Qué es la geoingeniería, qué proyectos existen en el mundo y por qué es falso que sea la causa del cambio climático

A medida que los efectos del cambio climático se hacen más tangibles, como lo evidencian las olas de calor y lluvias extremas cada vez más frecuentes, en redes sociales circula una teoría que asegura que la principal causa del calentamiento global no son las emisiones de gases de efecto invernadero -como lo ha explicado en reiteradas ocasiones la comunidad científica- sino la geoingeniería o ingeniería climática. 

Según los videos desinformantes -que en Tik Tok tuvieron más de 265 mil reproducciones, y en Facebook 100 mil, según los datos aportados por las propias redes sociales- el clima no está cambiando sino que es “manipulado” por “un grupo de poderosos ocultos en las sombras” con el fin de impulsar una agenda “antidesarrollo”. Sin embargo, esto es falso.

La geoingeniería es un conjunto de técnicas que busca reducir los efectos del calentamiento global, al contrario de lo que afirman los videos y posteos desinformantes. La mayor parte de estas tecnologías aún se encuentra en fase experimental y muchas de sus propuestas generan debate dentro de la comunidad científica. Además, la evidencia demuestra que el cambio climático está ocurriendo y está impulsado por las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles.

“Muchas de estas técnicas de geoingeniería existen como una idea -no hay tecnología disponible para realizarlas a gran escala-, otras están en una fase experimental y ninguna de ellas es la causa del cambio climático”, aseguró a Chequeado Inés Camilloni, investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (que depende del Conicet y la Universidad de Buenos Aires) y residente en el Programa de Investigación de Geoingeniería Solar de la Universidad de Harvard, en los Estados Unidos​. 

¿Qué dicen las teorías conspirativas sobre la geoingeniería?

Diversas publicaciones y videos en redes sociales sostienen que “la geoingeniería es utilizada para controlar el clima”, que “el cambio climático está prefabricado” y que “una élite poderosa lo modifica para impulsar un nuevo orden mundial”.

Muchas veces esta teoría conspirativa aparece vinculada a desinformaciones sobre el Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia o “proyecto HAARP” (por sus siglas en inglés) que, según algunas teorías conspirativas, busca “causar terremotos, manipular el comportamiento humano y modificar el clima”, algo falso como contamos en esta nota. 

También es frecuente que se asocie a la ingeniería climática con la aparición de supuestas nubes de formas alargadas, como líneas, llamadas también chemtrails. Afirman que son residuos de aviones no identificados por radares que “liberan químicos en el cielo” para alterar el clima y que han provocado granizos extremos a través de “la nucleación química del hielo”, o sea, la transformación del hielo en fase líquida o gaseosa.

Esto también es falso. En realidad, estas supuestas nubes son estelas de condensación que dejan los aviones a su paso cuando se dan ciertas condiciones de temperatura y de humedad.

Chequeado preguntó a expertos en geoingeniería y en física atmosférica para saber qué es y qué no es la ingeniería climática, y por qué es falso que sea la causa del cambio climático.

¿Qué es la geoingeniería?

Según el glosario del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) -el grupo científico internacional reunido por las Naciones Unidas para monitorear y evaluar toda la ciencia relacionada con el cambio climático- la geoingeniería engloba técnicas para modificar el clima con el fin de mitigar el calentamiento global. 

La institución las divide en 2: remoción de gases de efecto invernadero (GGR, por sus siglas en inglés) y modificación de la radiación solar (SRM, por sus siglas en inglés). 

Las primeras tienen el objetivo de capturar los gases que hay en el aire y guardarlos o utilizarlos de alguna forma productiva. La segunda técnica consiste en desarrollar formas de controlar los rayos del sol, sea para bloquearlos o reflejarlos. Esto puede ser desde pintar terrazas de blanco o plantar árboles hasta inyectar aerosoles en la estratosfera.

Chequeado encontró que las teorías conspirativas se centran en los SRM, en especial en la inyección de aerosoles en la estratosfera (la capa de la atmósfera ubicada entre la troposfera y la mesosfera) y el aclarado o blanqueamiento de nubes marinas. 

Estas técnicas implican la utilización de globos o aviones que liberan partículas (una especie de polvo muy pequeño) para reflejar la radiación solar y así evitar el calentamiento de la Tierra. Aunque no se practican, existen experimentos para comprender sus efectos en diferentes partes del mundo, en especial en países del norte global como Estados Unidos, Reino Unido o Canadá. 

También existen líneas de investigación que usan modelos matemáticos para proyectar escenarios futuros en otras regiones como África, América Latina y Asia, aunque según Naciones Unidas, en estas zonas hay menos trabajo al respecto.

En la Argentina, solo existe un proyecto de investigación financiado por la iniciativa internacional Degrees, que busca incentivar el estudio de los efectos que podría tener la geoingeniería solar en diferentes países del sur global. En nuestro país, el proyecto es encabezado por la investigadora del Conicet, Inés Camilloni, quien pretende -a través de cálculos- entender qué pasaría si se implementaran los SRM a nivel mundial. 

