Hambre en el país: qué muestran los datos

Miguel Ángel Pichetto, candidato a Vicepresidente por Juntos por el Cambio, criticó la media sanción de la ley de Emergencia Alimentaria en la Cámara de Diputados en una entrevista con TN y dijo que “el debate social está abierto. Si la Iglesia opina que hay hambre, yo opino que no hay hambre”. Más allá de las opiniones, ¿qué dicen los datos?

Según el INDEC, en el segundo semestre de 2018 la indigencia era del 6,7%. Esto significa que cerca de 3 millones de personas en el país tuvieron ingresos menores al costo de la Canasta Básica Alimentaria que mide las necesidades mínimas alimentarias para un mes (en agosto de 2019, último dato, fue de $ 4.290 por adulto).

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) destaca en un informe que un 4,6% de personas pasaron hambre en la Argentina en el período 2016-2018. Por otro lado, según estimaciones de la Universidad Católica Argentina (UCA), durante el 2018 un 7,9% de la población sufrió inseguridad alimentaria severa (medida como la percepción de experiencias de hambre durante los últimos 12 meses por problemas económicos), siendo el mayor porcentaje de la serie que comienza en 2010.

“En el último período interanual hubo un incremento muy significativo de la pobreza y de la inflación, con lo cual es entendible que se haya incrementado la inseguridad alimentaria y que, por primera vez desde el año 2010, las transferencias de ingresos no fueron suficientes”, señaló a Chequeado Ianina Tuñón, coordinadora del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA, quien destacó que se incrementó la ayuda alimentaria gratuita pero en 2018 no fue suficiente.

Las estimaciones oficiales de Jefatura de Gabinete de la Nación al Congreso muestran que en 2018 casi 2,8 millones de personas asistieron a los 19 mil comedores escolares del país, mientras que 203 mil personas asistieron a los 1.270 comedores comunitarios.

En 2017 murieron en el país 773 personas por desnutrición, según muestran los últimos datos del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, aunque es posible que exista subregistro por cómo se toman los datos (como se explica en este artículo). La mayoría (80%) fueron personas mayores de 70 años, una relación que se mantiene en los últimos años y que se explica, como se sostuvo en esta nota, por el “síndrome de fragilidad” de los adultos mayores.