Denuncia de la CHA por discriminación: qué dice la legislación actual sobre la donación de sangre

En los últimos días, la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) denunció la discriminación ejercida contra personas homosexuales al momento de donar sangre y plaquetas. En particular, la asociación señaló al Hospital Garrahan y a la Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular (AAHITC).

En relación al Hospital Garrahan, la CHA visibilizó el caso de un hombre gay que donaba regularmente sangre y plaquetas; y que, después de conocer su sexualidad, la encargada del sector de hemoterapia le dijo que “estaba poniendo en riesgo la vida de los niños y niñas del hospital”. 

El viernes último, la institución resolvió cambiar los criterios de autoexclusión de donantes usados hasta el momento, en donde se consultaba por la orientación sexual. Además, anunciaron un cambio en el cuestionario publicado en la página web en el que se hacía referencia a la negativa de donación a los “hombres que tienen sexo con hombres”. Esto fue comunicado por la CHA y confirmado a Chequeado por Guillermo González Prieto, presidente del Consejo Asesor Administrativo del hospital.

La CHA también denunció ante el ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación a la Asociación Argentina de Hemoterapia por una recomendación que excluye en la donación de sangre a “la actividad sexual entre hombres”. La cartera confirmó a este medio que recibió la denuncia y que está trabajando sobre este tema junto al Ministerio de Salud de la Nación, pero todavía no comunicó las medidas a tomar.

La denuncia señala que las recomendaciones de la Asociación Argentina de Hemoterapia van en contra de la legislación actual y dirige a un sitio de la asociación -donandosangre.org – en el que se lista como impedimentos para la donación “Varones que tengan o hayan tenido relaciones entre hombres. Mujeres que tengan o hayan tenido pareja sexual Hombre que tiene también sexo con hombres”.

En la actualidad, estas recomendaciones ya no están disponibles en el sitio pero, a través de una búsqueda en WebArchive, una biblioteca digital que preserva distintas páginas web, se puede encontrar una captura del 26 de julio último en donde sí se podía leer esto.

“Lo importante son las prácticas riesgosas y no la identidad sexual del donante. Si una persona homosexual tiene una pareja estable y se cuida, no hay porqué asumir que es un riesgo. Las personas heterosexuales también pueden hacer actividades riesgosas”, señaló a Chequeado César Gigliutti, presidente de la CHA.

Por su parte, Oscar Torres, presidente de la asociación denunciada, dijo a este medio: “La CHA cometió un error garrafal y hasta te diría malintencionado. En la denuncia no dice en qué clínica privada se produjo la discriminación ni quién le dijo al donante que se rigen por las normas de la asociación. Nosotros no tenemos normas y adherimos a la reglamentación del Ministerio de Salud”. 

En relación al sitio web, Torres señaló que se trata de una página vieja que se dio de baja en 2013. Aunque este medio encontró un registro más reciente de este dominio, en este sí se puede observar que en la página se menciona a la “Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología” que actualmente se llama “Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular”.

“La limitante para la donación es una situación de riesgo aumentado. Las relaciones sexuales entre hombres presentan un riesgo mayor porque de acuerdo con el Boletín sobre VIH-SIDA del Ministerio de Salud, la seroprevalencia de VIH en esa población es mayor a la de la población general. Pero nosotros no preguntamos sobre la identidad sexual de las personas. En el formulario pre-donación damos la información y apelamos a la sinceridad del donante para autoexcluirse”, agregó.

Qué dice la ley

La donación de sangre está regulada en la Argentina por la Ley 22.990, conocida como Ley de Sangre. En 2015, el Ministerio de Salud de la Nación modificó aspectos de la reglamentación por considerarlos “desactualizados”.

Allí incluyó entre quienes deberán “quedarán inhabilitados por 12 meses (transitoriamente) como donantes de sangre o componentes sanguíneos” a quienes “hayan estado expuestos a situaciones o prácticas sexuales consideradas de riesgo incrementado para la donación de sangre”. 

La norma enumeró cuáles eran esas prácticas: 

– Tener una relación sexual (oral, vaginal o anal) sin utilizar preservativo o campo de látex con una persona que usted desconoce si tiene infecciones de transmisión sexual.

– Tener una relación sexual estando circunstancialmente bajo el efecto de alcohol o cualquier sustancia psicoactiva, con una persona que usted desconoce si tiene infecciones de transmisión sexual, incluso si usó preservativo o campo de látex.

– Tener relaciones sexuales con personas que tienen virus de VIH, Hepatitis o HTLV I-II, incluso si usó preservativo o campo de látex.

– Tener relaciones sexuales con personas que se dializan o reciben transfusiones frecuentemente, incluso si usó preservativo o campo de látex.

– Tener una relación sexual con personas que cambian muy frecuentemente de pareja sexual, incluso si usó preservativo o campo de látex.

– Tener una relación sexual con personas que utilizan drogas inyectables o que comparten el material para consumir drogas, incluso si usó preservativo o campo de látex.

– Tener relaciones sexuales entre más de dos personas al mismo tiempo, que usted desconoce si tienen infecciones de transmisión sexual, incluso si usó preservativo o campo de látex.

– Tener relaciones sexuales ocasionales en zonas con alta prevalencia de VIH, incluso si usó preservativo o campo de látex.

En la reglamentación no se incluye la consulta sobre la identidad sexual del posible donante y se aclara: “Si bien en nuestro país estudios epidemiológicos demuestran que la epidemia de VIH y otras infecciones transmisibles por sangre está concentrada en grupos más vulnerables, las prácticas sexuales de riesgo se distribuyen homogéneamente en la comunidad, por lo que la descripción de las mismas en un documento pre donación, facilitará la comprensión del donante y su autoexclusión”. 

“Dada la complejidad del proceso de calificación de donantes de sangre de bajo riesgo, es necesario tener en consideración datos epidemiológicos y la evidencia científica disponible, en el país y/o la jurisdicción, con la finalidad de ampliar y/o complementar el cuestionario personal pre-donación. La valoración rigurosa del riesgo puede requerir, en caso de duda, la anamnesis médica [N. de la R. la recolección de datos a través de un cuestionario] para autorizar la donación de sangre y/o componentes”, agrega la norma.

Por qué es importante responder honestamente el cuestionario

La sangre donada siempre se debe analizar. Se realizan estudios de laboratorio para clasificar el grupo y factor sanguíneo y anticuerpos; y para detectar infecciones transmisibles por transfusión (ITT) como: Hepatitis B, Hepatitis C, VIH/Sida, Chagas, Sífilis, HTLV y Brucelosis, según explica el Ministerio de Salud Nacional.

Sin embargo, allí no se eliminan todos los riesgos. Cualquiera sea la identidad sexual del donante, en el caso de las ITT,  existe un lapso de tiempo entre “el ingreso del agente infeccioso al organismo y la posibilidad de detectarlo mediante un estudio” que se llama “periodo de ventana”. 

Es por ello que se hacen las consultas previas de “autoexclusión”, que siempre deben ser confidenciales: para evitar casos en que hay mayores posibilidades de tener una infección que todavía no pueda ser detectada en un laboratorio.