Coloquio de IDEA: Fernández criticó la eliminación de las indemnizaciones por despido y citó a los países nórdicos. ¿Qué dice la evidencia?

Durante el encuentro anual organizado por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), el presidente de la Nación, Alberto Fernández, se expresó en contra de la iniciativa de dirigentes de Juntos por el Cambio de eliminar la indemnización por despido y reemplazarla por un seguro.

“He oído, en los últimos tiempos, muchos reclamos para ponerle fin a las indemnizaciones por despidos. Se repite la idea, una y otra vez, de generalizar esquemas indemnizatorios, que sirven a sectores que tienen una alta tasa de rotación de empleo y también de informalidad. (…) Hasta aquí no hay ninguna evidencia que muestre el éxito de esas lógicas”, dijo Fernández. Pero, ¿qué dicen los especialistas y los estudios sobre el tema?

Sin evidencia concluyente

“El efecto de la indemnizacion sobre el empleo, en principio y en teoría, es ambiguo”, dijo a Chequeado Nicolás Ajzenman, profesor e investigador de la Universidad São Paulo School of Economics, de Brasil. “La indemnización aumenta el costo de despedir y, por ende, de contratar. O sea que, en teoría, reduce tanto la creación como la destrucción de empleo. Cuál de las 2 pesa más dependerá del contexto, por ejemplo, de si hay mucha volatilidad o no”, agregó.

En un paper publicado en 2001, los economistas Pierre Cahuc y Fabien Postel-Vinay resumieron la bibliografía existente en la materia y concluyeron, en base a un modelo propio aplicado al mercado europeo, que las restricciones a los despidos pueden reducir el desempleo o no, y que en cualquier caso “su impacto es muy limitado”.

El propio Cahuc, junto a los economistas Franck Malherbet y Julien Prat, publicó otro paper en 2019 para el caso francés en el que señaló algunas consecuencias negativas de la protección laboral (incluyendo las indemnizaciones por despido) en los niveles de empleo. De acuerdo con el estudio, estos efectos negativos estarían causados por un “efecto de anticipación”, ya que las empresas prevén que deberán pagar mayores costos en el futuro a la hora de despedir trabajadores.

Pero el caso de Francia es muy particular, dado que allí hasta 2017 -el período de estudio del paper– los empleadores debían pagar un mínimo de 6 salarios para despedir sin causa a trabajadores con más de 2 años de antigüedad (actualmente, deben pagar un mínimo de 3 salarios). Así, estas conclusiones no son necesariamente extrapolables a otros países.

En la Argentina, la Ley de Contrato de Trabajo estipula que cualquier trabajador registrado despedido sin causa debe ser indemnizado por un monto equivalente al salario básico de un mes por cada año completo de servicio. Por eso, para despedir a un trabajador con 2 años de antigüedad el empleador debe abonar 2 salarios más una serie de ítems, como las vacaciones no gozadas o comisiones adeudadas, 3 veces menos que el mínimo en Francia en el período estudiado.

“Dados los costos políticos [de proponer agendas de flexibilización del mercado de trabajo], uno podría asumir que tales reformas se basan en evidencias firmes y abundantes. Por desgracia, las investigaciones no son tan concluyentes”, dijeron los investigadores.

¿Qué pasa en los países nórdicos?

En su discurso frente a los empresarios, Fernández propuso “repasar” los esquemas de los países nórdicos “porque muchas veces son citados como ejemplos” y trajo a colación los siguientes casos:

• “En Finlandia, por ejemplo, donde el despido sin causa está penado con entre 3 y 24 salarios y el sindicato debe intervenir en el conflicto de manera obligatoria. Las multas aplicadas por despidos arbitrarios llegan a los 35 mil euros y estas condiciones se imponen a todas las empresas que tengan más de 20 empleados”, dijo el Presidente.

Efectivamente, según un relevamiento de Chequeado, la sección 2 de la Ley de Contrato de Empleo de Finlandia señala que el empleador que despide a un trabajador deberá pagarle una compensación (indemnización) de entre 3 y 24 meses de salario, cifra que se incrementa hasta 30 meses en el caso de los delegados sindicales.

A la hora de calcular esta indemnización deberá tenerse en cuenta la duración de la relación laboral, la edad del empleado y sus perspectivas de conseguir un nuevo trabajo, entre otros aspectos (ver detalle, en inglés).

Además, de acuerdo con las International Comparative Legal Guide (ICLG, por sus siglas en inglés) -una guía de referencia editada por la editorial británica Global Legal Group-, cualquier empresa finlandesa que emplea a 20 o más trabajadores está obligada a consultar con los representantes de los trabajadores antes de adoptar despidos debido a motivos económicos.

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• Fernández también afirmó: “En Dinamarca, los empleados fuera de convenio son protegidos ante el despido sin causa. Los costos indemnizatorios oscilan entre 6 y 12 meses de salario, y en todos los casos el sindicato debe intervenir en la solución del conflicto”.

De acuerdo con la Guía Thomson Reuters Practical Law -realizada por el instituto inglés que lleva el mismo nombre-, aquellos empleados despedidos en dicho país sin causa tienen derecho a recibir entre 1 y 6 meses de indemnización. La indemnización puede aumentar hasta el equivalente a 12 salarios para el caso de ciertos empleados protegidos, como delegados sindicales y otros representantes de los trabajadores (ver detalle en inglés acá y acá).

En ese sentido, cualquier asalariado que haya estado empleado por al menos 12 meses está protegido contra despidos sin justa causa. Para ciertos casos alcanzados por convenios colectivos, este mínimo es de 9 meses.

