neutralidad general. Por ende, cuatro notas concluyendo que la frase es falsa no serían publicadas al mismo tiempo, pero espaciadas entre fact-checks con conclusiones menos drásticas.

El sistema de Full Fact es un poco diferente. Los investigadores editan y chequean los trabajos entre ellos, incluyendo la claridad de la escritura, cálculos, fuentes, frases que podrían ser leídas como parciales. El director por lo general no edita los artículos a menos que sea un tema muy controversial. Porque usamos un resumen de “frase y conclusión”, en vez de un sistema de ranking, no nos tenemos que preocupar tanto sobre qué publicamos primero.

El equipo identifica 95 frases chequeables en el discurso de Macri. Incluso antes de que él termine de dar el discurso Laura ya está editando un artículo sobre empleo. Cinco horas después hay 15 notas publicados sobre temas que van desde inflación y déficit, al desarrollo de los niños en sus primeros cinco años y el rating global de la Argentina en transparencia. (Algunos días después ya suman 25: www.chequeado.com/chequeoenvivo)

Full Fact no publica notas separadas de un discurso o evento político, ni tampoco chequeamos tantas frases. Todos los fact checks de un debate electoral o de un discurso político serían publicados como parte de un artículo “resumen”, analizando un máximo de siete u ocho frases.

Cuando todo termina me pregunto si Full Fact podría incluir a más voluntarios en nuestras investigaciones y procesos de publicación. El beneficio obvio es que se puede publicar más, más rápido y tener más oportunidades de parar frases erróneas antes de que se instalen en el debate público. Pero tal vez un impacto a más largo plazo es el contacto cara a cara, y las devoluciones directas del staff más experimentado a los voluntarios y expertos: factcheckers entusiastas, lo suficientemente seguros de evaluar una frase sin la necesidad de depender de nadie más, pero de ellos mismos.

Comentarios

  • Jorge5 de abril de 2016 a las 7:32 amEn el 2014 Macri “ le presto “ a Grindetti $ 400.000 . Ese mismo año da dos "prestamos ” a Caputo, uno por $ 12.961.163, y otro por $ 5.604.703, lo que en total suman $ 18.565.860 ¿ Son alguno de los contratos de mutuo que los dirigentes del PRO hacen entre ellos o un reaseguro de cobrar coimas que están en la cuenta del otro ? LOs K son obvios al blanquear con los hoteles (página 1 del Manual de la Corrupción y elBlanqueo ) Los M son obvios al garantizar el pago de la coima y evitar engorrosos traslados ( Mutuos con el administrador de la coima ) ( página 1 del Manual del Administrador de las Grandes Coimas ). La cuenta del PRO (Grindetti ) en el banco Clariden Leu AG, con sede en Zurich tenia extensos movimientos y hay otra cuenta que no aparece (por ahora ) . ¿ Por qué los periodistas de La Nación no están interesados en investigar esto y se refieren a Grindetti como "el intendente " y no como " el Secretario de Hacienda de Macri ".
  • Matias20 de julio de 2016 a las 4:11 pmHola, es la primera vez que entro a este blog.. Resumido: no se entiende nada. Me explayo, de qué discurso se habla? el que habla es argentino o extranjero?, comprendo que seguramente entre ustedes, los de chequeado, entenderán perfectamente las cosas de las que habla y menciona, pero para un lector ordinario es muy difícil seguir el relato y entender los códigos y referencias internas... mas teniendo en cuenta que se trata de un relato en primera persona (creo) y no se explican los contextos...

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