Qué hacer (y qué no) ante la picadura de un escorpión

Una o dos veces al año, con veraniega regularidad, la picadura de un escorpión se convierte en noticia y las redes sociales se llenan de consejos supuestamente bien intencionados -pero incorrectos y poco precisos- sobre qué hacer en estos casos.

Los datos estadísticos muestran que, en las últimas décadas, las picaduras por escorpiones (alacranes) representan la mayor cantidad de los accidentes causados por animales venenosos en la Argentina, con una cantidad anual que ronda los 8 mil casos y una mortalidad que oscila en 2 y 8 víctimas fatales al año, según detalla una publicación de la Asociación Toxicológica Argentina que nuclea a los especialistas de esta disciplina.

En nuestro país se han identificado cerca de 60 especies diferentes de escorpiones, pero la picadura de solo un pequeño grupo de estos artrópodos invertebrados representa un peligro para la salud. 

Estas situaciones de “escorpionismo” son más comprometedoras si la picadura la sufren niños pequeños, adultos mayores y personas con alguna comorbilidad cardiovascular.

“Estos 3 grupos son los que tienen más riesgo de sufrir un ‘escorpionismo’ grave”, explicó a Chequeado la doctora María Verónica Torres Cerino, jefa de Unidad de Toxicología y Medio Ambiente del Hospital Universitario Austral. 

Según esta experta, si bien se registran incidentes de este tipo a lo largo de todo el año, en buena parte de la Argentina (salvo en la Patagonia los alacranes se distribuyen en  todo el país) lo que se verifica es que durante los meses de máximo calor ocurre una mayor cantidad de picaduras. 

“Esto es, en parte, porque estos animales se exponen más y en parte porque la gente tiende a, por ejemplo, estar sin calzado que proteja la piel, lo que facilita que estos incidentes se vuelven más comunes”, explicó Torres Cerino.

Para Torres Cerino, “en las provincias del norte, como Formosa o Córdoba, durante el verano pueden registrarse varios incidentes diarios. En cambio en el AMBA, suele haber picaduras, pero raramente con ‘escorpionismo’, esto es el cuadro de intoxicación por veneno que requiere la aplicación de un antídoto específico”.

Cómo identificar la picadura y qué hacer

La sintomatología clásica de esta situación comienza con dolor. “No se trata de una picadura que pasa desapercibida. No tanto por el aspecto visual de la zona afectada sino por el dolor intenso que causa. Luego puede aparecer hipertensión y taquicardia y -más tarde- vómitos, que marcan el avance de la intoxicación. A partir de ese momento pueden registrarse otros síntomas relacionados con el shock de la intoxicación severa”, resumió la médica.

Los expertos advierten que hay que concurrir a una guardia en forma inmediata. La velocidad para concretar la consulta es importante ya que “el uso del antídoto tiene un mejor pronóstico si se aplica en las primeras 2 horas tras el momento de la picadura. Y no debemos olvidar que todo el episodio de escorpionismo se desarrolla en pocas horas”, recomendó Torres Cerino.

El uso del hielo y el torniquete

“El uso de compresas frías o hielo solo se recomienda para los primeros momentos tras la picadura, porque permite ayudar a disminuir la inflamación y controlar el dolor local, además de retardar mínimamente la difusión de la toxina. Pero la indicación más importante es concurrir a la consulta médica en forma inmediata”, reiteró la toxicóloga.

En la literatura fantástica y en las películas clásicas de género se suele apelar a la idea de hacer un torniquete y/o succionar la zona de la picadura para extraer el veneno. “Ambas conductas son erróneas porque el torniquete no detiene la expansión del veneno sino que disminuye la circulación de la sangre al miembro afectado. Puede parecer instintivo pero no evita la difusión de la toxina. Además, compromete -para mal- la evolución del miembro afectado. Tampoco hay que succionar la herida ya que ese procedimiento puede terminar intoxicando a la persona que lo realiza”, aseveró la profesional.

Y no solo estos. Tampoco debe recurrirse a otros otros remedios “caseros”, como ajo machacado o “quemar” la herida.

Cómo prevenir picaduras

Un documento publicado por las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación propone 9 medidas para prevenir estos accidentes:

• Revisar y sacudir prendas de vestir y calzados.
• Sacudir la ropa de cama antes de acostarse o al acostar un niño.
• Evitar caminar descalzo.
• Tener precaución cuando se examinan cajones o estantes.
• Utilizar rejillas en los desagües, cañerías y otras aberturas.
• Colocar burletes o alambre tejido (mosquiteros) en puertas y ventanas.
• Revocar las paredes, reparar grietas en pisos, paredes y techos.
• Mantener limpia y ordenada la vivienda y alrededores. Evitar la acumulación de materiales de construcción, escombros o leña porque son lugares donde suelen buscar refugio.
• Con asesoramiento especializado y personal capacitados, es posible aplicar plaguicidas de baja toxicidad.