Al igual que en Finlandia, las empresas danesas con más de 20 trabajadores que deciden despedir a buena parte de su plantilla por motivos económicos están obligadas a consultar con representantes de los trabajadores antes de tomar cualquier decisión al respecto.

• “En Noruega no hay indemnizaciones por despidos sin causa, es cierto (…), pero para que alguien pueda ser despedido el empleador debe contar con la anuencia del empleado, con la anuencia de su abogado y con la anuencia del sindicato. En ese contexto, el empleado despedido, invariablemente, sigue cobrando su sueldo hasta que la justicia homologa la decisión del despido”, aseguró el Presidente.

Efectivamente, según L&E Global -empresa multinacional de servicios de derecho laboral-, no existe un derecho a la indemnización por despido en Noruega más allá del pago del salario y de aquellos “beneficios contractuales adicionales” acordados por contrato mientras dure el período de preaviso.

Sin embargo, el empleado tiene derecho a un encuentro con el empleador para negociar la decisión y apelar el despido. Si apela, tendrá derecho a mantener su puesto de trabajo hasta que una corte haya fallado sobre el caso. Esto “puede tomar de 2 a 3 años”, según L&E Global, y durante este período “el empleado tiene el derecho a seguir trabajando como hizo hasta entonces y seguir recibiendo un salario por ello”.

“Es cierto que en algunos modelos nórdicos, como Dinamarca y Noruega, los costos de despido son más bajos [que en la Argentina], en los lugares donde los sindicatos y las regulaciones son importantes”, dijo a Chequeado Sebastián Etchemendy,  profesor de Economía Política Comparada en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y ex asesor del Ministerio de Trabajo durante la gestión del kirchnerismo. Y agregó: “Pero los sindicatos aceptaron que los costos de despido sean más bajos a condición de poner a los trabajadores en programas de empleo alternativo muy generosos, y programas de capacitación que te consiguen un nuevo empleo donde seguís ganando lo mismo que antes”.

Etchemendy cita el caso danés de la “flexiseguridad”, según el cual una empresa que avisa con 3 meses de preaviso puede despedir a una persona sin necesidad de pagar indemnización, pero a cambio el Estado ofrece formación gratuita y de calidad, “especialmente para aquellas personas que en un momento determinado pierden su trabajo”, y otorga “generosos subsidios por desempleo” que pueden llegar a los Є 4 mil mensuales y durar hasta 4 años (ver artículo).

En comparación, el seguro de desempleo en la Argentina oscila entre los $ 6 mil y los $ 10 mil (unos Є 87) y se ofrece durante un máximo de 1 año, con montos que disminuyen trimestralmente.

Es decir que, en algunos casos, como los de Dinamarca y Noruega, la indemnización por despido puede ser menor que en la Argentina, pero existen protecciones sociales mucho más amplias que en nuestro país.

Propuestas alternativas

En una entrevista reciente en ElDiarioAr, el economista Eduardo Levy Yeyati, director académico del Centro para la Evaluación de Políticas basadas en Evidencia (CEPE) de la Universidad Torcuato Di Tella, descartó la eliminación progresiva de la indemnización por despido como solución para el mercado de trabajo argentino.

“La cantidad de empleo formal privado está estancada hace más o menos 10 años y representa una proporción menor del trabajo. Entonces no vamos a resolver eso con flexibilizar la salida”, dijo Levy Yeyati, quien fue director del Programa 2030 durante la gestión de Mauricio Macri. Esta afirmación va en línea con los datos del Ministerio de Trabajo de la Nación.

“La mayor parte de los empleos informales está en microempresas de hasta 5 empleados. ¿Por qué son informales? ¿Porque son caros? No. ¿Porque el microempresario es ‘negrero’ por naturaleza? No, es porque el sistema tributario argentino en muchos casos hace que, por la baja productividad de esas empresas, no puedan estar en blanco. Entonces no hay mucho que puedas hacer desde el lado de la oferta de trabajo para blanquear a esta gente”, ilustró el economista. Y agregó: “Uno tiene que tener muy en claro cuáles son las causas del problema laboral, porque si no, vas a estar tocando botones sin ninguna respuesta”.

Según Levy Yeyati, no se pueden sustituir las indemnizaciones con un nuevo contrato donde no exista ese concepto porque implicaría la pérdida de derechos adquiridos, y sugirió en su lugar explorar “un régimen paralelo de emergencia” que no reemplace al actual sino “que sirva para los nuevos trabajadores jóvenes que hoy no consiguen empleo y los trabajadores adultos desplazados por la pandemia”.

El economista es uno de los impulsores de un proyecto de ley sobre Formación Laboral Continua, presentado por 6 diputados de la Unión Cívica Radical (UCR), que propone la creación de un instituto nacional de formación laboral dedicado a capacitar y certificar calificaciones laborales integrados por empleadores y representantes sindicales.

Etchemendy dijo a este medio que la supuesta eficacia de la eliminación de la indemnización por despido no está demostrada.

“Hay una eterna discusión sobre si la generación de empleo depende de incentivos microeconómicos del empresario cuando contrata -especialmente las cargas sociales- o si la decisión tiene más que ver con condiciones macroeconómicas, como el tipo de cambio, el acceso al crédito y las perspectivas de inversión”, ilustró.

En ese sentido, Etchemendy señaló que “no está demostrada” cuál es la teoría correcta, ya que “los sectores que no tienen una indemnización convencional de despido, como el de la construcción, son un ejemplo de alta informalidad”; y, por otro lado, en otros sectores, como el servicio doméstico, “el costo laboral es muy bajo y sin embargo tienen una alta informalidad”. Lo mismo sostuvo el coordinador del Observatorio de Derecho Social de la CTA – Autónoma, Luis Campos, en Twitter.

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