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Malvinas y la omisión de la CGT

“(La guerra) no fue una decisión del pueblo argentino, sino una decisión de una Junta desesperada por tapar una realidad que había sido destapada por un grupo de mujeres de pañuelo blanco que buscaban a sus hijos y a sus nietos”, expresó Cristina Fernández el día de la reasunción de sus funciones. En realidad, la decisión del general Leopoldo Galtieri de iniciar una guerra con Gran Bretaña respondió a dos factores que la Presidenta omitió en su discurso. En primer lugar, a la crisis económica que enfrentaba la dictadura, manifestada, entre otros indicadores, en la reducción del PBI del 6,2% entre 1980 y 1981 y del 5,2% entre 1981 y 1982 (Rapoport, Mario. “Historia económica, política y social de la Argentina”. Emecé. Pág. 651). Y, en segundo lugar, a la agudización de las protestas del movimiento obrero, que derivó, el 30 de marzo de 1982 -es decir, dos días antes del desembarco argentino-, en una movilización y concentración en Plaza de Mayo convocada por la CGT, conducida por Saúl Ubaldini, que fue violentamente reprimida. Ante estas circunstancias, para Galtieri se hizo imperioso “ocupar las (Islas) Malvinas, porque no quedaba otra salida”, como señala la historiadora (UBA) Valeria Carbone en su texto “Génesis de la Guerra de Malvinas (1976-1983)”. Consultado por Chequeado.com, Vicente Palermo, sociólogo y autor del libro “Las Malvinas en la cultura argentina contemporánea”, señaló: “La mayor causa fue la certeza que tenía Galtieri de que tomar las Malvinas le iba a proporcionar un activo político para recomponer la imagen del régimen. El problema es que él no esperaba una guerra en lo más mínimo”.

Comentarios

  • oscar guzman2 de febrero de 2012 a las 12:06 amMe parece muy simplista el análisis. Una guerra no se decide en tres días. El proceso buscaba desesperado un escape hacia adelante y el tema Malvinas fue para ellos la excusa perfecta. Pero subestimaron al pueblo y no se dieron cuenta que eso no alcanzaría para tapar las atrocidades que cometieron y su impericia para gobernar. No hubo gesta ni nada parecido, fue una aventura irresponsable de final cantado. Sólo merecen nuestros respeto aquellos que dejaron su vida en las Islas.

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