Javier Milei: “La Argentina es hoy el país con la presión fiscal en blanco más alta del mundo”

En su discurso del domingo a la noche, Javier Milei (La Libertad Avanza) -quien fue el precandidato presidencial más votado en las Elecciones PASO 2023-, hizo un diagnóstico de la situación económica del país. En ese contexto, habló sobre el déficit fiscal (es decir, la diferencia entre los ingresos y gastos de una nación) y dijo: “La Argentina es hoy el país con la presión fiscal en blanco más alta del mundo”. Pero, ¿qué dicen los datos?

Según el Banco Mundial y la UIA, el dato de Milei es correcto, pero no hay consenso entre los especialistas

Chequeado consultó al equipo de Prensa del candidato de La Libertad Avanza para saber qué dato había utilizado como fuente, pero al momento de publicación de esta nota no hubo respuesta.

Por lo general, la presión fiscal es definida como el porcentaje de la recaudación en relación con el Producto Bruto Interno (PBI) de un país. Pero Milei habló de “presión fiscal en blanco”, es decir, la presión fiscal sobre el sector formal de la economía (es decir, el que está registrado).

El Banco Mundial elaboró un ranking llamado “Doing Business” (2020) en el que evalúa diversas variables y regulaciones para hacer negocios en 190 países. Respecto de su sistema tributario, la Argentina se ubica en el puesto 170 del ranking. “Pero ese ranking se compone a su vez de 4 subrankings, 3 de los cuales son de calidad del sistema tributario y el otro, de cantidad o presión fiscal de este sistema”, explicó a este medio Matías Olivero Vila, contador público, presidente y director ejecutivo de la ONG Lógica. “Este último ranking es el que mide la presión fiscal en el sector formal o en blanco de la economía y es allí donde la Argentina figura 189 entre 190 países”, agregó.

De todas maneras, otros especialistas consultados pusieron en duda ese dato. “Todo el informe Doing Bussines del Banco Mundial fue descontinuado por el propio banco, reconociendo explícitamente manipulación y corrupción en su elaboración”, señaló Carlos Martínez, economista de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), y agregó: “Me parece viciado de nulidad porque el propio organismo que lo hizo reconoce manipulaciones y corrupción en la elaboración del índice”.

Roberto Arias, ex secretario de Políticas Tributarias del Ministerio de Economía durante la gestión de Martín Guzmán como ministro, señaló que no hay una metodología para medir la presión tributaria formal. “No existe ese concepto, no es usual, y el motivo es que la presión tributaria depende mucho en función de cuál es tu actividad, por eso se toma habitualmente la presión fiscal. Creo que en la Argentina no hay elementos para decir que el país tiene la presión fiscal más alta del mundo”, agregó Arias.

Por otro lado, el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA) publicó un informe en marzo último en el que analizó la carga fiscal sobre el sector formal. En el estudio se comparó a la Argentina con 30 países que, en su conjunto, representan el 86% del PBI mundial y el 63% de la población mundial. Se concluyó que la Argentina se encuentra en el primer puesto de ese ranking (50,7%), por delante de Brasil (49,4%) y Colombia (47,7%).

Además, la entidad comparó al país con los otros mediante 7 impuestos vigentes. Si se desagrega por impuestos, la Argentina es el país con mayor carga en 3 de los 7 impuestos analizados (Ganancias Sociedades, Impuesto al Patrimonio e Impuesto de Sellos) y se ubica entre los primeros 6 países con mayor carga en los otros 4 impuestos (IVA, Impuesto a los Débitos y Créditos, Ingresos Brutos y Tributos Municipales sobre el Ingreso). 

Los países seleccionados para el análisis son todos los de Sudamérica y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a los que se sumaron España, Holanda y Suiza.

Captura del informe de la UIA.

Según explica el informe, la presión fiscal formal se calculó ajustando el PBI por la informalidad laboral. Para ello se sustrajo del PBI total una proporción equivalente al porcentaje de empleo fuera del sector formal, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Sobre este punto, algunos especialistas observaron cuestiones metodológicas. Arias señaló que considera que la metodología es incorrecta porque “no hay alguien que pague todos los impuestos y alguien que no pague”. “Hay muchos grises, no me parece una forma de medirlo, no hay un PBI formal y otro informal”, agregó.

“A ese PBI formal se le aplican todos los impuestos que se pagan en la economía y hacen que decaigan sobre el PBI formal. Una buena parte de esos impuestos que forman parte de la recaudación tributaria del país son impuestos indirectos, entonces también son soportados por el sector informal de la economía. Ahí estás sobreestimando la presión fiscal de la economía formal porque estás aplicándole todos los impuestos como si solo se pagasen de forma formal, lo cual es cierto sólo si incluyeran los directos”, añadió Martínez.

Según la OCDE, la presión fiscal no es la más alta, a diferencia de lo dicho por Milei

De acuerdo con el último dato oficial, la presión tributaria de la Argentina en 2022 fue del 29,6%: 24,6% correspondiente a impuestos nacionales y 5,1% a tributos provinciales. El valor de 2022 es el mayor desde 2017, con excepción de 2020, cuando fue de 29,7%. Este dato se calcula como el porcentaje de la recaudación en relación con el Producto Bruto Interno (PBI) de un país y es el indicador habitual al que la gente se refiere cuando habla de presión fiscal.

En relación a otros países, según datos de la OCDE, en 2021 (última información disponible) nuestro país era el segundo con mayor presión fiscal de América Latina con un 29,1%, por detrás de Brasil (33,5%), y por encima del promedio de América Latina (21,7%).

Sin embargo, como se explica en esta nota, el dato de la Argentina es inferior a la presión que se registra en muchos países europeos, como Dinamarca (46,9%), Francia (45,1%), Austria (43,5%) e Italia (43,3%), y se ubica en el puesto 38. Según el análisis de la UIA, el país se encuentra décimo en el ranking de los 30 países si se analiza la presión tributaria, es decir, teniendo en cuenta la formalidad y la informalidad.

No obstante, se deben hacer algunas consideraciones a la hora de comparar la presión fiscal entre países. Como se explica en esta nota, un factor relevante es el nivel de servicios que los ciudadanos reciben como contraprestación.

“La presión fiscal en otros países es más alta que en la Argentina, pero en muchos de ellos los contribuyentes no necesitan pagar medicina prepaga, ni educación, ni seguridad privada, para acceder a esos servicios”, indicó Marcelo Rodríguez, tributarista y CEO de MR Consultores a Chequeado.

“Para evaluar si la presión fiscal es alta o no hay que tener en cuenta con respecto a qué indicador. Si el gasto público a financiar es muy alto, se necesitan impuestos elevados; de otra manera hay que recurrir al endeudamiento o a la emisión monetaria”, señaló a este medio Darío Rossignolo, economista de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) especializado en impuestos y políticas fiscales.

Por lo tanto, la frase de Javier Milei, quien dijo que “la Argentina es hoy el país con la presión fiscal en blanco más alta del mundo”, es discutible. Una frase es calificada de esta manera, según el método de este medio, cuando no es claro que sea cierta o no, y la conclusión depende de las variables con las que se la analice.

En este caso, si se consideran los datos del BM y de la UIA, lo dicho por Milei es verdadero. Pero estos informes tienen errores metodológicos, según el propio BM y los especialistas consultados. Si se toman los datos de la OCDE, la afirmación del candidato de La Libertad Avanza no lo es.