Aclarado de nubes marinas: qué proyectos existen

Son técnicas experimentales que tienen como objetivo hacer más densas y blancas a las nubes y se desarrollan cerca de las costas o territorios insulares. Esta es una técnica similar a la siembra de nubes pero con un objetivo distinto. Mientras la siembra busca provocar lluvia, la segunda pretende fabricar nubes que cubran mucho territorio y que no desaparezcan tan rápido, que se queden en el cielo.

“La idea es rociar agua de mar al cielo cerca de la costa. Con esto se crean nubes y al crear nubes se enfría el área debajo de ellas”, explicó a Chequeado Janos Pasztor, director ejecutivo de la iniciativa de Gobernanza Climática de Carnegie (C2G), una de las organizaciones que más conoce sobre los proyectos de geoingeniería en el mundo.

También hay otras propuestas que buscan aclarar las nubes más altas, conocidas como cirrus. Esto, según se especula, permitiría que los rayos reflejados en la superficie terrestre puedan escaparse al espacio con mayor facilidad. De esta manera, ese calor no se quedaría en la Tierra.

Según detalla Pasztor, es un método localizado de SRM, porque se enfriaría solo lo que está debajo de esas nubes. “Hasta ahora, sabemos de un experimento de grandes dimensiones y está localizado en Australia. El gobierno nacional está financiando este proyecto con la intención de proteger la Gran Barrera Arrecifal, que está desapareciendo por las temperaturas extremas”, detalló el especialista.

El monitor de geoingeniería -diseñado por el Grupo de Acción sobre Erosión (ETC Group, por sus siglas en inglés) y financiado por la fundación alemana, Heinrich Böll- muestra existen 8 proyectos de investigación vigentes en el mundo dedicados a la modificación de la radiación solar con el abrillantamiento de nubes marinas, pero ninguna de estas se ha probado a gran escala. 

En cuanto a los chemtrails que las publicaciones desinformantes vinculan con el abrillantamiento de nubes marinas, Camilloni fue contundente: “Los chemtrails no son geoingeniería. Son estelas de condensación de aviones o barcos y nada tienen que ver con las investigaciones llevadas a cabo en Australia o en otras partes del mundo. Tampoco se relacionan con la inyección de aerosoles a la estratósfera”.

Inyección de aerosoles a la estratósfera: qué proyectos existen

La inyección de aerosoles en la estratósfera es una técnica que, según Camilloni, jamás se ha implementado. Aún así genera polémica y el debate en torno a ella ha crecido en las últimas décadas. “Habría un nuevo clima si se implementara”, aseguró la especialista. Es importante entender que esta técnica debería aplicarse a nivel global y existe la posibilidad de efectos secundarios.

El proceso implica liberar en la estratósfera grandes cantidades de un micropolvo compuesto de sulfuros. Se usarían aviones especiales que volarían a una altura que supera los vuelos comerciales. En principio, estas partículas reflejarían parte de los rayos solares y evitarían que lleguen a la superficie terrestre, lo que a su vez atenuaría el calentamiento global, al menos por un tiempo.

Hasta el momento, hay pocas investigaciones al respecto y ninguna puede asegurar lo que realmente sucedería de implementarse. Sin embargo, los científicos que se especializan en este tema han utilizado modelos matemáticos complejos para señalar posibles efectos en la temperatura y la humedad. Según Camilloni, podría haber enfriamiento moderado o extremo en diferentes lugares, así como cambios en los patrones de lluvias, presión atmosférica y sequías dependiendo de la región.

En la actualidad, existen algunos proyectos dedicados a investigar este tema, pero ninguno ha salido de la fase experimental. Además, todos ellos han estado envueltos en críticas y polémicas. Muchos de ellos han tenido que detenerse, pues existe un temor a que los efectos secundarios sean peores que los beneficios (ver acá y acá). 

No, la geoingeniería no es la causa del cambio climático

Los científicos coinciden en que no hay evidencia que respalde que la ingeniería climática esté detrás del calentamiento global. Las tecnologías de geoingeniería aún se están desarrollando y no se han realizado experimentos u operaciones a gran escala.

Desde hace varias décadas que la comunidad científica internacional coincide en que el principal promotor de la crisis climática es el ser humano, y aún con más especificidad, las emisiones que genera a través del desarrollo industrial. 

Esto se debe a que, desde que este proceso histórico inició se han emitido crecientes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera, en mayor proporción, de dióxido de carbono, después de metano, de nitratos, y por último de fluoruros, sulfuros y demás gases.

Según lo que pronostica el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático pronto se sobrepasarán los 1,5°C de temperatura de no generar políticas de mitigación, en especial en los sectores energéticos, agropecuarios, transporte y de residuos.

“La razón por la que aparecen tantas publicaciones desinformantes acerca de la geoingeniería es que aún no se entiende bien de qué trata y es una idea que asusta”, sostuvo Camilloni. Y concluyó: “Lo importante es que la ciencia avance en ver si serviría, pero que esto no distraiga de actuar sobre la causa raíz del cambio climático, que son los combustibles fósiles”.