Y entonces… ¿por qué nos quedamos?

En su edición del sábado 21 la columna de economía de Alfredo Zaiat de Página 12, matutino que usualmente apoya las políticas del gobierno, describe sólidamente los variados perjuicios que causaría al país la pertenencia al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), destacando que las mayores economías de la región, Brasil y México, nunca aceptaron ingresar a ese mecanismo que en la práctica implica “una privatización de la justicia”. Lo mismo argumenta Eduardo Aliverti en su nota de hoy, en el mismo diario, donde dice que el sentido del CIADI “es proteger a los grandes emporios radicados en las naciones en vías de desarrollo. Brasil no entró a ese engendro, como elemento informativo considerable si se estimara menor que huyeron de él Bolivia, Ecuador y Venezuela”. Ambas columnas omiten dos cuestiones: 1) ¿Por qué la Argentina, que ingresó en el sistema en 1992, no lo abandonó hasta ahora? 2) ¿Por qué se siguen renovando año a año los convenios bilaterales de inversiones que aceptan al CIADI como instancia judicial?
Fuente: Página 12 – “A la cola” – 21/04/12
Página 12 – “Y péguele fuerte” – 23/04/12